1 de diciembre 2024
El Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio del Trabajo, decretó asueto nacional el próximo lunes 9 de diciembre de 2024 para los empleados del sector público y privado para compensar el día en que se celebra a la Purísima Inmaculada Concepción de María, que este año será domingo 8 de diciembre.
La ministra nicaragüense del Trabajo, Alba Luz Torres Briones, explicó en un comunicado que de conformidad al artículo 66 del Código del Trabajo el 8 de diciembre es feriado nacional obligatorio con derecho a descanso y salario para todos los trabajadores del país y este año cae domingo.
“Por coincidir el día 8 de diciembre 2024 con el séptimo día, de conformidad con el artículo 68 del Código del Trabajo, éste será compensado con el día lunes 9 de diciembre del año en curso y el trabajador que labore se le remunerará como día extraordinario de trabajo”, indicó la funcionaria en el comunicado publicado este domingo 1 de diciembre.
Tanto los empleados del sector público como del sector privado regresarán a sus labores cotidianas el martes 10 de diciembre, agregó.
La ministra anotó que se exceptúan los trabajos que no sean susceptibles de interrupción por su naturaleza o por la índole de las necesidades que satisfacen, y todas aquellas que puedan afectar las actividades económicas, sociales y de seguridad del país.
Rezos a la Purísima y “Gritería” bajo vigilancia
El sábado 7 de diciembre los nicaragüenses celebran la tradicional “Gritería”, una fiesta religiosa popular en honor a la Purísima Inmaculada Concepción de María, considerada la Madre y Patrona de Nicaragua por la Iglesia católica del país.
Desde 2023, el régimen orteguista prohibió a algunas parroquias realizar los rezos a la Purísima y la “Gritería” fuera de los templos, y orientó que debían hacerla dentro de ellos. Hasta 2022, las iglesias levantaban altares fuera de las parroquias, cantaban himnos religiosos y entregaban la popular “gorra”, a como se denomina a los productos que entregan a las familias por cantarle a la virgen.
Mientras la dictadura restringe las celebraciones de la “Gritería” y refuerza la vigilancia en las parroquias del país, mantiene y promueve los tradicionales altares a la Purísima instalados por las instituciones del Estado, en la avenida Bolívar en Managua.
Para el domingo 8 de diciembre los obispos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá, integrantes del Secretariado Episcopal de América Central (Sedac), convocaron a unirse en oración “a ese grito de fe, esperanza, paz y libertad” por Nicaragua y en solidaridad con la Iglesia nicaragüense, que “afronta una desafiante realidad”, según un mensaje divulgado el sábado.
Las relaciones del Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión, encarcelamiento y desnacionalizados de obispos y de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
*Con información de EFE.