30 de enero 2023
Tres jóvenes opositores de Nicaragua fueron condenados este lunes a penas de entre ocho y diez años de cárcel, tras ser encontrados culpables de los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad.
“El juez orteguista Félix Salmerón condenó a Miguel Flores, a otro joven cuyo nombre se nos pide omitir, y Mildred Rayo, miembros de AUN (Alianza Universitaria Nicaragüense), a diez y ocho años de prisión, respectivamente (sin incluir al anónimo)”, informó el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), en una declaración.
Los tres jóvenes habían sido declarados culpables en un juicio a puertas cerradas celebrado el pasado día 26 en el Complejo Judicial de Managua, en un proceso que la AUN calificó de “montaje arbitrario contra su libertad”.
La organización también denunció que, durante el juicio contra los jóvenes, “a sus familiares no se les permitió el ingreso a la audiencia”.
Rayo y Flores se suman a Lesther Alemán y Max Jerez, ambos líderes de AUN apresados en 2021, como parte de una ola de capturas por parte del Gobierno contra diversos liderazgos del país en un contexto de elecciones nacionales, en las que Daniel Ortega se garantizó el poder para un nuevo periodo con sus principales competidores en prisión.
Alemán y Jerez también fueron condenados por los mismos delitos por los que juzgaron a Rayo y Flores. Ambos líderes estudiantiles permanecen en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), El Chipote, aislados, sin derecho a visitas reguladas y sin acceso a atención médica especializada.
Detenidos por el Ejército
Flores y Rayo fueron capturados por militares el 1 de noviembre pasado, junto al otro joven, cuando circulaban cerca del río Sapoá, en el municipio de Cárdenas, departamento de Rivas, fronterizo con Costa Rica, y se dirigían hacia Managua, de acuerdo con la denuncia pública de AUN.
Los jóvenes universitarios fueron retenidos para una requisa por soldados del Ejército de Nicaragua y posteriormente “fueron trasladados a una base militar, en Managua”, según AUN, que forma parte de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que fue la contraparte del Gobierno que preside Daniel Ortega en una mesa de negociación con la que se buscaba una salida a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
Datos avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) indican que en Nicaragua hay al menos 255 presos políticos, entre dirigentes opositores, estudiantes, campesinos, empresarios, defensores de los derechos humanos, feministas, periodistas, líderes religiosos, y otros.
Los arrestos de opositores se iniciaron después de abril de 2018, cuando estalló una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, debido a que respondió con la fuerza.