16 de agosto 2023
La Compañía de Jesús de Centroamérica rechazó contundentemente las acusaciones de “terrorismo”, traición y trasgresión al orden constitucional y jurídico impuestas este martes 15 de agosto de 2023 por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra la Universidad Centroamericana (UCA).
“Son totalmente falsas e infundadas las graves acusaciones en contra de la Universidad Jesuita de Nicaragua (...) en el que se le califica como 'centro de terrorismo', y se le imputa de haber 'traicionado la confianza del pueblo nicaragüense' y de 'haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige a las Instituciones de la Educación Superior del país'", sentencian los jesuitas.
Las acusaciones en contra de la UCA fueron emitidas por el Décimo Distrito Penal de Audiencias, Circunscripción Managua, detallan los Jesuitas. Seguido sentencian que “la confiscación de facto a la UCA es el precio por pagar por la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense, en consonancia con su lema: La verdad los hará libres”.
Los jesuitas de Centroamérica expusieron que esta acción “no es un hecho aislado”, sino que es parte de una serie de ataques que ha recibido la UCA por su postura “en defensa de la vida de las personas que estaban siendo reprimidas por fuerzas estatales y parapoliciales durante las protestas de 2018".
En consecuencia, la universidad ha sido objeto de asedio, acoso y hostigamiento de parte de las instituciones gubernamentales al no extender “las certificaciones necesarias para su funcionamiento de parte del Ministerio de Gobernación, Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU)”. También al excluirla de las universidades miembros de este último órgano que son beneficiarias del 6% destinado a la educación superior.
“Se trata de una política gubernamental que está violando sistemáticamente los derechos humanos y parece estar orientada a consolidar un Estado totalitario”, señalan los Jesuitas.
Jesuitas responsabilizan a Ortega
La Compañía de Jesús también pidió públicamente que se le permita a la UCA ejercer su derecho a la legítima defensa en contra de estas acusaciones.
“La UCA de Nicaragua y los jesuitas que viven en ese país cuentan con el total apoyo de la Provincia de Centroamérica”, señalan.
Los Jesuitas responsabilizan al Gobierno de Daniel Ortega por los daños causados al cuerpo estudiantil, docente, administrativo y de todo el personal que trabaja en la UCA. Asimismo, “de la orden de incautación de todos los bienes inmuebles, muebles y del patrimonio económico de la Universidad a favor del Estado de Nicaragua”.
También piden a Ortega que la medida tomada abruptamente en contra de la universidad sea revertida inmediatamente, cese la creciente agresión gubernamental en contra de la UCA y sus integrantes y "se busque una solución racional en la que impere la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra".
Condenas nacionales e internacionales ante cierre de la UCA
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) condenó las acusaciones de la dictadura Ortega Murillo en contra de la universidad y les recordó que “su obligación ante la grave medida de cerrar una universidad, por supuestos motivos de seguridad nacional, debe estar justificada respecto a lo establecido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales.
Por su parte, la directora de Amnistía, Erika Guevara, se solidarizó con el cierre de esta universidad y recordó que “la UCA ha sido un bastión de educación progresista y en defensa del movimiento estudiantil”.
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Baéz, señaló en su cuenta de Twitter, que es “indignante la injusta e ilegal confiscación de la UCA de parte de la dictadura sandinista. Demuestran así su desprecio por la libertad intelectual, la educación de calidad y el pensamiento crítico. Cada día se hunden más en su irracionalidad, su maldad y su miedo”.
Mientras, la poeta y novelista nicaragüense, Gioconda Belli, condenó la confiscación a la UCA y aseguró que esta situación es un asalto del Gobierno de Ortega “al alma del país con el despojo de sus centros de pensamiento, de educación, de arte”.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más señaló que el propósito de la dictadura es “imponer un modelo de enseñanza y de pensamiento único, así como formas de organización que contribuyan a fortalecer las pretensiones hegemónicas de estatizar y de contribuir a la perpetuidad del poder para lo cual necesitan de una acción única”.
Asimismo, hicieron un llamado “a la comunidad internacional para que tome todas las medidas posibles ante tantas violaciones a los derechos humanos del pueblo de Nicaragua que exige justicia, libertad, verdad y no repetición”.
Académicos y estudiantes lamentan cierre
La académica, Josefina Vijil, quien fue docente de la UCA, señaló que hoy !es un día demoledor, de desolación y tristeza, de incredulidad ante la barbarie”. Y recordó que esta universidad fue para ella “mi polo a tierra. Me ayudó a entender la realidad y necesidades del magisterio, a ajustar la teoría y la evidencia a la práctica de aula”, escribió en su cuenta de Twitter.
La abogada María Asunción Moreno, quien también fue catedrática de la UCA por varios años, se solidarizó con el personal docente, administrativo, de investigación y de toda la universidad y calificó “la confiscación de la UCA por la dictadura de Ortega Murillo como una lápida a la Educación Superior en #Nicaragua”.
La activista estudiantil, Madeleine Caracas, compartió un video en sus redes sociales en el cual recordó que tanto la universidad como sus estudiantes siempre han sido perseguidos por sus pensamientos e ideales. “La dictadura cree que con esto va a tener el control total del país, pero no sabe que seguimos siendo muchos los que seguiremos alzando la voz, denunciando lo que pasa en el país. La universidad resiste, la UCA resiste. Hoy más que nunca somos UCA”.
El excarcelado político, Edwin Carcache, quien fue estudiante de esta casa de estudios, recordó la calidad educativa de UCA y lamentó que el régimen “se la robe y la destruya de la misma manera que viene destruyendo Nicaragua”.