18 de enero 2022
El Consejo Nacional de Universidades (CNU), cercenó el presupuesto anual asignado a dos casas de estudios superiores que no son controladas por rectores fieles al Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo: la Universidad Centroamericana (UCA) y la Universidad Católica del Trópico Seco (Ucatse), a las que asignó solo un millón de córdobas para 2022.
El CNU —plagado de funcionarios afines al régimen— ha disminuido los recursos de ambas universidades de forma sistemática desde 2018 hasta la fecha, con la excusa de que usará el dinero para un ‘Fondo Especial Patriótico’, un ‘Fondo Semilla de Reconstrucción’ (a partir de 2019), y un ‘Fondo de Transformación Digital’, al que se destinaron 27 millones de córdobas a partir de 2022.
La decisión de incrementar esos ‘fondos especiales’, contradice el espíritu de la Ley 89, o Ley del CNU, que manda a destinar los recursos específicamente para las universidades, señaló una fuente que pidió mantenerse en el anonimato.
Solo la UCA —una institución de la Compañía de Jesús— y la Ucatse —cuyo rector emérito es monseñor Abelardo Mata—, han sufrido mermas sistemáticas entre 2018 y 2022.
La Universidad Internacional Antonio de Valdivieso (Uniav), de inspiración dominica, que tiene sedes en Rivas y Chinandega, también estuvo siendo castigada entre 2018 y 2021, y aunque este año se le incrementó el presupuesto en casi seis millones de córdobas, el neto del ejercicio 2018 - 2022, arroja una pérdida de 14.7 millones, o sea, 18.3% menos que los 80.5 millones asignados en 2018.
Reducción en becas
La decisión de los diez rectores que integran el CNU, representa un golpe demoledor para las finanzas de ambas casas de estudios superiores, aunque la UCA es la que se lleva la peor parte, al perder 250.9 millones de córdobas (99.6%) entre 2018 y 2022, mientras que la Ucatse perdió 51.7 millones (98.1%), en ese mismo período.
Esa afectación sistemática llevó a que la UCA denunciara el trato recibido, tanto en 2019 como en 2021, y motivó que el superior de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, escribiera una carta en la que exponía su preocupación por la situación generada.
CONFIDENCIAL conoció que, aunque la universidad capitalina planea mantener las becas que están en curso, se verá obligada a reducir hasta en 90%, el número de las nuevas becas. Cada año, esa alma mater renovaba unas mil becas, pero en 2022, ese número se reducirá hasta quedar en casi una centena.
Aunque un profesional no asociado con la enseñanza superior dijo que la UCA había despedido a algunos docentes, la fuente universitaria dijo que lo que se está implementando es un plan de retiro voluntario, a lo que se han sumado algunas renuncias de forma espontánea.
Desglose de millones
Hasta 2018, la Universidad Centroamericana mostraba una alta dependencia de los recursos asignados por mandato constitucional, pero al haber sido afectados año con año, hasta llegar al monto menos que simbólico de un millón de córdobas para 2022, les ha permitido disminuir su dependencia de esos recursos, para ser capaces de operar por su cuenta.
La fuente universitaria dijo que si bien en este momento no hay planes para aumentar el costo de los aranceles, que es de 600 dólares semestrales, suena lógico pensar que eso tendrá que cambiar, muy probablemente a partir de 2023.
El alegato del CNU es que esta forma de distribución permite dar mayor apoyo a las universidades públicas, pero los datos muestran que los incrementos destinados a esas casas de estudio suman C$331.1 millones, mientras que los tres fondos mencionados anteriormente, recibirán casi 733 millones de córdobas.
Al comparar las asignaciones de 2018 con las de 2022, la Universidad Nacional Agraria (UNA), es la que recibió menos recursos adicionales, porcentualmente hablando: C$29.9 millones (6.6%). Le sigue la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN - León), con C$66.2 millones (7.1% más).
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN - Managua), y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), recibieron el mismo monto porcentual: 7.4%, pero es la UNAN - Managua la que destaca con un incremento de C$117.5 millones, mientras que la UNI recibirá C$61.8 millones.
La Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), cuyo nombre se hizo internacionalmente famoso durante la Rebelión de Abril por la valentía de los jóvenes que se atrincheraron en su interior, logró mantener con pocos cambios su asignación presupuestaria entre 2018 y 2021, alcanzando un incremento de C$17.1 millones (9.1%) en 2022.
En una carta en la que reconocen y honran la labor de la presidenta del CNU y rectora magnífica de la UNAN - Managua, Ramona Rodríguez, la Upoli agradece por hacerlos partícipes del ‘Fondo de Reconstrucción’ que les permitiría enfrentar “la destrucción provocada… por fuerzas ajenas a nuestro control, entre abril y julio de 2018”.
Finalmente, la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (Uraccan), y la Bluefields Indian & Caribbean University (BICU), recibieron mayor incremento porcentual (10%), correspondiente a C$19.3 millones adicionales para cada una.