5 de junio 2018
Washington, Estados Unidos-. El secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, señaló que la violencia ha escalado en Nicaragua así como la aparición “de nuevas prácticas represivas” que no habían documentado tras su salida del país hace dos semanas.
Abrao participó en un foro organizado por el Diálogo Interamericano en Washington, junto a Azahálea Solís y Juan Sebastian Chamorro, miembros de la ‘Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia’.
“Hay un escalada de violencia. Confirmamos 76 muertos al salir del país, y ahora hay 127 y más de mil heridos”, informó Abrao.
El secretario de la CIDH resaltó el patrón de heridas por armas del fuego en fallecidos, las cuales apuntan a “ejecuciones extrajudiciales”. “Cabeza, cuello, tórax, espalda. Sumada la balística de alto calibre. Recogimos testimonios sobre francotiradores, elementos muy fuertes para confirmar ejecuciones extrajudiciales. Ademas de malos tratos, torturas, familiares que no contaban con abogados y un ambiente de terror. Un miedo muy fuerte. Una situación de intimidación”, comentó Abrao.
El representante de la CIDH alertó por la dimensión de la crisis en Nicaragua: 127 asesinados en dos meses de rebelión cívica, un número que supera los 72 registrados durante las protestas en Venezuela en abril y junio de 2017. “La violencia de de Nicaragua supera a la de Venezuela en ese periodo pese a que es un seis veces más pequeño”, ejemplificó Abrao.
El secretario @PauloAbrao confirma 127 muertos en Nicaragua. “Se han adoptado nuevas prácticas represivas que no habíamos identificado” en las últimas semanas tras la salida de la @CIDH #SOSNicaragua pic.twitter.com/gNoi475X1B
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) 4 de junio de 2018
La CIDH presentará este miércoles en Washington —en el contexto de la 48 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA— los resultados parciales de su informe final, en cuya presentación preliminar exhortó al gobierno de Ortega a cumplir 15 recomendaciones, entre ellas el cese de la violencia y la desarticulación de los grupos paramilitares.
“Las recomendaciones que apuntan a fortalecer las posiciones de la Sociedad Civil en Nicaragua y a los grupos que están en resistencia ante estas graves violaciones a los derechos humanos”, dijo el secretario de la CIDH.
Comisión de la Verdad
Abrao adelantó en el foro del Dialogo Interamericano que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) no solo podrá coadyuvar en las investigaciones para esclarecer los crímenes cometidos en abril y mayo, sino que podrá realizar “investigaciones propias y directas, hacer tipificaciones de delitos para incidir en conductas individuales y de los respectivos responsables”.
Abrao dijo que el GIEI también analizará el agotamiento de líneas de investigación de las instituciones nicaragüenses que, en muchos casos, dijo, “parecieran armadas para en el futuro generar impunidad”.
“Con ese ambiente de violencia, lo que hace poco era el país más seguro de la región, ha sufrido un grave impacto psicológico y físico en la sociedad nicaragüense y hay que responder adecuadamente a la situación”, apuntó Abrao.
La CIDH está en el proceso final de seleccionar los expertos que conformarán el GIEI. Buscan personas idóneas que puedan instalarse en Nicaragua durante seis meses.
Según el brasileño, la instalación del GIEI puede a “ayudar a fortalecer los derechos humanos” en Nicaragua. Sin embargo, no deben tener “ningún tipo de ilusión”, ya que “la voluntad de seguir reprimiendo puede seguir”.
Demanda condena de la OEA
Abrao también instó a la Asamblea General de la OEA adoptar una resolución de condena explícita al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“La CIDH cree que debe haber una resolución de la Asamblea General de la OEA en relación a Nicaragua. ¡Y debe ser pronta y oportuna! Todos los gobiernos están enterados de la situación”, instó Abrao.
Aunque este lunes se conoció que el gobierno de Ortega “pactó” con Estados Unidos en la OEA para aprobar “una declaración” en la que aspiran a involucrar en el diálogo nacional a la Secretaría General de este organismo, administrada por Luis Almagro. Además, la “declaración” no menciona de forma directa las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen.
La “declaración” que será votada este martes propone entre líneas que el fin del diálogo sea el “el fortalecimiento de las instituciones democráticas en Nicaragua” —el plan trazado por Almagro y Ortega—, y no la agenda para la “democratización del país desde la raíz” impulsada por los obispos de la Conferencia Episcopal.
"Hay dos puntos de inflexión en esta crisis: el 19 de abril y 30 de mayo. Se convierte en un baño de sangre", dijo Azalea Solís. “El diálogo es visto como una mesa de salida del gobierno de Ortega. Nicaragua cambió”, dijo la integrante de la ‘Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia’.