6 de febrero 2019
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció de nueva cuenta la escalada de ataques a la prensa y persistencia de violaciones a los derechos humanos en Nicaragua por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Casi dos meses después de la expulsión del organismo del país, alertan sobre la “persistencia de un patrón de detenciones arbitrarias e ilegales, así como condiciones de detención que violan los derechos de las personas privadas de la libertad y de sus familias”.
El Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) ha continuado documentando la situación nicaragüense de forma remota. Sus oficinas registraron la primera redada policial de 2018 en Masaya, cuando fueron detenidos Wilfredo Brenes Domínguez, Karla y Fernando Escobar Maldonado, y Ramón Javier Cerrato en el barrio Fox el 2 de enero; así como la de Keneth Martínez, ocurrida en el barrio Monimbó el 3 de enero. La CIDH menciona las detenciones de Jorge García y Salvador Orozco, en El Jícaro, Nueva Segovia, por realizar pintas de protesta contra el Gobierno en letreros públicos.
“Lo anterior pone de relieve la gravedad de la persistencia de un patrón de detenciones arbitrarias ininterrumpido en el que la detención preventiva pierde su función cautelar y constituye la regla general para castigar a quienes manifiestan su disidencia con el Gobierno”, señaló la Comisión.
El nuevo comunicado de la CIDH hace hincapié en el aumento de las denuncias de malos tratos y castigos físicos contra mujeres y hombres recluidos en las cárceles La Esperanza y La Modelo.
Por ejemplo, la CIDH recoge el ataque sufrido por los presos políticos la noche del 31 de diciembre de 2018 en La Modelo, cuando un grupo de antimotines, armados con fusiles de guerra AK 47, con gas pimienta y con perros los agredieron por cantar el himno nacional.
“También se conoció sobre la golpiza recibida el 11 de enero por Francisco Sequeira, recluido en dependencias de máxima seguridad de la cárcel La Modelo”, narra el comunicado de la CIDH. “La agresión habría sido cometida por varios funcionarios, como represalia por la eventual grabación de un video en el que el interno Chester Membreño habría comunicado su testimonio desde el interior de la unidad penal. Sequeira habría sido rociado con gas pimienta y, luego de la agresión, dejado en su celda sin atención médica”.
La CIDH menciona además los casos de las presas políticas Kenia Gutiérrez, María Mercedes Chavarría y Ruth Matute, esta última presa política que debió ser trasladada de emergencia a un hospital para cambiarle el marcapasos. Ninguna de estas presas políticas está recibiendo atención médica adecuada en los penales.
“Se trata de un conjunto de prácticas que reflejan el uso de la privación de la libertad como un modo de criminalizar, sancionar y neutralizar la protesta social, desnaturalizando las funciones excepcionales que debería cumplir la privación de la libertad en una sociedad democrática y respetuosa de los derechos humanos”, alertó Antonia Urrejola, relatora especial para Nicaragua.
Aumento de hostigamiento al periodismo
La CIDH también alertó por el hostigamiento sistemático al periodismo independiente. Resaltaron que la confiscación y la toma ilegal de las redacciones de Confidencial y 100% Noticias todavía persisten. “El ente regulador de las telecomunicaciones suprimió de la grilla de la televisión para abonados canales con líneas editoriales independientes, como 100% Noticias. Asimismo, el Canal 12 ya no transmite los programas Esta Semana y Esta Noche, que se producían en las instalaciones de Confidencial”, detallaron.
La Comisión externó preocupación por la retención de materia prima en la aduana a las importaciones de papel realizadas por “el histórico diario La Prensa, que publicó su portada en blanco como una forma de denunciar este nuevo mecanismo de censura, mientras que anunció el inminente cierre de su edición papel debido a la medida”.
“Es muy preocupante que junto al cierre paulatino de los espacios democráticos en el país, también persistan las amenazas a la integridad y a la libertad de las personas. Asimismo, reiteramos el llamado a que el Gobierno de Nicaragua se abra al escrutinio internacional en materia de derechos humanos”, lamentó Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la CIDH.