22 de mayo 2019
El preso político en el que más se ha ensañado la dictadura de Daniel Ortega, el que más ha sufrido las torturas en las celdas de máxima seguridad de La Modelo, es Yubrank Suazo, líder del Movimiento 19 de Abril en Masaya, según un informe titulado Derechos Humanos en un “estado de excepción”, presentado por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos el pasado martes.
El nueve de marzo de 2019, después de grabar un video en un celular cuando un grupo de reos protestaba arriba el techo de una de las galerías del penal, Suazo fue salvajemente golpeado en su celda, colgado de los pies y rociado con gas en la cara, según denuncia de los familiares de Suazo en el Cenidh.
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“Fue golpeado salvajemente por un funcionario del Sistema Penitenciario, al que identifica como Roberto Guevara, jefe de la Galería 300 (celdas de máxima seguridad), quien le propinó golpes en el pecho mientras le gritaba: me vale verga lo que sintás”, narra el informe presentado por la presidenta del Cenidh, Vilma Núñez.
“Seguidamente lo colgó de los pies con los grilletes y empezó a darle de patadas en la cara lo que le provocó un coágulo de sangre en el ojo izquierdo y posibles fracturas en su nariz, también le dio golpes en el oído. Posterior a eso le rociaron gas pimienta en el rostro, directamente a los ojos, en ese momento no tenía ni agua ni una pertenencia de ropa para apaciguar el dolor en sus ojos, por lo que en su desesperación, dolor y angustia procedió a echar de su misma saliva en la mano y regarse en los ojos para calmar el ardor que sentía”, detalla el informe redactado con base en el relato que Suazo hizo a sus familiares.
Se ensañan con los masayas
Otro reo en contra de quien también se han ensañado es Cristhian Fajardo, el segundo a cargo del Movimiento 19 de Abril en Masaya. Las torturas contra Fajardo han sido más psicológicas, según el Cenidh.
“A la fecha el prisionero político tiene problemas de corazón, pasó una fuerte alergia, tuvo una infección en sus genitales, y pese a las súplicas no le permitieron practicar exámenes médicos y tampoco se le brindo atención médica por lo que tuvieron que ingresar solo algunos medicamentos basados en los síntomas que la víctima manifestaba”, resalta el informe.
“La crueldad de los carceleros de la dictadura parece no tener límites: a Cristhian también se la ha negado todo este tipo el ingreso de una colchoneta, tampoco le rasuraban el cabello y la barba, a tal punto que los bigotes los colgaba hasta la mitad de la boca, mientras un mosquitero para protegerse de los mosquitos también le fue negado”, agrega.
El informe detalla que las cárceles de máxima seguridad están llenas de ratas, zancudos y hay un calor insoportable de 38 y 40 grados como mínimo.
¿Qué se hicieron 102 desaparecidos?
El Cenidh cuantifica los presos políticos en 777 desde que empezó la crisis en abril de 2018, de los cuales, 295 siguen presos, y no se sabe del paradero de 102 personas a quienes sus familiares identifican como detenidos.
La institución de derechos humanos que fue ilegalizada por la dictadura junto a otras ONGs, documenta en 80 páginas la violación a los derechos humanos, a la libertad de expresión, de prensa y movilización por parte del régimen de Daniel Ortega.
“En este informe, se puede constatar que la represión, la criminalización y la estigmatización de la protesta social llevan consigo violaciones no sólo a los derechos a la libertad de expresión, asociación y movilización, sino a otros derechos fundamentales como la vida, la integridad, la seguridad jurídica y la libertad, entre otros”, dice el informe en una de sus conclusiones.