21 de agosto 2019
El viernes 16 de agosto la opositora Alianza Cívica (AC) anunció cambios. Se reintegraron como miembros titulares los expresos políticos Medardo Mairena, por el sector campesino, y Edwin Carcache, por el sector estudiantil.
La organización detalló que se había reestructurado para fortalecerse y que, aparte de la reincorporación de Mairena y Carcache, que fueron parte del primer diálogo en 2018, el doctor Carlos Tünnerman, uno de los académicos más respetados del país, será el nuevo coordinador de la Alianza.
Byron Estrada, preso político excarcelado que estuvo casi un año detenido en el sistema penitenciario La Modelo, en Tipitapa, expresó que desea que con la nueva estructura y distribución de roles haya más apertura para escuchar a los diferentes sectores. “Tienen que escuchar las demandas del pueblo. Lo que queremos es que, ante una negociación o exigencia, se nos tome en cuenta como jóvenes y estudiantes en las decisiones que van a tomar. Y que se le tome en cuenta a la población, en sus necesidades y demandas”, agregó.
Estrada insistió en que dentro del Movimiento tienen el compromiso de continuar exigiendo cambios que contribuyan a una Nicaragua “por y para todos”, en la que se respeten los derechos humanos y constitucionales. Aclaró que la organización no es política, pero seguirá pisando los espacios necesarios para construir la nueva Nicaragua.
El costo y los desafíos de la lucha universitaria
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-LEÓN), continúa “tomada” por paramilitares, custodiada por oficiales de la Policía Nacional y “secuestrada” por autoridades estudiantiles del CUUN. Así lo confirmó Estrada, quien fue expulsado de este recinto por participar en las protestas cívicas contra el régimen orteguista.
Estrada explicó que la situación en la UNAN-LEÓN es “lamentable”. Primero porque las autoridades del CUUN, una organización estudiantil fiel al partido de gobierno, mantienen un control férreo en las distintas facultades de forma ilegítima a pesar de que la comunidad universitaria no votó por ellos para que continuaran en el cargo.
“La UNAN-LEÓN tiene una rectora inconstitucional violadora de estatutos universitarios. En la universidad nadie puede alzar la voz, hay persecución a estudiantes que participaron en las protestas, a maestros que nos apoyaron y que continúan exigiendo libertad de cátedra. Todas las universidades públicas están tomadas por el FSLN que utiliza los recintos como espacios políticos”, confirmó el líder estudiantil.
Al preguntársele sobre las alternativas que tienen los estudiantes que lideraron las protestas de abril en León, Carazo, Managua, Matagalpa y otros recintos, Estrada respondió que el Movimiento Universitario, a pesar de la represión oficial, se encuentra trabajando dentro de las facultades a través de alumnos activos y que están iniciando un proceso de exigencia de elecciones en las facultades.
“Queremos que se ejerza presión desde la decanatura y la rectoría para el restablecimiento de nuestros derechos. Hemos hecho la denuncia pública y continuaremos alzando la voz en Nicaragua y a nivel internacional. Estamos hablando con diferentes Federaciones Centroamericanas estudiantiles de universidades públicas para denunciar los procesos de convenio que tienen las universidades públicas de Nicaragua, sobretodo UNEN”, afirmó.
La unidad de los exiliados y la represión de los expresos políticos
Además de impulsar la lucha dentro de los recintos universitarios, Estrada manifestó que el Movimiento se encuentra trabajando con otras organizaciones para ejecutar acciones de protestas y desarrollar estrategias en pro de la unidad y la exigencia de la salida del dictador Daniel Ortega.
Prueba de esto es que el domingo antepasado, en San José, Costa Rica, Estrada se sumó junto a otros dirigentes estudiantiles, a la movilización “todos unidos” contra la dictadura, organizada por el Movimiento Campesino. Para el expreso político, esa marcha, es parte de la cohesión que está ocurriendo en el exterior del país.
“Es parte de todo el proceso de unidad que se está buscando con los hermanos exiliados y también es parte de un proceso en el que los nicaragüenses tenemos que abrazarnos como hermanos y más con los que están sufriendo, los exiliados en Costa Rica y otros países”, refirió Estrada.
Para participar en la marcha Estrada tuvo que viajar desde Nicaragua hasta Costa Rica. Al salir del país no hubo mayor problema, la complicación ocurrió al regreso, pues oficiales antimotines y funcionarios del Ministerio de Gobernación, lo detuvieron por más de una hora y le interrogaron sobre los motivos de su viaje y su afiliación política.
“Bajo ninguna circunstancia se me dijo por qué me interrogaban, por qué me quitaron mis banderas de Nicaragua, por qué me quitaron una Constitución Política que andaba. Nunca se me dijo el por qué, simple y sencillamente dijeron que eran órdenes de arriba. Me retuvieron mi pasaporte y me preguntaron de qué partido era, qué andaba haciendo en Costa Rica”, narró Estrada.
El expreso político consideró que esta detención forma parte de la represión y el asedio que continúa recibiendo, a pesar de haber salido de prisión y de que se le eliminaron los cargos por los que se le acusaban. El líder estudiantil insistió en que lo que recibió fue una libertad condicionada.
“Salí bajo la Ley de Amnistía, una ley inconstitucional. Yo no he cometido ningún crimen. Lo que hicieron fue limpiar los delitos puestos por la policía orteguista, los paramilitares y testigos falsos allegados al FSLN. A mí me liberaron, pero esta libertad es condicionada, no podemos salir a la calle, no puedo estar en mi casa, sigo siendo reprimido. A diario llegan paramilitares en la noche a ofender a mi familia y a tratar de abrir las puertas de mi casa. Siempre es un acoso continuo, amenazas en las redes sociales”, afirmó.