Automedicarse empeora pronóstico y recuperación de covid-19 entre nicaragüenses

Nicaragüenses que desarrollan la covid-19 están automedicándose para no asistir a las unidades de salud del país, por desconfianza en la calidad de la atención médica o miedo a fallecer aislado en los hospitales. Esto está provocando que quienes desarrollen la enfermedad de forma leve, empeoren hasta morir por la misma.

“Hay temor a que la persona fallezca y sea enterrada inmediatamente. Hay desconfianza por la calidad del servicio de salud que vayan a recibir. También, hay sobreinformación en las redes sociales sobre “recetas”, sin base científica, que dan la solución a los problemas de salud ocasionados por la covid”, explica el doctor Fulgencio Báez.

Sin embargo, esta práctica lo que está provocando es que los pacientes que tienen la enfermedad de forma leve tomen medicinas que no necesitan y que probablemente empeorarán su condición. Además, que, en el proceso de agravamiento de la enfermedad, extenderán el tiempo para acudir al hospital.

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“Lo preocupante no es el hecho de la automedicación, son las consecuencias que se están observando, es decir, que los pacientes están llegando tardíamente a las unidades de salud y eso está complicando más los servicios y esto tiende a aumentar la mortalidad”, señaló el médico salubrista, Carlos Hernández, en un conversatorio en la plataforma digital, Contexto Azul y Blanco.

Automedicación provoca resistencia a las medicinas

La toma de medicinas sin receta médica es una practica que tiene años y que ha provocado que Nicaragua sea uno de los países que tienen mayores problemas de resistencia a los antibióticos como la azitromicina, uno de los fármacos que se usa para tratar infecciones bacterianas como la bronquitis y la neumonía.

“Nosotros como médicos ponemos en la balanza el riesgo y el beneficio de administrar un medicamento, si es un paciente que tiene una enfermedad leve, no necesita tomar cierto tipo de fármaco, pero si la gente lo usa de manera indeterminada, independientemente de la forma o de la gravedad de la enfermedad, se va a exponer a otras complicaciones”, explica el médico infectólogo, Carlos Quant.

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Medicinas de uso cotidiano como el ibuprofeno puede provocar en los pacientes trastornos gástricos, sangrados, complicaciones cardíacas y hasta fallo renal. También, fármacos como la cloroquina, que se ha popularizado en las últimas semanas, puede causar arritmia que, a su vez, desembocaría en fallas cardíacas y la muerte. Lo mismo ocurre con los anticoagulantes, pues pueden provocar hemorragias cerebrales.

“Cuando hablamos de medicamentos de alto riesgo como son los anticoagulantes, los analgésicos, antiinflamatorios y los esteroides uno tiene que usarlos bajo prescripción médica porque pueden tener efectos muy negativos en la salud. Pero uno de los problemas es que estos se venden sin receta”, lamenta el doctor Quant.

Por su parte el doctor Báez, que se ha especializado en atención infantil, explica que en los niños esto podría ser más grave porque “las dosis de medicina se aplican según su peso y no con cálculos de forma empírica”.

¿Qué pasa si tomás medicinas con prescripción?

Los médicos coinciden en que hay cierto tipo de fármacos que sí pueden ser usados al inicio de algún padecimiento, sobre todo en casos de personas que no estén en el grupo de mayor riesgo, pues la principal recomendación para enfrentar la enfermedad es aislarse y quedarse en casa.

“Se recomienda tomar medicamentos sintomáticos, que son aquellos que controlan los síntomas, como acetaminofén para la fiebre, suero oral si tienen diarrea y antigripales de los que comúnmente conocemos. Lo que no es correcto es comenzar a tomar medicamentos de otro tipo, con combinaciones de (otro) medicamentos”, explica el doctor Báez, quien es miembro de Comité Científico Multidisciplinario.

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Para esto se aconseja identificar los síntomas para saber cuándo es el momento preciso para acudir a las unidades de salud. Pues, si el paciente tiene fiebre muy alta, dolor en el pecho y dificultad para respirar son fuertes indicadores de que necesita atención médica.

“Lo perverso de esta situación es que es un círculo vicioso donde el problema es la desconfianza, que nace de la deficiente orientación e información que en lugar de aclarar provoca gran incertidumbre sobre las posibilidades de sobrevivir”, enfatiza el doctor Hernández.

Observatorio reporta muertes en casa

En el último informe publicado por el Observatorio Ciudadano COVID-19, se alertó que, hasta el ocho de julio, 251 personas sospechosas de la enfermedad fallecieron en sus casas y 18 de camino al hospital. Esto podría estar relacionado a la abstinencia de ir a las unidades de salud.

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“Nosotros también tenemos información de personas que han fallecido en casa o que están llegando muy graves y tarde, en la evolución de su enfermedad, a los hospitales o sea que ya mucho más complicado con una enfermedad mucho más grave y con alto riesgo de fallecer. Eso puede estar relacionado con la automedicación”, indica Báez.

Asimismo, el Observatorio ha alertado que algunos laboratorios propiedad de SERMESA están haciendo publicidad masiva sobre la toma de “Ivermectina” y esto promovería aún más la automedicación.

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