29 de octubre 2020
“¡Increíble, nunca he votado en Nicaragua!”, exclama Raúl Valdivia, de 56 años, desde su oficina en San José, California, en Estados Unidos. Llegó a ese país hace 27 años, el único en donde ha podido ejercer su derecho ciudadano al voto.
Salió de Nicaragua en 1993. Llegó de vacaciones, pero terminó quedándose de forma permanente, se hizo ciudadano en 1997 gracias a la Ley Nacara -que concedió refugio a personas originarias de Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Cuba-, y hasta la fecha ha votado en cuatro ocasiones para escoger al presidente de Estados Unidos.
Como Valdivia, en el sur del país, se prepara con emoción y alto sentido de responsabilidad, Mélida Ailshire, nicaragüense en Sherman, Texas, que llegó aquí cuando era una niña de 14 años, huyendo de la guerra entre la guerrilla sandinista y la dictadura de Somoza en la década de 1970.
“Ejercer el voto aquí es un derecho y es un privilegio”, coincide, desde la costa este, la nicaragüense Jeanine Bonilla, quien llegó hace 18 años y reside hoy en Miami, Florida.
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Subiendo en el mapa, en Wheaton, Maryland, William Vargas es otro nica que participa de la elección presidencial y legislativa. “Votar en una elección en Estados Unidos es un privilegio tremendo, para un inmigrante, para alguien que se vino de otro país”, dice.
Linda Artola, joven nica viviendo en Nueva York, Nueva York, también confiesa sentirse emocionada, ya que esta es la primera vez que ejercerá su voto, al lograr la ciudadanía tras diez años de haber llegado a esta nación.
Todos escogerán entre el candidato del partido republicano y actual presidente Donald Trump, y el candidato demócrata y exvicepresidente, Joe Biden.
El voto latino y el voto nica en números
Estos cinco nicaragüenses forman parte del llamado voto latino en Estados Unidos, conformado por 32 millones de personas de diversos países de origen que podrían votar en las elecciones presidenciales, que corresponden a un 13% del electorado. Los hispanos son la minoría racial o étnica más grande que puede votar. Le sigue la población negra apta para votar, que se compone de 30 millones.
El grupo hispano lo integran mexicanos (60%), puertorriqueños (14%), centroamericanos (10%) y cubanos (4.6%).
Según la Oficina del Censo, hay más de 250 000 personas de origen nicaragüense con ciudadanía estadounidense y mayores de 17 años. La mayoría están aptos para votar en las elecciones presidenciales de este tres de noviembre, pero deben registrarse si desean hacerlo. Ello implica que el voto nicaragüense, dentro del voto latino, correspondería a menos del 1%.
¿Cómo votan los latinos y los nicaragüenses?
Demócratas o republicanos, son las opciones en ese país cuyo sistema político es bipartidista. Los latinos como grupo tienden a votar más por los demócratas, pero al separarlos por nacionalidad, las tendencias varían, explica el profesor de Política y Relaciones Internacionales de la Florida International University (FIU), Eduardo Gamarra.
“Aunque no se han hecho estudios específicos sobre la comunidad nicaragüense, hay una tendencia a agruparlos con otros centroamericanos. Y cuando uno agrupa a los nicaragüenses con los otros centroamericanos, se vuelven mucho más demócratas que republicanos. Cuando uno separa, vemos que el voto nicaragüense, después del cubano, es el voto más republicano, aunque sigue habiendo un porcentaje muy importante de nicaragüenses que dicen ser demócratas”, detalla.
Valdivia, por ejemplo, este año votó tempranamente por Joe Biden y siempre ha votado por los demócratas, como la mayoría de personas de California, considerado un estado “azul”, color representativo de ese partido. Alshire, por el otro lado, se denomina republicana, como la mayoría en Texas, un estado “rojo”, donde siempre gana ese partido.
En el noreste del país, en Maryland, Vargas fue republicano, pero hoy día votará por el partido demócrata; y en Nueva York, Artola dice identificarse más con los demócratas, pero desde una postura crítica. En Florida, Bonilla prefiere reservarse por quién votará, pero deja algunas pistas en sus opiniones.
¿Qué aspectos toman en cuenta los latinos al votar?
El voto de los hispanos se decide en torno a la agenda de la política doméstica norteamericana y las preocupaciones de este grupo poblacional, explica José Miguel Cruz, director de investigaciones del Centro Kimberly Green para Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la Florida International University (FIU).
“Lo importante son sus condiciones locales, el estado de la economía, la posibilidad de tener un buen trabajo, cómo los trata el sistema”, comenta Cruz, a lo que Gamarra agrega que, en este momento, un tema ineludible es la pandemia de coronavirus y sus consecuencias. “Los hispanos han sido extraordinariamente afectados por el tema de la covid, sobre todo porque al perder sus empleos, también han perdido su cobertura médica”, explica.
La inseguridad es otra de las principales preocupaciones de los votantes latinos en Estados Unidos. El tema de las políticas migratorias no es central para esta población.
Gamarra explica que, si bien afectan a la comunidad hispana, no impactan en la vida de los hispanos que votan, debido a que ya son ciudadanos estadounidenses. “Lo curioso es que cuando uno hace la misma pregunta a los blancos ciudadanos de este país, está entre la primera o segunda opción de mayor preocupación, pero por diferentes motivos: el blanco quiere restringir la migración, especialmente el identificado con Trump; y el latino que es votante, no le preocupa, a menos que lo esté por su familia o amigos indocumentados o en vías de legalizarse”.
El voto nica y la política de EE. UU. hacia el régimen de Ortega
Cruz explica que, en general, las propuestas de los candidatos en política exterior, en particular hacia el país de origen, suele estar en segundo plano para los latinos, aunque existe la excepción del sur de Florida, donde la población latina es significativa y donde cubanos y venezolanos, por ejemplo, sí ponen atención a este aspecto.
Sucede también con algunos nicaragüenses, para quienes parece ser crucial la postura de los candidatos hacia Nicaragua y hacia el régimen de Daniel Ortega.
“Lo que llama más el interés de la comunidad nicaragüense en las elecciones norteamericanas es lo que pasó en el 2018. Entonces está en su mente quién puede tener más influencia en el destino Nicaragua, si un republicano o un demócrata”, dice Valdivia, refiriéndose a la masiva rebelión ciudadana que estalló en abril de 2018 contra el Gobierno de Ortega y la represión con la que respondió, dejando más de 300 muertes, miles de heridos, cientos de presos políticos, decenas de miles de exiliados y una crisis sociopolítica que persiste, ante la negativa del presidente Daniel Ortega de permitir una salida pacífica a través de elecciones libres.
“Creo que en la memoria colectiva también Ortega y Jimmy Carter (presidente demócrata entre 1977 y 1981) son figuras que están asociadas. Los nicaragüenses responsabilizan a Jimmy Carter del ascenso de Daniel Ortega al poder y resulta que, 41 años después, Daniel Ortega está ahí en el poder, y se asocia a Joe Biden (demócrata) con la posibilidad de que Daniel Ortega continúe en el poder. También el nicaragüense recuerda que quien se opuso a Daniel Ortega en los 80 se llama Ronald Reagan (presidente entre 1981 a 1989) que era republicano, añade Valdivia.
“Yo quisiera ver a alguien que me diga ‘si yo gano, es mi palabra que vamos a sacar a esa persona (Ortega) de ahí del puesto’. Yo me inclinaría a votar por esa persona, aunque fuera de un partido diferente”, asegura Ailshire.
Para Bonilla, los nicaragüenses que votan deberían pensar en Nicaragua también. “Si estudiamos cada plan de campaña, vemos a uno que va a efectuar sanciones, que va a efectuar presión para que haya democracia en nuestros países. Vas a votar no solo por vos, sino por Nicaragua, por Venezuela…”, agrega.
Sin embargo, los expertos consideran que ese no debería ser un dilema para los votantes nicaragüenses. “Hay un consenso generalizado en este país, republicanos y demócratas, que el régimen del señor Ortega es una dictadura que viola sistemáticamente los derechos humanos. El hecho de que haya un cambio de gobierno no significa que habrá un cambio de política hacia Nicaragua. Más bien creo que veremos muchísima continuidad. Tampoco esperemos que si el señor Trump se queda de presidente, el 21 de enero habrá una invasión de Nicaragua o de Venezuela y que, de repente, viviremos todos felices sin esos dictadores”, advierte Gamarra.
De ideologías, principios y valores
En un escenario en que el partido Republicano se asocia a la derecha y a los valores conservadores y el Demócrata a la izquierda y a una visión progresista, algunos nicaragüenses escogen el partido según coincidan sus ideales.
Es el caso de Artola. “Ahorita el tema de la violencia policial, del racismo que existe en este país, del racismo institucional, son temas que nos interesan. Trump obviamente que ha demostrado que tiene pensamientos racistas y xenófobos”, argumenta.
Pero Gamarra dice que ese no es un tema generalizado entre los latinos y que, incluso, existe aversión hacia el movimiento antirracista Black Lives Matter. "El hispano en este país, casi el 50% se considera blanco... Acá en la Florida, por ejemplo, especialmente donde somos la mayoría, es muy fácil actuar como mayoría. No nos consideramos sujetos de la lucha por los derechos civiles. Creemos en el sueño americano, que podemos llegar lejos trabajando duro porque vamos a trepar y al final los más blancos se mimetizan y se blanquean mientras más trepan en la escala social. Son dos mitos".
“Decidí unirme al Partido Republicano, principalmente porque ellos tienen a favor la vida, reconocen que hay vida en un feto”, expresa Ailshire, una opinión que comparte Bonilla.
“El partido Demócrata está un poco más identificado con los pobres, con la gente con más necesidad, mientras que el partido Republicano está identificado con la gente rica, con la gente de dinero”, considera Vargas.
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Cruz explica que aunque hay analistas que consideran que los candidatos conservadores tienen más potencial de crecimiento entre la comunidad latina por el tema de los valores conservadores, al final, para los hispanos es más importante que el candidato apoye un rol central del Estado como proveedor de apoyo a los ciudadanos, una posición propia de los demócratas.
La democracia en juego
Existe otro tema que marca la discusión en estas elecciones presidenciales estadounidenses: la continuidad y solidez de la democracia. La preocupación existe a raíz de que el actual presidente se mostrara dudoso de reconocer los resultados en caso de que no le favorezcan. Trump también ha sembrado dudas sobre la legitimidad del voto por correo.
“Para mí eso es una alarma fuerte, porque esas son las bases de la democracia. Veo tantas similitudes entre Trump y Daniel Ortega. Siento que él usa el mismo vocabulario, incentiva a que grupos violentos salgan a agredir a quien sea que no esté de acuerdo con ellos y Daniel Ortega usa la misma dinámica”, dice Artola.
“Creo que lo que está en peligro en estas elecciones no es tanto un aspecto ideológico de republicanos versus demócratas, sino lo que está en peligro es el sistema político norteamericano. (Trump) está obsesionado con hacer valer su posición de carácter personal, por lo cual, a mi juicio, es un mensaje negativo para muchas otras sociedades en el mundo, incluyendo la nicaragüense”, reflexiona Valdivia.
La actuación de Trump es la razón por la que Vargas ya no se identifica como republicano. “El partido Republicano no es el mismo partido, podemos ver que Trump no ha seguido las líneas democráticas que esta gente seguía”, valora.
“Hay mucha tensión en los espacios públicos de discusión política. Hay mucha tensión por el resultado de las elecciones, por lo que puede pasar. Hay incertidumbre con respecto a lo que puede suceder en las selecciones y posterior a las selecciones, se asemeja más a lo que vivimos en América Latina”, comenta Cruz.
¿Pesa el voto nica en el resultado de la elección?
En un universo de casi 240 millones de personas aptas para votar, el voto nica, numéricamente, es ínfimo (aproximadamente 0.10%). Sin embargo, en una elección indirecta como la de Estados Unidos, en la que cuentan los votos electorales de cada estado asignados al partido ganador -y no el voto popular-, hay estados conocidos como “swing states” o “battleground states”, en donde la contienda suele ser siempre muy reñida.
A diferencia de Texas, donde históricamente gana el partido Republicano, o California, en que siempre ha ganado el partido Demócrata; en Florida, cuyos votos electorales son 29 de los 538 totales, no hay nada seguro. Es un estado en disputa.
En Florida el voto nicaragüense representa el 3% del total del voto latino, con 109 000 personas aptas para votar.
- Lea también: El ‘voto nicaragüense’ en Estados Unidos
“Por lo menos desde el año 2000, en la Florida, el ganador ha ganado por menos del 2%. ¿Qué significa esto? Significa que cualquier grupo puede definir el resultado final de la elección. Cada voto en una elección tan cercana cuenta, por lo que te digo que el voto nicaragüense sí es extraordinariamente importante en ese estado, porque podría, al final, determinar el ganador en la Florida y, por lo tanto, determinar quién será el próximo presidente de este país”, explica Gamarra.
Finalmente, el analista advierte de la responsabilidad al elegir y del peligro al que se enfrenta la comunidad latina: el de las noticias falsas en medio de la campaña para manipular la decisión de los votantes, con un fuerte componente de teorías de conspiración (como la de QAnon), con mensajes racistas y antisemitas. Así lo reveló también recientemente un artículo de The Guardian, que asegura que particularmente los latinos en lugares clave como Texas, Florida y Arizona son bombardeados con noticias falsas y engañosas.
“El anhelo de vivirlo en Nicaragua”
Los nicas de nacionalidad estadounidense viven la fiesta electoral con pasión y entusiasmo. “Yo me siento honrada de estar aquí y ser una ciudadana americana que puedo votar y puedo elegir sin temor de que se me vaya a castigar o por el temor de que algo le pueda pasar a mi familia”, expresa Ailshire.
Vargas aprovecha para alentar al resto de nicas que pueden votar a que ejerzan su derecho. “El voto aquí vale, el voto aquí hace cambios. Que se levanten temprano, vayan a votar porque eso es lo que hacen los cambios en este país”.
“Ese entusiasmo es porque queremos para Nicaragua lo mismo que vive la gente en los Estados Unidos o Europa, o ahí nomás en Costa Rica. Queremos un país en el que puedan participar todos sus ciudadanos en elegir y decidir cómo vivir”, concluye Valdivia.
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