24 de febrero 2021
No tienen una “vida normal”. No pueden salir de sus hogares todos los días. No pueden tener un trabajo que les implique salir de sus casas. Sus hijos tuvieron que dejar de estudiar, no pueden jugar en las calles y quienes los visitan son requisados por oficiales de la Policía. Esa es la realidad de tres opositores que denuncian la “saña” con la que han sido tratados por disentir con el régimen de Daniel Ortega.
En el programa Esta Semana, la madre del exreo político Melkissedex López, Martha Alvarado, el excarcelado político Ricardo Baltodano y la abogada Danelia Argüello, denunciaron que la Policía no los deja “vivir en paz”, en alguno casos, desde hace más un año. Les han impuesto una constante vigilancia fuera de sus hogares, les impiden ilegalmente salir de sus propiedades y les recetan cárcel cuando los encuentran en las calles.
El pasado 16 de febrero, la abogada Argüello fue detenida “arbitrariamente” mientras se tomaba un café en la casa de uno de sus vecinos que habita a dos casas de su propiedad. Ambos fueron obligados por los oficiales de la Policía a caminar esposados --por varias cuadras-- hasta llegar a la estación policial de Somoto, Madriz.
La abogada, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), explica que ese día decidió salir de su casa porque vio que los policías “no estaban fuera”, pero el “castigo” que recibió de los oficiales fue ser exhibida con esposas en sus manos sin haber cometido ningún delito.
“El teniente Marlon Báez llegó con insultos a decirnos que nos movieramos, que dejaramos de joder, de perturbar, que lo que estabamos haciendo —tomandonos un café frente a la casa— era ilegal”, detalla.
La opositora explica que el teniente los obligó a caminar, según les gritó a otros oficiales que llegaron en una patrulla, para que “aprendan” a no salir de su casa.
El asedio policial en su propiedad se ha vuelto “constante” desde el 19 de diciembre de 2020. “Si ellos están afuera no podemos salir. Yo no puedo salir, no puede salir mi hija, que este año le tocaba entrar a la universidad y le habían dado una media beca en la UCA (Universidad Centroamericana) y, por esta situación, no pudo ingresar. Para mí es sumamente doloroso que ella pierda su año de universidad porque ellos (los policías) no nos están dejando salir a la calle”, lamenta.
Más de 200 asedios policiales en 16 meses
En casos como el de Baltodano, el asedio policial ya tiene más de un año. El opositor ha contabilizado, en 16 meses, al menos 200 ocasiones en que los oficiales lo asedian, hostigan e impiden que salga de su hogar.
El expreso político indica que las patrullas de la Policía empezaron a llegar desde octubre de 2019, luego que participó de un hablatón por la libertad de los presos políticos, dos meses después de haber sido excarcelado.
Explica que las llegadas de las patrullas policiales han variado, durante los primeros meses fue “por varias semanas consecutivas” y, posteriormente, bajaron a “una o tres veces por semana”.
Hasta enero de 2020, Baltodano asegura que se fue “acomodando” y “salía” de su casa antes que llegaran los oficiales y retornaba cuando sabía que ya se habían retirado. Sin embargo, denuncia que a partir del 18 de diciembre de 2020 “comenzaron con otro tipo de ofensiva de todo un día de acoso y, prácticamente, ha sido ininterrumpida”.
Dicha situación —prosigue— lo ha privado de su libre circulación y lo ha obligado a “buscar un lugar seguro donde pueda restablecer mi sistema nervioso, trabajar o hacer algunas cosas como leer. Algunas veces me levanto a las 6:00 de la mañana y lo primero que hago es encender el celular para ver si están afuera”.
El opositor valora que, entre otras razones, la persecución en su contra se debe a que está organizado en el Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX), donde participan hombres y mujeres perseguidos por el régimen de Ortega.
“Me tienen secuestrada” en mi casa
Familiares de excarcelados políticos también denuncian asedio policial constante en sus hogares. La madre del exreo político Melkissedex López señala que desde hace más de seis meses está “secuestrada” en su propia casa, pues oficiales de la Policía llegan “de lunes a lunes” y no le permiten salir.
Además, Alvarado es parte de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) y realiza un trabajo de coordinación de territorios en el distrito VII, en Managua, por lo que considera que la persecución también se debe al trabajo que realiza en coordinación con las bases.
La madre denuncia que el asedio se intensificó luego que participó, en agosto pasado, de un plantón de la Asociación de Familiares de Presos Políticos, misma de la que es miembro porque su hijo fue encarcelado “injustamente” por 386 días.
“Yo no voy a dejar solas a las otras madres que todavía tienen presos a sus hijos, yo sé lo que es verlos encerrados injustamente”, afirma.
La mujer señala que, desde que empezó la lucha por la libertad de los presos políticos, ha sido detenida injustamente, golpeada, arrastrada, asediada y hostigada por oficiales de la Policía y, ahora, es impedida tener un trabajo y su familia es sometida a hostigamientos.
“Me tienen secuestrada, acorralada, no me dejan salir, aquí hay niños, al que viene le piden cédula, me quedé trabajando con mis productos de la Avon, porque con esta situación no puedo tener trabajo fijo y al hombre que entrega le revisan el camión, a mi esposo le piden que se estacione en otro lugar para ellos poder estar frente a la casa”, denuncia.
Libertades antes de las elecciones
Argüello recalca que para las próximas elecciones de noviembre deben existir condiciones, que pasan por el restablecimiento de las libertades, pues será más difícil organizar —en este contexto de asedio constante— a todas las bases que no tienen acceso a las nuevas tecnologías.
Baltodano rescata que serán clave las acciones que dirija la comunidad internacional, al mencionar la importancia de una reforma electoral y la observación nacional e internacional.
Alvarado anima a “no perder la fe” en que, una vez estén cerca las elecciones, se alcanzará esas libertades y la oposición “cerrará filas, hará un solo bloque, vamos a ir contra la dictadura y los vamos a tumbar, se van a tener que ir y no vamos a perder la fe”.