3 de enero 2020
La líder estudiantil Amaya Coppens y su familia han sufrido cuatro días consecutivos de asedio, desde que la dirigente universitaria fuera excarcelada por segunda ocasión, el pasado lunes 30 de diciembre de 2019. Según denunció un día después que paramilitares lanzaran aceite quemado en su vivienda, ubicada en Estelí, los orteguistas anduvieron rondando por su calle.
“Todas las noches han atacado de alguna manera la casa, lanzando piedras, tiros al aire, morterazos al aire, y lo último fue el miércoles que tiraron aceite quemado en todo el muro de afuera y el día de ayer también estuvieron rondando para intentar amedrentar”, afirma.
Estas agresiones directas han ocurrido al final de la noche y durante la madrugada, provocándole a ella y su familia un agotamiento físico y mental por el temor que los ataques trasciendan y atenten en contra sus vidas, como ya ocurrió hace unas semanas cuando dos de sus hermanos fueron golpeados por una turba orteguista en Chinandega.
“Esta es una amenaza constante que en más de una ocasión ya han pasado a las acciones. Y ya sabemos que es para decirnos que aunque estemos afuera, no estamos realmente libres ni tampoco seguros”, dice Coppens, quien posee medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Desde el inicio de las protestas en contra del régimen Ortega Murillo, en abril de 2018, la estudiante de medicina, Amaya Coppens se convirtió en una de las líderes universitarias más representativas. Por eso, fue arrestada por primera vez el 25 de agosto de ese año; diez meses después fue excarcelada. El 15 de noviembre de 2019 fue arrestada por segunda vez, tras llevar agua a las madres de los presos políticos que hacían huelga de hambre en la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya.
Pendiente de juicio
“La excarcelación fue simplemente eso, porque ni siquiera se ha cerrado el caso, nuestro juicio todavía estaría pendiente para el 30 de enero. Simplemente nos cambiaron las medidas cautelares, estamos bajo el régimen de convivencia familiar. Esto es parte, también, de esa amenaza, de decirnos que en cualquier momento nos van a volver a cambiar las medidas cautelares”, dice.
Asi fue violentada la vivienda de la ex presa política excarcelada Amaya Coopens el dia de hoy por fanáticos orteguistas que ciegos de odio agreden y violentan al pueblo indefenso.#SOSNicaragua #AquíSíHayDictadura #ProhibidoOlvidar pic.twitter.com/akxFuE9BZS
— Unión De Presas Y Presos Políticos Nicaragüense (@UPPN19) January 1, 2020
A pesar que el lunes fueron liberadas 91 personas, el régimen mantiene en las cárceles a más de 65 presos políticos. Entre ellos, a Marvin Vargas, quien está arrestado y en confinamiento desde antes de abril de 2018, señala Coppens, quien es parte de la Articulación de Movimientos Sociales.
Tras haber denunciado todas estas acciones en contra de ella y su familia, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) presentó ante el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, un informe en el que actualiza la situación de riesgo que vive la familia de Coppens.
“Partidos políticos deben integrase a la gran coalición”
Asimismo, Coppens aseguró a 100% Noticias que debe haber una gran coalición opositora a través de la unidad de los diferentes actores y organismos que se han mantenido a favor de los nicaragüense.
“Lo más importante es la unidad de todos los nicaragüenses y dejar al lado intereses propios, intereses personales para realmente trabajar por lo que es nuestro objetivo que son claros y que han sido claros o esperando que se sumen aquellos que no se han sumado y obviamente con las condiciones establecidas de velar por el bienestar común de todos” dijo.
Sin embargo, aclaró que, aunque está de acuerdo con que esa coalición exista representatividad de los partidos políticos, deberán tener algunas condiciones.
“Hemos podido ver como en la historia hay ciertos factores políticos que han quedado marcados de alguna manera y de los cuales hay mucha desconfianza; sin embargo, son actores que deben de tomarse en cuenta, pero claramente con condiciones. Aquí no es de darle carta blanca a cualquiera para salir del asunto y hay personajes que también nos han demostrado en diversas ocasiones que no es el bienestar común lo que le importa, si deben integrarse, pero con condiciones bien claras”, asegura Coppens.
Queman vivienda de periodista exiliado
El asedio y la acciones violentas también las han sufrido los periodistas exiliados. El martes pasado, el periodista Winston Potosme denunció varios daños a su vivienda, ubicada en Niquihomo, después que algunos desconocidos la apedrearan e incendiaran una camioneta.
Según afirmó el incendio ocurrió dos horas antes de la medianoche del 31 de diciembre pasado, cuando un sujeto le prendió fuego a una camioneta estacionada en el garaje y esta fue calcinada completamente.
Quiero decir que mi familia está bien, mi padre está bien igual que mis tías. El fuego ya fue controlado. Esta fue la segunda vez que lo hacen, la primera no lo lograron ahora si. Gracias a Dios todo bien. La pagaran malditos sandinistas
— Atómico (@nicaperiodista) January 1, 2020
Al momento del incendio, la vivienda se encontraba sola y, según Potosme, quien está exiliado desde hace un año en Estados Unidos tras ser herido de bala durante las últimas marchas antigubernamentales de 2018, el propósito era que, al incendiar el vehículo, también de quemara un pequeño taller familiar de reparación de electrodomésticos, situado a la par del estacionamiento y donde habían tanques de oxígeno y gas butano, sin embargo, las llamas se pudieron apagar antes de propagarse.
**Con información de EFE**