14 de agosto 2021
El allanamiento policial y la "investigación" en contra del diario La Prensa, el único de circulación nacional en Nicaragua, resaltó el agravamiento de la escalada represiva del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de los medios de comunicación independientes. El asalto generó el rechazo y condena de la comunidad nacional e internacional.
El allanamiento de La Prensa empezó al mediodía del viernes y continuó hasta las cuatro de la madrugada de hoy, con la detención del gerente Juan Lorenzo Holmann, quien fue llevado por la Policía en su vehículo, custodiado por dos patrullas, a la cárcel de El Chipote.
La policía incautó y trasladó en camiones computadoras, archivos contables, cajas de documentos, y una cantidad indeterminada de bienes de las bodegas de La Prensa. Según los periodistas, testigos del allanamiento, el gerente y secretario de la Junta Directiva Juan Lorenzo Holmann fue llevado a la Dirección de Auxilio Judicial para firmar unos documentos, pero al amanecer de este sábado aún se encontraba detenido mientras el periódico sigue ocupado por la Policía.
Según la Policía, Editorial La Prensa y sus directivos están siendo “investigados” por los delitos de "defraudación aduanera, lavado de dinero, bienes y activos, en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense”.
También el presidente Ortega, en su discurso de este viernes 13 de agosto por la noche en el acto del 41 aniversario de la Fuerza Naval, acusó al diario La Prensa de calumniar al Estado y recetó cárcel para quienes, valoró, “cometen delitos”.
“Decían que se habían quedado sin papel y que por eso no podía salir ese diario, pero hoy llegó (allanó) la Fiscalía, la Procuraduría, la Policía y encontraron cantidades de papel. Cuando se miente de esa manera, cuando se calumnia al Estado, ahí se está cometiendo un delito. En cualquier parte del mundo eso es un delito”, dijo Ortega.
“Se está investigando cuánto de ese papel que han introducido está libre de impuestos… lo han dedicado para el periódico y cuánto han dedicado para hacer negocios. El periódico es otro negocio, porque el periódico no lo regalan y si alguien quiere colocar un anuncio tiene que pagarlo y deberían pagar impuestos”, continuó el mandatario.
Para la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, el allanamiento a La Prensa fue prácticamente “una ocupación manu militari” y las bodegas que “permanecen bajo custodia policial”, se han convertido “en el cuerpo del delito”.
“Es un ataque a la libertad de expresión, pero además es un ataque generalizado a la población porque no solo criminaliza a los dueños de La Prensa y los periodistas, sino que también priva a la población de mantenerse informada”, valoró Núñez.
📢Mientras la Policía saqueaba con un camión, cajas con material de @laprensa, personal administrativo permanece retenido en las instalaciones, SON REHENES DE LA DICTADURA ORTEGA MURILLO. EXIGIMOS QUE LES RESPETEN LA INTEGRIDAD PERSONAL. pic.twitter.com/JZbvGvwZ5L
— Cenidh (@cenidh) August 14, 2021
“Deliberados actos de censura"
El Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (RELE-CIDH), Pedro Vaca, advirtió que las libertades civiles y políticas en Nicaragua "han entrado en una fase crítica", donde las autoridades locales "exprimen toda la capacidad policial, judicial y carcelaria del Estado para barnizar de legalidad lo que en realidad son flagrantes abusos de autoridad y deliberados actos de censura".
"La CIDH y su RELE condenan la constante persecución oficial a la prensa en Nicaragua y recuerdan que las presiones directas o indirectas dirigidas a silenciar la labor de la prensa afectan el debate democrático y son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión", señaló la CIDH en un hilo de Twitter.
La @CIDH y su @RELE_CIDH condenan la constante persecución oficial a la prensa en Nicaragua y recuerdan que las presiones directas o indirectas dirigidas a silenciar la labor de la prensa afectan el debate democrático y son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión.
— CIDH - IACHR (@CIDH) August 13, 2021
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) recordó que esta nueva embestida del régimen se produjo un día después de que La Prensa denunció un bloqueo a las importaciones de papel periódico y condenó "la actitud hostil y anti libertad de prensa" de Ortega y Murillo.
"Reiteramos nuestro respaldo a la prensa independiente nicaragüense en medio de la crisis social y política, e instamos a los organismos internacionales a pronunciarse de manera continua y enérgica contra la escalada represiva y la persecución a la prensa y a líderes opositores", destacó el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet.
Un llamado a respetar la libertad de prensa
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE. UU. denunció que el allanamiento policial a La Prensa fue hecho "sobre la base de dudosas denuncias de irregularidades fiscales" y demandó al régimen de Ortega y Murillo que "respete la libertad de expresión", en lugar de "actuar para silenciar los informes independientes".
También el Gobierno de Costa Rica condenó el allanamiento al diario La Prensa e hizo un llamado a respetar la libertad de expresión que es “un pilar fundamental de la institucionalidad democrática'', dijo el canciller costarricense, Rodolfo Solano, en una breve declaración enviada a los medios.
Por su parte, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, pidió una "condena internacional firme" contra el Gobierno de Nicaragua por los "abusos" contra el diario La Prensa, que dejó de publicar su edición impresa y es investigado por blanqueo.
"La policía de Ortega asaltó las oficinas de La Prensa y cortó el acceso a internet. Los periodistas están incomunicados. Debe haber una firme condena internacional frente a este nuevo abuso de la dictadura Ortega-Murillo", escribió Vivanco en su cuenta de Twitter.
El Comité de Protección a Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) expresó preocupación por el allanamiento a La Prensa y demandó que la Policía se retire de las instalaciones del diario y "cese los abusos contra el medio de comunicación y sus trabajadores".
Un diario perseguido por décadas
El jueves pasado La Prensa se quedó sin papel para continuar circulando a nivel nacional de forma impresa, ya que la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) mantiene retenida la materia prima importada. Esta es una práctica reiterada en contra del diario más antiguo del país.
La persecución del Frente Sandinista contra La Prensa inició en 1980 y con el paso de los años fue incrementándose. En aquella época, más del ochenta por ciento del material editorial, noticioso y publicitario del diario La Prensa fue suspendido día a día por la Dirección de Medios de Comunicación, relata el reportaje La Censura en los 80 publicado en la revista Magazine.
Entre julio y octubre de 1981, La Prensa fue cerrada en cinco ocasiones. Al asedio de la Dirección de Medios, se sumaba el de las turbas sandinistas que tomaron la costumbre de visitar las instalaciones de La Prensa para tirar piedras, morterazos y rayar las paredes.
Entre 2018 y 2019, después de una ola de protestas masivas de la población, el gobierno sandinista impuso un bloqueo aduanero similar al de ahora, que afectó a la empresa que también publica el diario Hoy.
Antes de su muerte el pasado 28 de julio, el presidente de la Junta Directiva de La Prensa, Jaime Chamorro Cardenal, afirmó que el diario estaba inmerso en la peor crisis de su historia y señaló al presidente Ortega, como el “peor enemigo” del periódico en sus 95 años de existencia.