19 de noviembre 2020
La huella de destrucción que dejó el huracán Iota en el Caribe Norte y la región Norte de Nicaragua aumenta cada hora. Los alcaldes liberales denuncian el abandono del régimen de Daniel Ortega en los municipios opositores, mientras lamentan “no tener” los recursos necesarios para responder a centenares de afectaciones en caminos, cultivos, y en viviendas inundadas, destruidas o semidestruidas.
El llamado de auxilio de las comunas lideradas por opositores —ante el “abandono” del Gobierno Central— es que las organizaciones u organismos internacionales que donan víveres, medicinas o insumos para construir viviendas sean quienes entreguen la ayuda humanitaria “directamente” en las zonas afectadas, pues temen que por no militar con el Frente Sandinista —como les ocurrió con el huracán Eta— sean excluidos de cualquier “apoyo” o “beneficio”.
La vicealcaldesa del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) en Murra, Ninoska Cruz, en una entrevista con el programa Esta Noche envió “un S.O.S.” a la diplomacia y organismos nacionales e internacionales por los municipios opositores, que detalla cómo han trabajado “solos” y “sin el apoyo de las instituciones del Estado” frente a las afectaciones que ha dejado el huracán Iota.
“Pido a los embajadores de diferentes embajadas en Nicaragua que no olviden a la Alcaldía de Murra, que nuestra gente está necesitada… y, por favor, a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que ellos se encarguen de distribuir la ayuda, porque como Alcaldía yo pienso que vamos a quedar siempre olvidados, únicamente, por no pensar como piensa el presidente (Ortega)”, señala.
La Alcaldía de Murra contabilizaba hasta este miércoles, 18 de noviembre, un total de 42 viviendas semidestruidas y un 90% de caminos deshechos en 63 comarcas tras el paso del huracán Iota.
Algunas de las comarcas más perjudicadas, según Cruz, fueron todas las cercanas a El Rosario, tales como: Arenales, La Selva y Congoja.
La comuna advirtió que tienen identificadas graves afectaciones, aún no cuantificadas, en cosechas de café y frijoles.
“Son bastantes las familias afectadas, es triste y por eso mando un S.O.S. para que nos ayuden de urgencia, porque aquí estamos solos, solos”, sentenció la vicealcaldesa de Murra.
San José de Bocay y Jinotega “golpeados” por Iota
Monseñor Carlos Enríque Herrera, obispo de Jinotega y presidente de Cáritas Nicaragua, lamentó el “fuerte golpe” que dejó el huracán Iota en Nicaragua, especialmente en ese departamento. El religioso explicó que las zonas más afectadas en Jinotega, según la información que han logrado recoger como organización, fueron San José de Bocay, Santa María de Pantasma y Wiwilí.
En una entrevista con Esta Noche, el obispo explicó que las necesidades más urgentes en estos municipios son víveres, ropa y reconstruir las viviendas afectadas en zonas más alejadas de los ríos o quebradas.
Maritza Herrera, parte del equipo de Cáritas en Jinotega, detalló que por ahora tienen registro de 25 familias que perdieron sus viviendas en la comunidad Maleconcito, en Wiwilí, y en San José de Bocay contabilizan ocho comunidades con reportes de evacuaciones de familias afectadas por la pérdida total o parcial de sus casas.
En el municipio de Santa María de Pantasma también cuantifican siete viviendas destruidas y evacuaciones en la comunidad El Aserrío por la crecida del Río Pantasma. Además, reportan incomunicadas a las comunidades Yahoska y El Bote, del municipio El Cuá, por las crecidas de ríos y quebradas.
Herrera explica que en el caso del municipio de San Sebastián de Yalí, en Jinotega, también registran daños en viviendas de la comunidad La Rica, mientras en zonas más rurales de la cabecera departamental conocen de pérdidas en cosechas de maíz y frijoles debido a las inundaciones que provocó el huracán Iota.
Karawala, en el Caribe Sur, está “devastada”
La situación de destrucción y desamparo se extiende en el Caribe. En Karawala, ubicada cerca de la desembocadura del Río Grande, de la Costa Caribe Sur, la destrucción es casi total, señala el líder comunitario Rendel Hebbert.
El también secretario de la Alianza de Pueblos Indígenas de Nicaragua (APIAN) afirma que, aunque la comunicación con Karawala es casi misión imposible, logró conversar con algunos comunitarios que le informaron de docenas de viviendas con daños parciales y totales tras el paso de Iota.
“Las comunidades indígenas y afrodescendientes están gravemente afectadas y continuarán siendo afectadas por estas lluvias. No hay una verdadera atención estatal, muchos están sufriendo hambre, sed, y siguen sin recibir una respuesta”, denuncia Hebbert.
Las necesidades más urgentes que tienen los comunitarios de Karawala —como ocurre con miles de damnificados en el Caribe Norte— son acceso a agua potable y víveres, atención en salud, kits de higiene e insumos con los que puedan reconstruir sus viviendas.
Hebbert apunta que el grave problema en Karawala es que “ni siquiera pueden intentar seguir adelante solos, porque perdieron su manera de subsistir. Sus cultivos fueron destruidos, las herramientas de pesca también y la comida casi no llega porque no se han habilitado normalmente el tránsito de botes que lleven alimentos”.
El líder comunitario coincidió en la urgencia de que el Gobierno Central, la comunidad internacional y organizaciones civiles ofrezcan apoyo urgente a las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes en el centro y Caribe de Nicaragua.
Las plataformas Nicaragüenses en Mundo y Nicaragüenses en el Exilio, a través de un comunicado publicado este miércoles, solicitaron a la comunidad internacional —ante la ausencia del Gobierno Central— que se “solidarice y envíe pronta ayuda a la población” afectada por Iota.
El documento, firmado por ambas plataformas, solicita además que los organismos u organizaciones que envíen ayuda humanitaria establezcan “candados suficientes que aseguren el uso transparente y despartidizado de la ayuda”, usando los canales de las organizaciones de sociedad civil e iglesias para que estos distribuyan las donaciones.