23 de noviembre 2015
Las investigaciones para identificar las causas del accidente de helicóptero ocurrido el pasado martes en el río San Juan y cobró la vida de cuatro personas —entre ellas la del exministro de la Presidencia y empresario Antonio Lacayo Oyanguren—, continúan a cargo de los especialistas de la Comisión de Investigación de Accidentes, nombrados por el Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil (INAC).
A seis días del siniestro, los avances o resultados de la investigación aún se desconocen. Lo único que se ha revelado es que durante las labores de búsqueda, salvamento y rescate se lograron recuperar casi todas las piezas del helicóptero y que el miércoles éstas fueron trasladadas a Managua para proceder con la investigación.
El helicóptero caído es un Bell modelo 206 L-4, propiedad de la empresa Helicópteros de Nicaragua S.A. (Helinica), del economista y empresario Alejandro Martínez Cuenca. En las oficinas de Helinica nadie ha estado disponible para consultas.
Tras el accidente, sin embargo, la empresa emitió un par de comunicados, primero informando sobre el accidente y luego asegurando que “Helinica colabora con la Comisión Investigadora nombrada por el INAC para establecer las causas que provocaron el accidente”.
Fuentes de la empresa indicaron a Confidencial que por normas de la investigación, revelar sus avances o resultados dependerá del INAC.
El artículo 238 de la Ley General de Aeronáutica Civil (Ley 595) establece que “la investigación de los accidentes e incidentes de aviación se sujetará a las normas y procedimientos establecidos en convenios internacionales ratificados por Nicaragua, y las regulaciones técnicas emitidas por el INAC para tal fin, y su fin es la prevención de los mismos”.
“Es decir que el objetivo de la investigación no es encontrar culpables, sino prevenir”, aseguró una fuente del INAC.
¿Mal clima?
El día del accidente, la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, dijo que en la zona del accidente había mucha neblina. Sin embargo, esto no se ha establecido oficialmente como la causa del accidente.
El helicóptero de matrícula YN-ISA era piloteado por el nicaragüense Juan Francisco Lemus Rivera, de 47 años, quien residía en Estados Unidos, pero hace tres meses había regresado al país para trabajar en una empresa propia de fumigación en Occidente y realizar vuelos de Helinica. Se ha dicho que Lemus, con formación en Rusia, Medio Oriente y otros países, era un experimentado y reconocido piloto, con unas 9,000 horas de vuelo.
En febrero del 2014, el INAC otorgó a Helinica el Certificado de Operador Aéreo (COA) para el transporte aéreo comercial en helicópteros. La empresa opera a nivel nacional y centroamericano con una flota de tres helicópteros: dos Robinson R-44 Raven y el Bell 206 L-4 Longranger, destruido en el accidente, que además de servir para viajes de turismo y ejecutivos estaba habilitado para traslado por emergencias médicas hacia hospitales nacionales o en el resto del istmo.
El helicóptero Bell, con capacidad para 5 pasajeros y equipado con aire acondicionado, podía alcanzar una altitud máxima de 10,000 pies (3,048 metros) y una velocidad de crucero de 203 kilómetros por hora.
Norteamericanos eran expertos de la industria cítrica
- Socios en Florida califican de “irreparable” la pérdida de ambos ejecutivos, según diario local.
Los dos ejecutivos norteamericanos que fallecieron en el accidente del helicóptero el martes pasado en el río San Juan, junto al exministro de la Presidencia y empresario Antonio Lacayo Oyanguren, y el piloto nicaragüense Juan Francisco Lemus Rivera, eran dos reconocidos expertos de la industria de cítricos en Florida, Estados Unidos.
Según una nota del diario The Tampa Tribune, la muerte de ambos ejecutivos “asesta un duro golpe a la firma comercial agrícola de la Florida”, según miembros de la industria que lamentaron la pérdida de la experiencia y visión para los negocios “difícil, si no imposible, de reemplazar”.
Philip Wendell Tope, de 72 años, era responsable de operaciones de Tampa Juice Service Inc. desde 1993 y según la publicación era considerado el “patriarca de cítricos de Florida”. Su cuerpo fue el primero que se rescató de las aguas del río San Juan, el mismo día del accidente.
James Scott Horrisberger, Director de Compras de jugos naturales de The Coca-Cola Company tenía 63 años de edad y era originario de Auburndale, con más de tres décadas en la industria, donde era “muy experimentado e importante”.
“Este es un momento muy difícil para todos”, dijo a la publicación Andy Taylor, vicepresidente senior y director financiero de Peace River Citrus Products, con sede en Vero Beach.
“Somos una industria de colegial. Todos competimos, pero es una gran familia en un sentido y en este momento, la familia está sufriendo. (Tope) está en ese grupo de ancianos venerados por la industria, muy respetado, de la vieja escuela”, agregó Taylor.
Según el diario de Florida, el estado de ánimo en la oficina de Tampa era sombrío tras la noticia de la muerte de ambos ejecutivos, cuyos cuerpos serán repatriados a Estados Unidos.