29 de junio 2018
El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pablo Abrao, y la comisionada Antonia Urrejola regresarán este domingo a Nicaragua, para continuar el seguimiento al estado de los derechos humanos en el país, a raíz de la masacre orteguista contra las protestas en contra del Gobierno de Daniel Ortega, que ya acumula más de dos centenares de muertos.
Uno de los mayores motivos para el regreso de la CIDH, es la instalación del Grupo de Expertos Internacionales (GIEI), que investigará los hechos de violencia y tratará de dar con los responsables para que sean "efectivamente sancionados”, según Abrao. Este organismo será parecido a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), instalada en ese país centroamericano en 2006. El GIEI también es conocido como la Comisión Internacional de la Verdad.
Durante un evento paralelo al Consejo de Derechos de las Naciones Unidas, llamado “Crisis de derechos humanos en Nicaragua” en Ginebra, la CIDH reafirmó, frente a estudiantes y familiares de víctimas nicaragüenses, su compromiso por la justicia y la verdad ante la crisis humanitaria que atraviesa el país.
El equipo de la CIDH empezará sus actividades el lunes, pero Abrao expresó que no han cesado en el monitoreo de la situación del país.
Equipo de Naciones Unidas estará tres meses
José María Aranaz, jefe de la rama de las Américas para Europa y Asia Central, expresó que la situación en Nicaragua “no pueden pasarse por alto”. Asimismo anunció que entrará a Nicaragua un equipo investigativo de las Naciones Unidas que estará por tres meses en Nicaragua. “Contamos con la colaboración de la sociedad civil, autoridades y todas la partes para que este proceso sea creíble”, dijo.
En la actividad estuvo presente la Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Kate Gilmore, la cual expresó su preocupación por la situación en Nicaragua y el compromiso que las Naciones Unidas tienen con la situación. “La situación de las personas en Nicaragua es inaceptable. La gente está perdiendo su vida, la voz de las personas está siendo suprimida, las oportunidades de las personas por una revisión judicial independiente de la fuerza injustificada de los militares y la policía no están siendo respetada”, dijo.
Abrao relató las actividades que han realizado el equipo de la CIDH que actualmente se encuentra en el país, desde su llegada el 24 de junio. De esa forma constató que la violencia mortal se ha reducido exponencialmente desde esa fecha. “El contexto es muy complejo porque cada vez se va cambiando. Sigue el temor, las personas se autoimpusieron un auto toque de queda, evitando salir a las calles de noche”, expresó.
También dio a conocer la presencia de su equipo este viernes en Jinotepe, para monitorear la salida del país de ciudadanos centroamericanos que permanecen varados desde hace un mes, atendiendo el pedido de los embajadores de esos países.
Abrao expresó que la justicia es lo primero que se debe plantear durante la investigación independiente que habrá en Nicaragua. Al finalizar la lectura del informe, se pidió un minuto de silencio a la memoria de las víctimas que han sido asesinadas por la represión durante estos más de dos meses.
Durante la plenaria, nicaragüenses que han sido víctimas y testigos de la represión tomaron la palabra para denunciar los abusos de los Derechos Humanos que han vivido.
Jhonatan Lopez, vocero y representante de la UNAN, enfatizó la violencia que han vivido dentro del recinto desde el 8 de mayo, día cuando se atrincheraron.
“Hemos vivido represión. Donde hemos visto unos de nuestros compañeros desangrarse, donde hemos visto muertos en la universidad, donde han violado todos nuestros derechos humanos, donde han violado toda la autonomía universitaria, donde todos los jóvenes se encuentran con miedo, pero no piensan dar un paso atrás ante este gobierno”, afirmó.
Bianca Jagger, defensora nicaragüense de los Derechos Humanos, mencionó el informe de Amnistia Internacional “Tirar a Matar”. “Cuando se les tira a los estudiantes no se les tira con balas de hule. Se les tira a la cabeza, a los ojos y al tórax para matarlos”, expresó.
Alonso Hernández, director de organización mexicana de refugiados a favor de los derechos humanos, expresó su preocupación sobre el desplazamiento interno que la crisis en Nicaragua provocará. Abrao afirmó que ya tienen registros sobre este tipo de comportamientos migratorios. “Hay situaciones de personas que salieron del país para protegerse y pueden cuadrar en la categoría de refugiados, vamos a seguir acompañando a esto antes de pronunciarnos ante la situación de este fenómeno”, dijo.