11 de enero 2016
El director de cine estadounidense Sean Penn se habría reunido en la Isla Margarita, Venezuela, con los hijos de “El Chapo” Guzmán para obtener el contacto que le permitió realizar la entrevista que fue publicada por la revista “Rolling Stone” tras la tercera captura del capo más buscado del mundo. Según un reporte del diario ABC, que cuenta con muy buenas fuentes venezolanas, el gobierno chavista “medió” en este encuentro y brindó protección del general Hugo Carvajal, exdirector de inteligencia militar acusado formalmente de narcotráfico por Estados Unidos.
“La visita a Margarita para preparar esa entrevista se realizó presumiblemente en octubre del año pasado por mediación de dirigentes chavistas. Al parecer el encuentro contó con la protección del general Hugo Carvajal (…) quien ha montado una red de inteligencia paralela con el visto bueno del Gobierno de Nicolás Maduro”, dice el reporte de ABC.
En la entrevista que Penn publica en Rolling Stone sostiene que antes de reunirse con "El Chapo" en México, pasó una noche en Nicaragua. Cuatro días después del primer encuentro voló “de Los Ángeles hacia Lima, Perú, para participar en un panel de discusión del Banco Mundial”. Posteriormente durmió una noche en Nicaragua y visitó “a un viejo amigo”. El 11 de octubre, un día después de haber estado en Managua, estaba acordada la reunión con “El Chapo”.
ABC recordó que Carvajal forma parte del cártel venezolano de Los Soles, que vende droga al cártel de Sinaloa, controlado por “El Chapo”. “La información parte de alguien de la seguridad venezolana que alertó a las autoridades estadounidenses sobre la presencia de los hijos de El Chapo en Margarita. El Gobierno de México ya habría sido informado directamente de esos contactos en la isla”, reconstruye el rotativo español.
De acuerdo al relato del diario, la reunión entre Penn y los hijos del capo sucedió en el resort turístico “de Los Ranchos de Chana”. Ahí se establecieron los contactos necesarios para que poco después el director de cine pudiera entrevistarse personalmente con Guzmán en las montañas de Sinaloa, en México, donde estaba escondido.
“Tras una larga conversación, Penn y Guzmán mantuvieron contacto mediante teléfono encriptado para ampliar declaraciones. El narcotraficante deseaba que se realizara una película sobre su vida”, reporta ABC.
Las autoridades de México han anunciado que desean interrogar a Penn y a la actriz mexicana Kate Del Castillo, que protagoniza la telenovela «La reina del Sur», para conocer más detalles.
La agencia antinarcóticos estadounidense (DEA) ha afirmado que el mismo jefe del cártel de Sinaloa pudo haber estado en territorio venezolano entre agosto y septiembre del año pasado. “Asegura que alguien de sus características fisionómicas fue visto en Venezuela a finales de septiembre, cerca de la frontera con Colombia, donde habría tenido el amparo de elementos del cártel de los Soles, la red de narco paraestatal venezolana”, asegura ABC.
Joaquín Guzmán ya estuvo en Venezuela tras su primera escapada de prisión. En 2009 o 2010 apareció en los Teques, capital del estado Miranda, “según contó confidencialmente alguien que por su trabajo oficial estuvo al tanto de la visita”, asegura ABC. La protección corrió también entonces a cargo del general Hugo Carvajal. Durante aquel viaje hubo individuos de la organización del viaje que estuvieron dispuestos a “vender” al capo a Estados Unidos, al parecer dejándolo en un barco en aguas internacionales. Un barco guardacostas de EE.UU. habría estado en alerta por si se producía la entrega. “Finalmente esta no se produjo. El Chapo marchó a Isla Margarita y su pista volvió a desaparecer”, dice el diario.
Los protagonistas del nuevo capítulo del "Chapo"
Los actores Sean Penn y Kate del Castillo protagonizan el nuevo capítulo de la rocambolesca historia de Joaquín "el Chapo" Guzmán, al que entrevistaron en México en octubre cuando era el delincuente más buscado del mundo, lo que abrió un debate sobre las consecuencias legales de su acción.
En las primeras 24 horas desde que la revista Rolling Stone publicara un amplio texto redactado por Penn con los detalles de su encuentro con el capo en una zona selvática de México se ha especulado sobre la posibilidad de que la Fiscalía vaya tras ellos.
Una fuente del Gobierno federal descartó esa posibilidad, al considerar que se trata de un asunto "irrelevante para el proceso que se va a seguir" contra el líder del cártel de Sinaloa, si bien la entrevista contribuyó a que las fuerzas de seguridad dieran con su paradero.
"El Gobierno no lo va a hacer, lo va a dejar pasar de lado", dijo la fuente a Efe al asegurar que la entrevista con los actores quedará "en el rincón del olvido y pasará a la Historia como una anécdota más del Chapo".
El abogado Samuel González, experto en procedimientos trasnacionales, indicó que los dos actores "pueden ser llamados a declarar" como testigos, pero negó la posibilidad de que sean imputados por el delito de encubrimiento.
"Yo no alcanzo a ver ninguna conducta ilícita", dijo a Efe González, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien explicó que ambos acudieron al encuentro como periodistas y "escribiendo para una revista".
La legislación mexicana es "muy protectora de los periodistas", más que la estadounidense, y el Código de Procedimientos Penales Federales establece que un periodista no está obligado a revelar sus fuentes bajo ninguna circunstancia, afirmó.
Le ley le otorga absoluta inmunidad para no revelar sus fuentes y tampoco está obligado a denunciar, por lo que no puede ser imputado por encubrimiento, añadió González, quien aclaró que ello no quiere decir que no haya periodistas que estén involucrados con la delincuencia organizada.
Eso ocurre cuando cruzan la línea y realizan acciones directamente en favor de la organización, como llevar recados o amenazar a personas, pero en el caso de Sean Penn y Kate del Castillo, quien sirvió como traductora en el encuentro, no se ve conducta ilícita alguna, comentó.
El abogado indicó que como el Gobierno "está sensible" en torno a este tema, puede citarlos para que ambos declaren, algo que pueden hacer en EE.UU. ante el representante de la Fiscalía en el consulado de México. Penn puede hacerlo en virtud del tratado de asistencia legal mutua que existe entre ambos países, explicó. Sin embargo, "yo creo que no hay ningún interés de irse contra ellos; ya tienen al Chapo, que era lo importante", añadió el catedrático.
Interrogado por vía telefónica sobre la posición del Gobierno con respecto a la entrevista, el coordinador de Comunicación de la Presidencia mexicana, Eduardo Sánchez, se limitó a decir: "no hay comentarios".
Casa Blanca reacciona
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, sí reaccionó a la entrevista al asegurar que ese acercamiento con el capo planteaba "muchas dudas muy interesantes" tanto para Penn como para otros implicados. Sin embargo, no quiso adelantarse a los acontecimientos al ser preguntado si la Casa Blanca intervendría para dar acceso al actor en caso de que México quisiera interrogarlo.
Sobre las declaraciones de Guzmán, dijo que "esa fanfarronería sobre cuánta heroína manda a todo el mundo, incluido Estados Unidos, es exasperante".
En la entrevista, el capo presume de que suministra más heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana "que nadie más en el mundo" y que tiene "una flota de submarinos, aviones, camiones y barcos", de acuerdo con el relato de Penn para Rolling Stone.
"Hay una epidemia de heroína, de adicción a los opiáceos, en este país. Así que vamos a seguir combatiéndola, con nuestros socios mexicanos, hasta que la tengamos bajo control", sostuvo, y añadió que el Chapo, capturado de nuevo el viernes pasado, está ahora "entre rejas, y ahí es donde debería permanecer".
En relación con el procedimiento para extraditar al narcotraficante a Estados Unidos, donde afronta numerosos cargos, González aseguró que tardará entre dos y tres años.
Sin embargo, un funcionario federal estimó que dicho proceso se llevará a cabo en un lapso no mayor a seis meses, en virtud de que "a nadie le conviene" que el tema esté sobre la mesa en tiempos electorales, en alusión a los comicios presidenciales de 2018.
Mientras la extradición se concreta, el Gobierno de Enrique Peña Nieto aseguró hoy que las condiciones del penal del Altiplano, al que Guzmán regresó el viernes tras su fuga del 11 de julio pasado a través de un túnel de 1,5 kilómetros, "cumplen plenamente con protocolos internacionales en la materia".
El líder del cártel de Sinaloa, de 58 años, protagonizó otra fuga en 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en el estado occidental de Jalisco, al que había ingresado en 1995 tras ser capturado en Guatemala dos años antes.