9 de julio 2016
Dos policías fueron atacados en los estados de Misuri y Georgia (EE.UU.) después de que el jueves por la noche un exsoldado estadounidense matara a cinco agentes e hiriera a nueve personas en Dallas (Texas), informaron este sábado medios locales. Son sucesos ocurridos en pequeñas ciudades que trascienden de los medios locales ahora que la nación está conmocionada por la matanza en Dallas.
En Valdosta (Georgia), un agente se desplazó el viernes a un domicilio porque el residente había llamado a la Policía con el aviso de que le habían entrado a robar. Sin embargo, se trataba de una emboscada: cuando el agente llegó a la casa, un joven de 22 años le disparó varias veces, informó la Policía a la prensa local. Herido, el agente disparó también y ahora se encuentra hospitalizado en situación estable, mientras que el atacante está grave.
La Oficina de Investigación de Georgia asegura que por el momento no hay una conexión aparente entre este suceso y el de Dallas, aunque se desconocen los motivos del ataque. En Ballwin (Misuri), un policía fue herido de bala en una detención de tráfico el viernes y el sospechoso fue detenido poco después.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, anunció en su cuenta de la red social Twitter que acortaba su viaje en Filadelfia para volver a su estado debido a este suceso. "Esta violencia tiene que parar", escribió.
I join all Missourians in praying for peace & unity after a difficult week. Violence & division are no match for faith & love
— Governor Jay Nixon (@GovJayNixon) July 9, 2016
La Policía dijo en una conferencia de prensa que el ataque se trató de una emboscada, aunque evitó relacionarlo con la matanza de Dallas o con las muertes de dos hombres negros a manos de agentes blancos a principios de semana.
El jueves por la mañana, antes de la masacre de Dallas, un hombre negro mató en una carretera a una mujer e hirió a otras tres personas, todas blancas, entre ellas un agente, en Bristol (Tennessee).
Las autoridades locales dijeron a los medios que este ataque podría haber sido motivado por las recientes muertes de afroamericanos tiroteados por policías blancos, unas duras imágenes grabadas por teléfonos celulares que han conmocionado al país y dado la vuelta al mundo.
El exsoldado estadounidense Micah Xavier Johnson, de 25 años y afroamericano, impuso el terror en una protesta pacífica contra la violencia policial en el centro de Dallas el jueves por la noche.
El francotirador disparó con la intención de matar agentes blancos, según dijo a los negociadores de la Policía.
Los agentes pusieron fin al suceso matando al atacante con la explosión de una bomba que envió adosada a un robot al estacionamiento en el que estaba atrincherado, una tecnología que no es frecuente ver fuera de zonas de guerra.
Esa noche discurrían en paralelo protestas en otras grandes ciudades de EE.UU. como Nueva York, Los Ángeles y Atlanta por los últimos incidentes de violencia policial con tintes raciales registrados en el país.
En concreto, la protesta respondía a la muerte de Alton Sterling, un hombre negro al que dos policías blancos le dispararon el martes a quemarropa cuando ya lo tenían reducido en el suelo en Baton Rouge (Luisiana), y del joven Philando Castile, que murió el miércoles en Falcon Heights (Minesota) por disparos de un policía que le había pedido detener su vehículo por una infracción de tráfico.
Las autoridades de las grandes ciudades del país ordenaron el viernes que los agentes que patrullan las calles lo hagan en pareja, como medida de seguridad adicional tras la matanza de Texas.