25 de julio 2024
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, informó este jueves que “no hay avance” en la situación del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), asilado en la Embajada de Nicaragua tras una condena por corrupción y de quien Mulino fue delfín en las elecciones pasadas, a la vez que advirtió que ese caso se “maneja en la Justicia” y no desde el Ejecutivo.
“El caso del señor Martinelli está igual. No hay avance ni solicitud de salvoconducto. Es un tema que se está manejando a nivel de la justicia y no del órgano Ejecutivo”, dijo el presidente panameño en su conferencia de prensa semanal.
Martinelli se encuentra asilado en la Embajada de Nicaragua desde marzo de 2024, cuando su candidatura a las elecciones, en las que Mulino acudía como su vicepresidente, fue inhabilitada tras ser condenado a más de diez años de prisión por blanqueo de capitales.
El salvoconducto es una vía legal que puede optar el expresidente panameño para viajar en calidad de asilado a Nicaragua, país que lo acoge en su sede diplomática en Panamá al considerarse un “perseguido político”.
Sin embargo, el Gobierno anterior presidido por Laurentino Cotizo (2019 - 2024) le denegó ese documento para viajar al país vecino por estar condenado por la justicia y, según la información proporcionada hoy por Mulino, hasta el momento no se ha vuelto a solicitar.
A Martinelli, el tercer expresidente centroamericano en solicitar asilo en Nicaragua gobernada por el sandinista Daniel Ortega desde 2007, lo envuelven importantes casos de corrupción como el de Odebrecht, las escuchas ilegales y FCC, que él considera “juicios políticos”.
Mulino se refiere cada vez menos a Martinelli
Desde su asilo, Martinelli apoyó con ímpetu la apurada candidatura de Mulino, quien ganó las elecciones del pasado 5 de mayo con el 34.4 % de los votos de manera in extremis, después de que la Corte Suprema de Justicia declarara tres días antes que su candidatura no era inconstitucional, como se había denunciado por no ser escogido en unas primarias - como dicta la ley- sino designado directamente por el exgobernante.
Fueron varios los analistas que preveían la “sombra” del expresidente Martinelli sobre la Administración de Mulino, quien ha dicho en reiteradas ocasiones que el presidente es él, pero tampoco ha dudado en aclarar que está dispuesto a ayudar a su “amigo”.
Desde su entrada al poder el pasado 1 de julio, Mulino nombra cada vez con menos frecuencia a Martinelli. Sin embargo, ha designado en su Gobierno a algunos funcionarios de la administración de Martinelli, de la que él mismo fue parte como ministro de Seguridad.