5 de mayo 2024
José Raúl Mulino, el delfín del exmandatario Ricardo Martinelli inhabilitado por corrupción, fue elegido este domingo nuevo presidente de Panamá, imponiéndose con una amplia diferencia a sus adversarios directos, que vieron cómo se dividían los votos entre ellos mientras se imponía el candidato que prometió devolver el dinero a los bolsillos de los panameños.
“Me complace, en nombre del Tribunal Electoral, comunicarle que de acuerdo a nuestro sistema de transmisión extraoficial de resultados es usted en estos momentos de forma extraoficial el ganador a la presidencia de la república en las elecciones generales de 2024”, informó a Mulino en una videollamada el presidente del Tribunal Electoral (TE), Alfredo Juncá.
El exministro de Seguridad respondió que recibía “con placer los resultados expresados”, una decisión del pueblo panameño que asume “con gran responsabilidad y humildad”, después de una campaña “dificilísima” llena de obstáculos, en la que se trató de “boicotear” que un partido “legalmente constituido pudiera tener un candidato a la presidencia”.
José Raúl Mulino compitió contra otros siete candidatos: Rómulo Roux, por la alianza de Cambio Democrático (CD) y el Partido Panameñista (PPa); Ricardo Lombana, por el partido Movimiento Otro Camino (Moca), y el expresidente Martín Torrijos (2004-2009), por el Partido Popular (PP).
También se postularon Gabriel “Gaby” Carrizo, el candidato oficialista del Partido Revolucionario Democrático (PRD), y los independientes Zulay Rodríguez, Maribel Gordón y Melitón Arrocha, que sorpresivamente pidió el voto para Torrijos a menos de una semana de los comicios.
Con más del 90% de los votos escrutados, Mulino logró un 34.4% de las papeletas, frente al 25% de Lombana; el 16% de Torrijos; y el 11.2% alcanzado por Roux.
Todos ellos reconocieron la derrota, el último de ellos Lombana, quien se postulaba como el gran candidato contra la corrupción, atribuida a la figura del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), y por extensión a su valido, José Raúl Mulino.
Unos tres millones de panameños fueron llamados a las urnas para elegir al nuevo presidente y vicepresidente, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 71 diputados a la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y once concejales, todos con sus suplentes, para el período constitucional del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
Elevada participación
La jornada electoral transcurrió con calma al no registrarse incidentes graves, con los candidatos presidenciales pidiendo acudir a las urnas y ejerciendo su derecho al voto arropados de su círculo cercano.
EFE constató en recorridos por colegios la elevada participación, con mesas abarrotadas de electores que, en general, pudieron sufragar con cierta agilidad.
La jefa de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA), la excanciller argentina Susana Malcorra, habló de una participación “realmente activa” de los electores, que asistían “con muchas ganas, con mucha alegría” a las urnas, y de un desarrollo del proceso “dentro de la razonabilidad y la normalidad”.
El TE espera que la participación en estos comicios ronde el 80%, por encima del 73% registrado en el 2019, como dijo en enero pasado el director nacional de Organización Electoral del TE, Osman Valdés.
Pugnacidad y denuncias puntuales
La pugnacidad entre los simpatizantes de los diversos partidos tuvo sus expresiones este domingo, con arengas a favor o en contra de los aspirantes, y alguna que otra escena de gente dándose golpes en el exterior de los centros de votación.
En Atlapa, el mayor centro de votación del país con poco más de 25 000 electores, los simpatizantes de Mulino y Lombana se enzarzaron en una pelea oral. El delfín de Martinelli recibió gritos de triunfo de sus seguidores, mientras que sus detractores le arengaron el “no vas”, el lema de la juventud contra la política tradicional.
Algunas de las irregularidades denunciadas por los partidos políticos y el propio TE se centraron sobre todo en los intentos de tomar fotografías al voto —como prueba para el supuesto pago por haber sufragado de determinada forma—, la falta de una de las dos firmas de representantes de mesa necesarias en la boletas de votación para evitar que el sufragio se declare nulo, o hacer propaganda electoral.
José Raúl Mulino sustituye a Martinelli
El 5 de marzo pasado, José Raúl Mulino se convirtió oficialmente en el candidato presidencial del partido Realizando Metas (RM) después de que el Tribunal Electoral inhabilitara a Martinelli como aspirante al Ejecutivo tras ser sentenciado a más de diez años de prisión por blanqueo de capitales.
El TE resolvió que, en la papeleta de votación, en la casilla de los partidos Realizando Metas y el partido Alianza, debía aparecer Mulino para reemplazar a Martinelli, al ser su candidato a vicepresidente, algo que fue impugnado ante la Corte Suprema de Justicia, que esta semana declaró que la candidatura de Mulino es “constitucional”.
Tras votar, José Raúl Mulino visitó a Ricardo Martinelli en la Embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá, donde se refugió en febrero pasado para evitar la detención.
El presidente electo se reunió con el exmandatario, y se limitó a contar a los periodistas que se tomaron un “capuchino” y se dieron un abrazo.
Poco antes, en un desayuno con periodistas y al ser preguntado sobre la situación de Martinelli, que en Panamá está acusado por los sobornos de Odebrecht, en España está imputado por un caso similar con la constructora FCC y en 2023 fue señalado por corrupción por Estados Unidos, Mulino se limitó a responder: “Hoy es el día de la votación, amigo, vamos a votar y vamos a ganar”.
Proselitismo de Martinelli desde embajada nica
Martinelli acudió este domingo, una vez más, a las redes sociales: “Pensé que este día nunca llegaría o que yo no lo llegaría a ver, por la infame, ilegal, injusta e inhumana persecución política que he sido, yo, mi familia y muchos otros, donde inclusive se atentó contra mi vida física en más de cuatro ocasiones”, escribió Martinelli en su cuenta de X.
Pese a que con la inhabilitación política vino una prohibición expresa de no participar en la campaña, el expresidente Martinelli ha continuado con un proselitismo muy activo desde la Embajada de Nicaragua.
Esto ha generado múltiples críticas contra el Tribunal Electoral, al que se acusa de no hacer cumplir la disposición que él mismo emitió al permitir, además, la presencia de Martinelli en vallas, medios y redes sociales.
También elevó más la tensión diplomática entre Panamá y Nicaragua dados los reclamos del Gobierno panameño, totalmente ignorados por el nicaragüense, por la “permisividad” dada al expresidente durante su estancia en la delegación diplomática.