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En Argentina se juega la nueva diplomacia latinoamericana

Nuevo escenario diplomático: menos confrontación y mayor énfasis comercial en la integración regional, aunque con matices políticos

Un hombre toma fotografías a las pantallas del Centro de Cómputos electoral para la elección de presidente de Argentina. EFE/Silvina Frydlewsky.

Colaboración Confidencial

Fabiana Frayssinet

29 de octubre 2015

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Buenos Aires.- El expresidente de Brasil y líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, festejaba su 70 cumpleaños el 27 de octubre, cuando lo llamó para felicitarlo Daniel Scioli, candidato a la Presidencia argentina por el oficialista y centroizquierdista Frente para la Victoria (FPV), de la mandataria Cristina Fernández. El gesto del gobernador de la oriental provincia de Buenos Aires y ex vicepresidente del gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), podría parecer apenas protocolo entre los mayores socios comerciales del Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado además por Paraguay, Uruguay y Venezuela. Pero la llamada de Scioli al expresidente brasileño (2003-2010) en medio de la agitada campaña para la segunda vuelta, es una evidencia más de su "compromiso con la necesidad de profundizar los procesos de integración regional", dijo quién gestionó esa comunicación, el argentino Pablo Gentili. Lo que deja en evidencia que en el balotaje argentino se juega la nueva diplomacia latinoamericana.

"Scioli tuvo diversas reuniones con Lula, antes incluso de ser candidato", argumentó Gentili, secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). También sostuvo encuentros, recordó, con varios gobernantes latinoamericanos: Michele Bachelet (Chile), Juan Manuel Santos (Colombia), Raúl Castro (Cuba), Rafael Correa (Ecuador), y Tabaré Vázquez (Uruguay), al igual que con el expresidente de ese país, José Mujica.

En la jornada electoral del domingo 25, Scioli ganó con apretada diferencia a su rival, Mauricio Macri, alcalde de la capital y líder de la centroderechista Alianza Cambiemos, lo que forzó el balotaje e hizo incierto su resultado.

Scioli "definió las bases de una política internacional que dará continuidad a los avances de la última década, y abrirá nuevos caminos a la integración regional y global de la Argentina, en un contexto internacional de extrema complejidad", opinó Gentili. "En política exterior, Scioli es quien representa la oportunidad efectiva de avanzar hacia un nuevo multilateralismo que permita una inserción soberana, autónoma, pero también solidaria y cooperativa, de la Argentina en el mundo", sintetizó.


Jorge Taiana, excanciller (20005-2010) de Kirchner y su esposa y sucesora Fernández, coincidió en asegurar a IPS que Scioli le daría "una relevancia importante a la región, a la integración regional, y en particular al Mercosur".

"Habrá matices con respecto a lo que se ha hecho en los últimos años, pero la prioridad sobre la región y en la relación con Brasil, sin duda se mantendría", reforzó Taiana, quien fue elegido el día 25 como diputado del Parlamento del Mercosur por el FPV.

Matices que se refieren al estilo directo de Fernández, quien entregará el poder el 10 de diciembre, poniendo fin a la llamada "era Kirchner", que se extendió durante los mandatos del exmandatario, fallecido en 2010, y Fernández.

"Scioli es un hombre que en general trata de buscar pocas polémicas con los otros y que tiene una actitud de acercamiento", analizó Taiana sobre ese exmotonauta (competidor de lanchas motoras) de 58 años que suele comparar la disputa política con la competencia y el trabajo en equipo del deporte.

Cercana al anterior y fallecido mandatario de Venezuela, Hugo Chávez (1999-2013), y a su sucesor Nicolás Maduro, Fernández se enfrentó en ocasiones con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como cuando calificó de "ridícula" la declaración de Washington del gobierno de Caracas como una "amenaza para la seguridad nacional".

En contraposición, fortaleció los vínculos con los miembros del grupo del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en especial, aparte de Brasilia, con Beijing y Moscú, con los que firmó acuerdos relevantes en temas espaciales, de infraestructura, transporte y energía. China fortaleció las reservas argentinas con créditos swaps (intercambios monetarios de bancos centrales).

"Seguramente Scioli tendría una política más de limar asperezas con la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), o de poner algún esfuerzo en tener más diálogo con Estados Unidos y con Europa, al mismo tiempo que mantiene el privilegio con el Mercosur y la relación estratégica con Brasil", precisó el excanciller. "Scioli insiste que su política externa tendrá una fuerte orientación hacia la actividad comercial y la promoción de exportaciones", recordó.

Gentili y Taiana, ponen en la otra acera a Macri, de 56 años, alcalde de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, empresario y expresidente del popular club de fútbol Boca Juniors. Para Gentili, Macri "ya se inclinó por el unilateralismo que siempre ha defendido la derecha local: el alineamiento incondicional con Estados Unidos y, en Europa, con Alemania".

Así lo habría evidenciado al expresar que Argentina debía "reinsertarse en el mundo" y abandonar el "eje bolivariano", que alude peyorativamente a gobiernos latinoamericanos de izquierda como Bolivia, Ecuador y Venezuela. "Sus referencias a la supuesta amenaza antidemocrática del que denomina ‘eje bolivariano', no expresan otra cosa que el repetitivo neocolonialismo reaccionario de los que piensan que el futuro de nuestro país se dibuja en línea recta desde el Norte hacia el Sur", opinó.

En esa línea, Macri definiría sus preferencias ideológicas iberoamericanas.

"Ha entablado sus relaciones con los expresidentes Álvaro Uribe (Colombia), José María Aznar (España) y Sebastián Piñera (Chile) que son sus grandes relaciones internacionales en términos iberoamericanos. Me parece que él se siente cómodo en ese espacio de lo que sería la derecha a nivel internacional", consideró Taiana.

Macri "representa una fuerza política que en todos estos años ha criticado la regionalización extrema de la política exterior, y criticado al Mercosur. Está mucho más a favor de un regionalismo abierto, y de volver a una relación privilegiada con Estados Unidos", analizó.

Pero el sociólogo Gabriel Puricelli, vicepresidente del Laboratorio de Políticas Públicas (LPP), considera que lo que Macri cuestiona "no es la existencia del Mercosur sino su funcionamiento" y cree que entre ambos candidatos no habría sobre eso "ninguna diferencia fundamental". "Seguramente Macri se inclinará más por un perfeccionamiento de los aspectos comerciales del Mercosur, que de verlo como un mecanismo político", dijo.

Para Puricelli, el Mercosur seguirá siendo una prioridad, entre otras cosas "porque resolver algunos de los problemas del comercio bilateral con Brasil, es clave para resolver también parte de los problemas de estancamiento económico argentino".

"La política exterior de todos los días, que tiene que ver con el Mercosur, con la participación argentina en ámbitos multilaterales, con la discusión importante de acordar finalmente una oferta común del Mercosur para la negociación con la Unión Europea, no he escuchado a ninguno de los equipos de política exterior de los dos candidatos, que sugieran demasiados cambios", subrayó.

Pero sí percibe que un eventual triunfo del aspirante opositor supondría "diferencias de énfasis" en el "estilo de diplomacia presidencial". "Seguramente Macri no va a tener videoconferencias transmitidas por los canales públicos con (el presidente ruso) Vladimir Putin, lo cual no quiere decir que la relación con Rusia vaya a empeorar. Simplemente la comunicación de esa relación no va a ser tan visible como lo es con la presidenta", ejemplificó.

Gane quien gane las elecciones, augura un "enfriamiento del vínculo político" con Venezuela, aunque no comercialmente por ser un "cliente económico potencial muy importante".

"Scioli no tiene una cercanía particular con Maduro y fue muy claro que cuando eligió líderes regionales para sacarse fotos y mostrar que tenía algo de ‘millaje' (recorrido) internacional, lo hizo con Vásquez, Lula, y Bachelet. Maduro no fue parte del menú", ilustró. En cuanto a Macri, "debemos esperar declaraciones políticas del gobierno argentino sobre la situación de los presos políticos de Venezuela que no le van a gustar nada al gobierno de Caracas", consideró.


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