25 de marzo 2024
En Venezuela, después de una ola de represión contra directivos del partido Vente Venezuela que lidera María Corina Machado, la ganadora de las primarias de la oposición con más del 90% de la votación, el Consejo Nacional Electoral (CNE) controlado por el chavismo vetó la inscripción de Machado como candidata de la oposición.
El pasado viernes 22 de marzo, con el consenso de la Plataforma Unitaria de partidos políticos, María Corina Machado anunció el nombramiento de la académica Corina Yoris, una profesora universitaria, filósofa, de 80 años, como la candidata de la oposición, en sustitución de Machado.
Este fin de semana el régimen de Maduro también vetó por las vías de hecho la inscripción de Yoris, sin brindar ninguna justificación que no sea el temor a competir con una candidata que cuenta con el apoyo del 80% del electorado, endosado por Machado en contra de Maduro.
El plazo para la inscripción de Corina Yoris se vence este lunes 25 de marzo, y para evaluar las últimas noticias de Venezuela en medio de la incertidumbre, conversamos en Esta Semana y CONFIDENCIAL con los periodistas Luz Mely Reyes, directora del medio digital Efecto Cocuyo, y con el cronista Boris Muñoz, columnista del diario El País, y exdirector de Opinión de The New York Times en español.
Les preguntamos cuáles son los escenarios electorales de Venezuela, después de la postulación de Corina Yoris, y si el chavismo permitirá una elección competitiva el 28 de julio, en la que claramente perdería el poder, o si anulará la competencia política como Daniel Ortega hizo en Nicaragua en 2021.
“Ellos han dicho que no van a ceder del poder”, recordó Reyes, “es una elección sin garantías, por supuesto, ya sabemos que no es competitiva”, pero una repetición de Maduro, con las trampas que hagan, “la gente ya sabe que una mejora económica en el país es insostenible con Maduro en el poder”.
Por su parte, Muñoz apeló al apoyo de la comunidad internacional: “el levantamiento de sanciones —yo no soy abogado de las sanciones—, pero creo que estabilizar este Gobierno es una mala receta y los problemas que genera a nivel regional son tan grandes que es necesario presionar por un cambio. Este es el momento para hacerlo, la ventana son tres meses, no mucho más allá”.
El plazo de los candidatos
Faltan solamente 24 horas para que se venza el plazo de la inscripción de candidatos presidenciales. Y aunque el viernes María Corina Machado, que fue vetada por el régimen, y la oposición postuló a la académica Corina Yoris como la candidata, el Consejo Electoral no ha permitido su inscripción. ¿Qué está pasando en el chavismo? ¿Hay una decisión de vetar a Corina Yoris o de inhabilitar al partido en el que ella se está inscribiendo?
Luz Mely Reyes. No se sabe exactamente, porque eso es una caja negra, lo que puede estar pasando en el chavismo. Pero lo que se presume, por los hechos, es que hay una intención de que la profesora Corina Yoris, que fue propuesta por María Corina Machado y aceptada por los grupos que están en la Plataforma Unitaria —que reúne a una mayoría de partidos políticos en Venezuela—, pues pareciese que la decisión es no permitir que sea postulada.
El Consejo Nacional Electoral puso unos “turnos” para dos organizaciones nada más que puedan postular candidatos de esta plataforma unitaria. Por tanto, con la información que se tiene en este momento parece que existe la intención de no dejar que esta sustituta, la profesora Corina Yoris, sea postulada a través de las representaciones de dos organizaciones políticas que son las que están autorizadas para postular.
Hasta este viernes, Corina Yoris era una desconocida en el mundo político venezolano. ¿Por qué su postulación está provocando este temblor político en el chavismo? ¿Sería un veto no solamente a su persona, sino a la oposición que está representando?
Boris Muñoz. El Gobierno hace un cálculo muy sencillo al no dejar a Yoris inscribirse, y es que ella empieza con una ventaja muy concreta: 2 600 000 votos que se le van a trasvasar de María Corina Machado. Y no hay duda que esa candidatura tendría un gran empuje y que representaría para Maduro un desafío mayor al que ha recibido en sus once años en el poder.
Veo muy difícil que la dejen inscribirse en el lapso que queda de tiempo. Y tengo entendido también —lo comentó el sábado una persona cercana a la oposición— que el Gobierno está evaluando nombres de candidatos a los que sí dejaría inscribirse. Entonces, vamos a ver qué pasa en las próximas horas que son tan cruciales, probablemente, eso se está decidiendo en este momento.
Presumo que la Plataforma Unitaria tiene que tejer muy fino, en este momento, en su apoyo, a quién se lo va a poder dar porque tiene que garantizarse que esa persona sea leal a la plataforma y leal a la democracia, porque hay un conjunto de candidatos que se les ha permitido inscribirse, que se nombran opositores sin haber demostrado una trayectoria consistente con la oposición más aguerrida que ha llevado la lucha de los últimos 25 años.
Y esos candidatos que se inscribieron, que no son Nicolás Maduro, y no son propiamente, líderes opositores, ¿reflejan una división de la oposición, o son figuras colaboracionistas del régimen?
Luz Mely Reyes. Estas personas que se han inscrito no pertenecen a los partidos de la Plataforma Unitaria. Supuestamente ellos representaban alguna opción distinta, una oposición que se autodefine como menos radical. Sin embargo, no lograron llegar a ningún acuerdo de tener una candidatura única entre ellos, lo cual nos indica que, como grupo, no actúan de manera unificada y, además, el interés probablemente ni siquiera es ganar una elección, porque saben que no tienen los números, sino que posiblemente sean otros intereses. Son aquellos que han comprado la teoría de ceder en los derechos y bajar la vara de las negociaciones con el Gobierno, pues a todos le permitieron postularse y les permitieron inscribirse.
Boris Muñoz. La expectativa de los venezolanos en este momento —y creo que de ahí se explica el éxito de María Corina Machado como candidata opositora— es el cambio. Ninguno de estos otros candidatos representa un cambio, no radical, sino un cambio posible. No son viables para ganar una presidencia. Ese es el dilema que está enfrentando la Plataforma Unitaria, que representa la posibilidad de cambio, incluso, más allá del eslogan “hasta el final” que realmente ha motivado mucha movilización política, la posibilidad de un cambio que pueda ser, incluso, en términos positivos para la coalición gobernante, que pueda abrir una negociación y el camino hacia una reconciliación con el chavismo.
Estos candidatos, uno, eventualmente si se da el escenario, que reciba el apoyo de la Plataforma Unitaria, esto es un supuesto muy lejano todavía, pero no son creíbles y la otra condición que necesita un candidato en este momento: ser leal a la democracia, ser creíble y tener una credencial intachable en cuanto a su compromiso con el cambio, con esa gran promesa.
Luz Mely Reyes. Lo que ocurrió el 22 de octubre con las primarias en la oposición, no solamente fue un gran deseo de cambio que se expresó en ese proceso interno de elección que ganó María Corina Machado con más de 90%, sino también fue un mensaje muy claro para los propios partidos que están en esa Plataforma Unitaria.
Eso también es uno de los retos que hay, porque en todo caso la candidata o el candidato de la democracia, también requiere la articulación con los partidos organizados para poder tener toda la infraestructura electoral, de manera que en cada mesa haya gente, haya testigos que, en el caso de que se celebre la elección el 28 de julio, pueda testificar y defender la votación en ese momento.
Una reacción internacional “tibia”
¿Cómo evalúan la reacción de la comunidad internacional, de los observadores electorales, de los testigos del Acuerdo de Barbados o del Gobierno de los Estados Unidos y los Gobiernos de América Latina? Primero, ante el veto contra María Corina Machado y ahora que también se está impidiendo a la nueva candidata de la oposición inscribirse.
Boris Muñoz. Veo que ha sido bastante tibio. Eso puede ser por razones diplomáticas, para no salirse de la línea del acuerdo, sobre todo la gente que protegió esa negociación. Estados Unidos, vi que a través de uno de los voceros de la Administración Biden, dice que están esperando que se concrete un escenario favorable a mantener el levantamiento de las sanciones que le conviene tanto al Gobierno. Por supuesto, eso es una carta que ellos tienen allí reservada.
Pero hay un papel muy importante que deben jugar los Gobiernos latinoamericanos. Alguien ha criticado la actuación de Lula muy fuertemente, porque está legitimando la dictadura al no llamarla por ese nombre. Noruega ha estado jugando en la retaguardia de la negociación de manera muy honorable, casi. Entonces, hay que ver qué pasa en estos días. Es prematuro juzgar qué es lo que están haciendo los otros países. Me imagino que hay mucho por detrás, y España también juega un papel importante acá.
¿Puede la presión internacional hacer que Maduro respete los acuerdos de Barbados? ¿O, por ejemplo, si Estados Unidos restablece las sanciones económicas, puede ser usada por Maduro como un pretexto incluso para cancelar la competencia electoral?
Luz Mely Reyes. Ya el Consejo Nacional Electoral —que responde al Ejecutivo venezolano— emitió cartas de invitación a observadores internacionales del Centro Carter, a la Unión Europea y también a la ONU, pese a que el Gobierno se las está poniendo cada vez más difícil para que acepten ir a observar la elección en Venezuela, y que desde el momento en el que se ratifica una inhabilitación contra María Corina Machado no goza de elemento de integridad electoral, están decididos a ir a observar ese proceso electoral.
Esto es importante porque el Gobierno de Maduro juega siempre a estirar la liga para presionar, para que aquellos que han decidido estar en la ruta electoral desistan de esa intención, creo que no lo están logrando. Más bien está confirmando los temores que había, pero a la vez, también se está encontrando con una voluntad férrea de los partidos democráticos de participar en el proceso electoral, incluso, de María Corina Machado, de quien algunos esperaban que llamase a la abstención y, sin embargo, ella ha podido mantenerse allí firme en la ruta electoral.
El proceso arrancó, por supuesto, con “varias patas cojas”. Sin embargo, es hasta el momento la única ventana que se tiene para intentar restaurar la democracia en Venezuela.
Boris Muñoz. Veo un escenario bastante complicado porque no hay cartas fuertes de negociación con el Gobierno, en este momento. Estados Unidos tenía una carta fuerte que era (el testaferro de Maduro) Alex Saab y la entregaron de manera un poco apresurada. Entonces, al perder esa carta hay muy pocos incentivos concretos para llevar a Maduro a una negociación a cumplir, los acuerdos de Barbados.
El Gobierno está calculando un escenario de control absoluto sobre el proceso electoral y presionando a la Plataforma Unitaria a que se vayan por una línea ya fallida que es la abstención, y entonces, poder reclamar ese juego retórico que ha sido muy exitoso para el chavismo, que es decir que la oposición es antidemocrática.
Pero es obvio que Maduro también está muy desnudo. Tampoco tiene credibilidad en ningún sentido, y por eso hemos visto muy fuertemente en los últimos meses un reforzamiento de la alineación geopolítica de Venezuela con Rusia, Irán y China.
Ellos se están preparando para un mundo con sanciones y buscando las alianzas que le van a permitir cierto margen para seguir generando ingresos por venta de petróleo, o sea, el Gobierno de Maduro se está preparando para ese escenario.
¿Se está preparando para una elección que será cuestionada por diferentes sectores internacionales, por no hacer una elección verdaderamente competitiva?
Boris Muñoz. Sí, están eliminando la competitividad. Por eso, Maduro al ver a esta señora Corina Yoris con una recepción muy cálida por parte de la gente en Venezuela, hizo el cálculo, esa señora parte con dos millones y más de votos, en el momento de mi posición política más débil, de una desaprobación de 80% y, al mismo tiempo, María Corina con ese 80% de apoyo, eso es demasiado peligroso para el Gobierno y, por eso están cerrando las calles hacia una elección medianamente competitiva y creíble.
Luz Mely Reyes. Ellos han dicho que no van a ceder el poder. Están entendiendo que existe un escenario en el que puedan perder y creo que también se están preparando para que, si eso fuese así, en este intento de empujar a la Plataforma Unitaria a que tenga una candidatura que llaman “potable”, un poco también para garantizar lo que pudiera ser en caso de que se diese un escenario de que perdiesen una elección, una transición que pudiese garantizar que por lo menos la cúpula, no sea castigada con cárcel y sus entornos terminen siendo protegidos.
La otra posibilidad que hay que tener en cuenta, recordemos que el Gobierno celebró un referendo sobre el Esequivo (territorio en disputa con Guyana) y si algo se sabe de las acciones del chavismo es que pueden siempre jugar dos cartas adelantadas. Y por algo hicieron ese referendo. Por eso a veces expreso mi duda de que realmente haya elecciones el 28 de julio, porque hay unas cartas aún para jugar.
Es una elección sin garantías. Por supuesto, ya sabemos que no es competitiva, que no tiene integridad electoral, que terminaría en una repetición de Maduro, pero que abriría un escenario que tiene que ver con el hecho de que, sin importar que ellos ganasen con las trampas que hagan, la gente ya sabe que una mejora económica en el país es insostenible con Maduro en el poder. Nosotros estábamos en el sótano cinco, en los últimos años subimos al sótano tres. Lo que percibo es que la gente no quiere volver a ese sótano cinco. Y esto lo hemos visto con las entrevistas a personas que son chavistas de base, se sabe que, una mejora de la economía no es sostenible con Maduro en el poder, porque se expone a que haya otra vez sanciones, se expone a que se cierren ciertos ingresos y a tomar decisiones que tengan que abrir la economía.
¿Es posible la transición democrática?
Si Maduro tiene un rechazo del 80%, por lo tanto, tiene un incentivo muy poderoso para no exponerse en una elección competitiva. Es muy similar al escenario que se vivió en Nicaragua en 2021, cuando Daniel Ortega decidió, por otra vía, eliminar la competencia política y encarceló a todos los precandidatos presidenciales. En este caso, Maduro no está echando presos a los candidatos, pero los está inhabilitando a todos.
Boris Muñoz. Sí, pero está echando presos a su entorno, a la gente que asiste a los candidatos. Y eso lo que sugiere es que él está acercándose a la ruta de Daniel Ortega. Por supuesto, nada es igual. La forma puede ser diferente a como se dio en Nicaragua. Pero si vemos lo que sucedió esta semana con el equipo político de María Corina Machado, entendemos que él está negociando, tomando rehenes, que hace muy costosas las decisiones para la Plataforma Unitaria.
Por otro lado, coincido con Luz Mely, que ellos se están manejando en varios planos e incluso en el plano electoral, haber señalado esa fecha a mediados de año para la elección, indica que ellos calcularon que hay seis meses para negociar la transición antes de entregar el poder a principio del año 2025. Entonces, quiere decir que ellos están también evaluando varios escenarios y no se han decidido completamente por uno hasta ahora. Pero lo que hemos visto, con el cierre del CNE a la inscripción de Corina Yoris, indica que no van a aceptar una candidata que represente el trasvase de la popularidad de María Corina Machado.
Por lo tanto, vamos a una elección que va a ser internacionalmente y nacionalmente cuestionada. Esos seis meses posteriores que señalan ustedes, ¿la oposición tiene un programa de transición democrática, una propuesta, aunque Maduro se robe la elección del 28 de julio?
Luz Mely Reyes. Creo que ese es uno de los puntos clave, porque si bien en Venezuela se han activado muchísimos grupos que trabajan sobre cómo sería un proceso de transición, tengo la impresión, por conversaciones que he tenido con distintos dirigentes, que se les hacía muy cuesta arriba pensar que había la posibilidad de ganar una elección. Es decir, si retrocedemos un poco hace un año, prácticamente era imposible creer que una candidatura de la oposición democrática pudiese tener una opción de ganar. Entonces, se estaban concentrando, en la celebración del proceso electoral en sí mismo, como cumplir un trámite para luego enfocarse en 2025, que también hay elecciones en Venezuela y pues daban por descontado que Maduro iba estar allí uno seis años más.
Ahora, con los números que están en las encuestas, con todas estas reacciones que se están generando de parte del chavismo y que van evidenciando lo que se ha dicho, nacional e internacionalmente, pues ahora le toca discutir a esta oposición democrática es cómo diseñar escenarios de transición.
Hay unos que han hablado desde “tragar muchos sapos” y hay otros que han dicho que “esos sapos estarían envenenados”. Todos sabemos que los procesos de transición implican la justicia transicional. Sin embargo, en Venezuela hay una investigación en la Corte Penal Internacional por violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Entonces, ¿hasta dónde serán esos sapos que habrá que tragar? Esa es una de las preguntas que todavía no se ha podido responder.
¿Qué tan cerca o tan lejos está hoy Venezuela, en esta incertidumbre de las elecciones del 28 de julio, de poderse acercar a una transición democrática?
Boris Muñoz. Es del interés de los dos campos políticos, romper el empate catastrófico que ha habido en los últimos cinco seis años y que ninguna fuerza es capaz de obliterar a la otra completamente. Y una característica de Venezuela diferente a otros países, sobre todo, si lo comparas con Cuba, es que los venezolanos no han tirado la toalla en su energía de cambio, en su capacidad de reaccionar al Gobierno y siempre han buscado la forma de una ruta democrática.
Estamos más cerca de lo que pensábamos hace un año, en un momento de desesperanza total. Pero todavía ese camino no está abierto, es una trocha que hay que seguir trillando y creo que ahí es donde la presión internacional de Gobiernos como Estados Unidos, Brasil, Colombia y otros de América Latina tienen que tratar de empujar al Gobierno que se mantenga en la ruta democrática y que el juego se abra un poco más.
Desde el campo del opositor, la actuación esta vez ha sido muy buena y el rol principal de María Corina, que ha sido mantener la pelota en juego, lo ha cumplido de una manera muy cabal. Entonces, gran parte del escenario que se vaya a construir a partir de ahora está en manos del Gobierno. No tanto de la oposición, a menos que esta situación se cierre tanto que dispare una oleada de protesta. Yo veo complicado articular un movimiento de calle en este momento, pero no hay que descartarlo.
Luz Mely Reyes. Creo que estamos más cerca de esa posibilidad, esa ventana sigue abierta, evidentemente es muy delicado todo lo que viene. Coincido con Boris en el sentido de que Machado primero logró reactivar el músculo de la esperanza, pero también la memoria democrática de los venezolanos, porque también una de las grandes diferencias que hay con otros procesos es que Venezuela vivió 40 años de democracia y allí hubo mucha siembra y ha habido una suerte de resistencia. Ese tejido social que ha sido tan atacado encuentra nuevas formas de resistencia, a lo mejor no de una manera tan articulada, pero que se va expresando siempre.
El chavismo está cometiendo errores porque no termina de entender por qué hay una resistencia tan fuerte en los venezolanos, en dejarse someter por la represión y por todo este cerco y cerrazón del espacio cívico. Eso es algo que no lo van a entender porque los que están ahorita en la cúpula, pues no son demócratas.
Esa respuesta de la propia sociedad venezolana es la que ellos están enfrentando muchísimo, más allá que a la propia figura de María Corina Machado. Hoy lo pudimos ver con el apoyo que inmediatamente despertó la figura de la profesora Corina Yoris, pero estoy muy segura de que si escogen una tercera candidatura y una cuarta candidatura, eso va a ir sumando más respaldo.
Boris Muñoz. Solo quiero hacer una pequeña nota al pie sobre el escenario internacional: creo que se está entendiendo también internacionalmente que Maduro y el chavismo pertenecen a un campo antidemocrático, son estos países como Rusia, Cuba, Nicaragua. Creo que los países democráticos tienen que entender que estabilizar al Gobierno de Maduro a través del levantamiento de sanciones —yo no soy abogado de las sanciones, pero creo que estabilizar este Gobierno— es una mala receta y los problemas que genera este Gobierno a nivel regional son tan grandes que es necesario presionar por un cambio. Este es el momento para hacerlo, la ventana son tres meses, no mucho más allá.