22 de febrero 2017
El gobierno de Cuba, encabezado por Raúl Castro, negó la entrada a la isla al secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien tenía previsto recibir este miércoles el premio “Oswaldo Payá: libertad y vida”, otorgado por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia.
Almagro emitió una carta en la que narró que el cónsul cubano en Washington, Llanio González Pérez, le informó a un funcionario de la OEA que la visa le era negada.
El Secretario General tampoco podría aterrizar en La Habana con el pasaporte diplomático uruguayo, país de donde es originario, y que no requiere visado cubano.
Los argumentos de González Pérez, según Almagro, fue la “sorpresa” del gobierno de Castro por su visita a la isla para participar en la entrega del premio independiente, considerado como un “involucramiento en actividades anti-cubanas”. “Es una provocación inaceptable”, zanjó el cónsul.
El galardón recuerda al líder opositor cubano, Oswaldo Paya, quien falleció el 22 de julio de 2012 en un polémico accidente de tránsito. Las autoridades cubanas culparon al español Ángel Carromero, quien conducía el coche. Aunque los familiares de Paya refutaron que el vehículo fue embestido varias veces por otro carro, lo que provocó el suceso. Human Rights Foundation concluyó que el reporte y conclusiones oficiales del gobierno cubano sobre la muerte del disidente “eran deficientes”. “El proceso estuvo plagado de irregularidades y violaciones básicas a los derechos humanos”, planteó el organismo.
Rosa María Payá, hija del opositor fallecido, es presidenta de Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, e impulsa la iniciativa ciudadana “Cuba Decide”, que propone la realización de un plebiscito en la isla.
Suma tu firma para q gobierno cubano deje d coaccionar a invitad@s d honor q vienen a entrega d Premio Oswaldo Payá https://t.co/iML74s4ATC
— Rosa María Payá A. (@RosaMariaPaya) February 16, 2017
El régimen de los Castro le argumentó a Almagro que “las actividades de ‘Cuba Decide’ socavan al sistema electoral cubano”.
“Es obvia mi discrepancia con la criminalización del grupo “Cuba Decide” pues los mecanismos constitucionales de democracia directa que proclaman, son un instrumento esencial para la expresión de los pueblos. Es claro además que, por el contrario, quiero honrar la memoria de Oswaldo Payá”, expresó el Secretario General.
Almagro catalogó la decisión cubana de la siguiente forma: “un análisis tan superficial como alarmista”. El Secretario General descartó que el haber recibido el premio en Cuba pudiese haber influido en el deshielo de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, un proceso iniciado por el expresidente Barack Obama, y ahora sumido en la incertidumbre bajo la nueva administración de Donald Trump.
“Sería bastante ridículo que luego de 58 años de revolución, tanto el bienestar del pueblo cubano, como las relaciones bilaterales con Estados Unidos, dependieran de esta ceremonia”, fustigó Almagro.
Otros expulsados
Otros quienes ganaron el premio “Oswaldo Payá: libertad y vida” fueron el expresidente mexicano Felipe Calderón, y Mariana Aylwin, hija del fallecido expresidente chileno Patricio Aylwin. Ellos también corrieron la misma suerte de Almagro: La entrada les fue negada.
Mi preocupación es que no exista ninguna represión ni represalia alguna sobre organizadores del evento #Cuba https://t.co/XFBndB3n9d pic.twitter.com/2iHI9Labxm
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) February 22, 2017
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile emitió un comunicado en el que “lamenta profundamente” la decisión del gobierno de Castro, al impedir el ingreso de Mariana Aylwin, exministra de educación y exdiputada de ese país sudamericano.
“El ejercicio de este derecho (recibir el premio) no debe ser impedido, más aún cuando en Chile se han realizado diversos reconocimientos a figuras históricas y políticas cubanas”, asegura el Ministerio de Exteriores chilenos.
En el plano ideológico, Chile y Cuba tienen parentescos arraigados en la presidencia del socialista Salvador Allende, derrocado por un golpe militar en 1973, y en el que participó Augusto Pinochet, quien más tarde protagonizaría una de las dictaduras más cruentas del cono sur.
Edipcia Dubón, exdiputada nicaragüense y responsable de equipo de observación electoral de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, dijo a Confidencial que el gobierno cubano arrestó además al vicepresidente para Cuba de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Henry Constantín. Mientras que Juan Carlos Vargas, miembro del ejecutivo de la Red, fue deportado a Panamá.
Sol García Basulto, corresponsal del portal critico 14ymedio – publicación dirigida por la periodista Yoani Sánchez—también fue detenida por las autoridades cubanas.
“Mi única preocupación adicional es garantizar que no exista ninguna forma de represión ni represalia alguna, sobre los organizadores del evento. Ello sería absolutamente injusto e indeseable”, afirmó Almagro en la carta.
En Nicaragua, Fabio Gadea Mantilla, excandidato presidencial y candidato para ganar el premio Oswaldo Paya, respaldó a Almagro, y le recordó que “la Carta Democrática que lleva dentro de la solapa de su saco, le marca una ruta clara, promover y defender la democracia en todos los países de nuestra región”.
Para este 28 de febrero, se espera que Almagro y el gobierno de Daniel Ortega firmen un “memorándum de entendimiento” propiciado por el diálogo político sostenido. Aunque sectores sociales y políticos nacionales han lamentado que el caudillo sandinista “se salió con la suya” en el acercamiento con la OEA, al “ganar tiempo” y no emprender reformas estructurales al “colapsado sistema electoral”.