31 de agosto 2022
La ceguera política de la mayoría de los salvadoreños hacia la deriva autoritaria del presidente Nayib Bukele y la incertidumbre sobre el rumbo que finalmente tomará Honduras bajo el liderazgo de Xiomara Castro, quedaron plasmados en las observaciones del estudio Barómetro de las Américas 2021, auspiciado por el Latin American Public Opinion Project (LAPOP) y la Universidad Vanderbilt, divulgados este lunes 29 de agosto.
El análisis señala que los actos autoritarios de Bukele no han calado considerablemente en la confianza política de los salvadoreños hacia su estilo de gobierno.
“A pesar de los altos niveles de preocupación a nivel mundial y de los organismos de derechos humanos por las acciones del presidente Bukele, muchos salvadoreños no se oponen particularmente a su enfoque de Gobierno”, señala el estudio del Barómetro de las Américas.
“Si bien miles han protestado recientemente contra la administración de Bukele, aún parece que la oposición al intento de Bukele de concentrar poder en la oficina ejecutiva existe principalmente dentro de una minoría vocal. En cambio, un sector cada vez mayor de la población justificaría el cierre de la Asamblea por parte de Bukele y que gobernase sin el Poder Legislativo”, añade.
Incluso, el estudio destaca que El Salvador es uno de los países latinoamericano en que están más divididos en relación a la disyuntiva de sacrificar elecciones y democracia, por un sistema que les brinde mejores beneficios económicos.
Un 53% de los salvadoreños consultados expresaron su preferencia por un sistema que les brinde más acceso a servicios fundamentales de calidad y mejores ingresos, mientras que un 47% expresaron su preferencia por una democracia electoral más fortalecida.
“Los salvadoreños se inclinan mayoritariamente por un sistema en el que exista libertad de expresión (76%). Estos resultados muestran que los salvadoreños, al igual que los demás países latinoamericanos, están mucho más dispuestos a sacrificar las elecciones que la libertad de expresión, si en cambio pueden obtener un sistema que garantice el bienestar material de la población”, cita el estudio.
Caso salvadoreño recuerda a Nicaragua antes de la Rebelión de Abril 2018
José Miguel Cruz, director de Investigación en el Kimberly Green Latin American and Caribbean Center de la Florida International University y quien estuvo del análisis del estudio en sus resultados sobre América Central, expresó que la situación en El Salvador le recuerda el escenario político de Nicaragua antes de la Rebelión de Abril de 2018, cruelmente reprimida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“El entusiasmo por la democracia en El Salvador me recuerdan los datos de satisfacción en Nicaragua entre 2010 y 2016, donde existía una satisfacción general hacia el sistema de gobierno del régimen, que incluso alcanzó un pico en 2016, hasta que colapsó por las crisis de las protestas en 2018”, recordó Cruz.
“La diferencia con el caso de Nicaragua es la influencia que pueda tener el empuje en las redes sociales que el presidente Bukele ha manejado muy bien. Lamentablemente, igual a como Nicaragua estaba siete años antes, estamos viendo como una mayoría de salvadoreños encuentran una satisfacción con el sistema de gobierno, al mismo tiempo en que el régimen está cerrando los espacios democráticos”, puntualizó.
La incertidumbre en Honduras
El caso de Honduras está rodeado de mayor incertidumbre. El estudio del Barómetro de las Américas fue elaborado en base a un proceso de recolección de datos realizado entre junio y agosto de 2021.
Honduras vivía en ese entonces la recta final del Gobierno de Juan Orlando Hernández, actualmente encarcelado a raíz de una investigación en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico.
“Los resultados del Barómetro de las Américas 2021 indican que solo el 30% de los hondureños están satisfechos con la forma en que funciona la democracia. Este es el nivel de satisfacción más bajo desde que comenzó la encuesta en 2004, y representa una disminución precipitada desde que la medición, alcanzó su punto máximo en 2010”, cita el estudio.
“Menos de la mitad de los hondureños (49%) estuvo de acuerdo con la proposición de que, a pesar de sus problemas, la democracia es la mejor forma de gobierno, muy por debajo de la media regional de 61%. Más preocupante es la proporción de hondureños que están dispuestos a apoyar un golpe militar en condiciones de alta corrupción, que alcanza el 45%. Este porcentaje es mayor que el promedio regional de 40%”, añade.
José Miguel Cruz señaló que dado el contexto de cambio de gobierno que vivió Honduras a inicios de 2022, existe mucha incertidumbre sobre lo que pueda darse durante el mandato de Xiomara Castro.
“En Honduras los indicadores democráticos son mucho menores porque esta encuesta fue durante el último tiempo del régimen de Juan Orlando Hernández. Creo que vamos a ver cambios interesantes con respecto al tema de la democracia”, advirtió Cruz.
“Como observador político, todavía es muy difícil anticipar algo sobre el futuro de Honduras. Hay muchas señales contradictorias en el caso hondureño. Hay muchas fuerzas interactuando, que por ejemplo no interactúan en Nicaragua, como el papel de los Estados Unidos, que es cualitativamente y cuantivamente muy distinto al de Nicaragua”, agregó.
A nivel regional, el estudio del Barómetro de las Américas 2021 abarcó a 22 países de la región latinoamericana, con un promedio de 3000 entrevistas en cada nación.