20 de noviembre 2022
El mundo no se detiene hoy, pero se empina y se crispa, con todas las miradas ansiosas sobre Catar, mientras se levanta el telón de la 22 Copa de Futbol, el evento deportivo de mayor expectación en la redondez del planeta. Desde aquel lejano 1930, cuando en Uruguay sin estar terminado el escenario central, el Estadio el Centenario, utilizando como emergentes los parques “Pocitos” de Peñarol y el de Nacional, se puso en marcha la primera Copa con Francia derrotando a México 4 por 1, y Lucien Laurent, marcando el primer gol. Todavía no se habían inventado los colores y los viajes de los equipos eran en barcos, razón por la cual, solo participaron 4 europeos: Yugoslavia que eliminó a Brasil, más Francia, Rumania y Bélgica, descartados antes de la Final que disputaron Uruguay y Argentina, los mismos que se habían fajado el título olímpico en Amsterdam. Se coronó Uruguay imponiéndose 4-2 con el brillo de Héctor Scarone.
Historia antigua por supuesto. El mundo, en blanco y negro, recuperaba la calma después de los estragos de la primera guerra, sin poder evitar una segunda convulsión, más ruidosa y dolorosa, que cortó las Copas entre 1938 y 1950, el año del Maracanazo. Cuatro Copas, 2 para Uruguay y 2 para Italia. Eran tiempos en que antes del primer impacto de Alemania, tumbando al gran favorito Hungría en 1954, Brasil se mantenía en el rincón de las frustraciones hasta que salió Pelé de la Lámpara Mágica en 1958, y lo empujó al primero de sus 5 campeonatos, cifra máxima por 4 de Alemania, 4 de Italia, 2 de Uruguay, 2 de Argentina, 2 de Francia, 1 de Inglaterra y 1 de España.
El riesgo de los vaticinios
Poco a poco los pronósticos resultaron más complicados, y el contraste más famoso se produjo en 1954, con la fabulosa Hungría sin Kubala, pero con Puskas jefeando su ataque, amplia favorita, vapuleando 8-3 a Alemania en la fase de grupos, pero derrotada en la final 3-2 por el equipo germano del gran resurgimiento con aplicación de cambios apropiados…Hoy, los vaticinios, por muy buen soporte que tengan los analistas, se ven arrastrados por una hojarasca como la de Macondo, y entre la polvareda previa a Catar, allá se ve Brasil, con su poderoso ataque y unos antecedentes impresionantes, con posibilidades de sexto título fortalecidas por las bajas de Kante y Pogba, los problemas musculares de Benzema y las dudas alrededor de Koundé, que han carcomido a Francia.
Sin embargo, cuidado, cuando Brasil ha sido visto como más favorito con excepción de 1970, se ha quedado corto provocando desilusiones impactantes: 1950 con el Maracanazo, 1982 con el bombardeo de Paolo Rossi, y 1986 eliminada por Francia en definición por penales, fallando Zico un disparo desde los 12 pasos en el tiempo regular que terminó 1-1…El título más opaco de los 5 conquistados fue el de 1994 en Estados Unidos, futbol discreto y la definición por penales contra Italia, con la falla histórica de Roberto Baggio que lo ha perseguido desde entonces como una mancha indeleble.
En el 2002 no se creyó en Brasil. ¿Por qué hacerlo si fue casi eliminado en el grupo clasificatorio de América del Sur, algo todavía sin precedentes? Y Brasil fue campeón en 2002, en su primer enfrentamiento con Alemania en Copas, no solo en una final, una rareza. También mostró un futbol, nada que ver con el deslumbrante Brasil de 1982 en España, que se derrumbó. Se dice que son los triunfos los que escriben la historia, aunque Napoleón es más recordado por su derrota en Waterloo frente a Wellington, que por sus epopeyas. La derrota de Brasil en 1950, cuando se coronaba con un empate en la final y perdió 2-1 con Uruguay después de haberse adelantado, tiene algo de eso
Vamos con los favoritos 2022
BRASIL, con esa delantera mete miedo capaz de abrirse paso hasta Moscú aún entre las inclemencias del invierno parece el gran favorito. Neymar sigue siendo el ombligo, más sensato, muy versátil, incisivo en el área, efectivo viniendo desde afuera y por el cetro, rápido para disparar, y menos show, algo de gran utilidad para él, y la compañía es de la realeza pura: Vinicius también con fuertes pretensiones de brillantez, Gabriel de Jesús, Richarlison, Anthony, Rodrygo, Raphinha y Martinelli; en el medio la dureza y destreza de Casemiro, con Paquetá, Fabinho, Fred, Everton y Bruno Guimaraes; y atrás el veterano Thiago Silva, Marquinhos, Militao, Alex Sandro, Alex Téllez y lo que queda de Danny Alvés, cerrando con el arquero Allison,
FRANCIA liderado por la furia natural, desbordes, ímpetu y capacidad para resolver de Mbappé, complementado por el talento al Top de un 9 como Benzema, aún recuperándose físicamente, Griezman menos confiable como amenaza pero levantando siempre la mano, el imprevisible Dembelé, Giroud y Thuram. No hay repuestos para el corazón del equipo cuyos latidos eran activados por Kante y Pogba, pero Deschamps dispone de aproximaciones en Tchouameni, Rabiot, Coman, Fofana y Camavinga. Hará falta Kimpembe atrás, y persisten ciertas dudas con Koundé, pero no se puede negar la solidez y flexibilidad de Pavard, William Saliba, Varane, Theo Hernández y Disasi, con Lloris nuevamente en la cabaña.
Retadores de gran calidad
¿Se puede subestimar a ARGENTINA? De ninguna manera. Existe una fuerte creencia en la utilidad recargada de Messi en todos los aspectos, en los aportes de DiMaría, la evolución de Lautaro, la importancia de Julián Alvarez, con un medio campo de gran movilidad pese a la pérdida de LoCelso, esperando que el crecido De Paul, Guido Rodríguez, Palacios, quizás Paredes y Papu Gómez respondan a las exigencias. Se considera que en su última Copa, Messi jugará rechinando los dientes y un radar en el centro del torax, y que la defensa con Otamendi, Christian Romero, Nahuel Molina, Martínez, Acuña y Tagliafico, respaldados por el arquero Emiliano Martínez, ofrece la fortaleza necesaria.
Hay equipos como Inglaterra que dice haberse preparado para ganar esta Copa, con el chavalo Bellingham entre sus estelares, lamentando las pérdidas de Reece James y Ben Chilwell. Y están al acecho, Bélgica, Alemania, Portugal y España, todos con la capacidad para presionar fuerte y elevarse. Con pilares como Curtois, DeBruyne, Hazzard, Lukaku, el equipo belga será un hueso duro, igual que Alemania, históricamente temible. La mezcla de juventud y experiencia la tiene el equipo germano con Musiala, Sané, Neuer, Gnabry, Reuss, Muller, en tanto Portugal, incomodado por los problemas de Cristiano, obliga a no perderlo de vista por su nivel de competitividad con el formidable Bruno Fernández, Bernardo Slva, Joao Félix, Leao, Carvalho, y obviamente Cristiano…España entre cuestionamientos, asoma con sus espadas desenvainadas y muchas figuras nuevas descollantes del calibre de Pedri, Gaví y Ansu Fati, todos del Barsa, en tanto Uruguay muestra su dentadura con el impulso de Fede Valverde y Darwin Nuñez, el significado de veteranos como Cavani y Luis Suárez y su rigurosa defensa.
Dinamarca, es capaz de retar a cualquier rival como lo hizo en los primeros rounds de la Copa 1986, y Holanda con Frankie de Jong y De Ligt más grandecitos, y un equipo veloz, serán atracciones junto con el Campeón de Africa Senegal y el enigmático Japón. ¿Quién ganará la Copa? Es una pregunta con mil y ninguna respuestas. Sin embargo, entre la hojarasca de vaticinios, allá se ve Brasil, ligeramente identificable.