28 de marzo 2022
El magnate ruso Roman Abramovich y dos enviados ucranianos que participaron en las negociaciones con Moscú desarrollaron síntomas de un posible envenenamiento tras una reunión en Kiev el pasado mes, según el diario The Wall Street Journal, que cita "fuentes familiares con el asunto".
Los síntomas aparecidos en los tres casos fueron ojos enrojecidos, lagrimeo constante y molesto y descamación en la piel de las manos y la cara, según el rotativo, que atribuye el posible ataque a "elementos radicales de Moscú" que trataban de boicotear esas negociaciones.
Pese a esos síntomas, sus vidas no corren peligro y todos ellos están evolucionando positivamente.
Abramovich, dueño del Chelsea, estuvo viajando entre Leópolis, Moscú y otras capitales en sus esfuerzos de mediación entre los gobiernos ruso y ucraniano, y aunque se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, este último no resultó afectado, según confirmó su portavoz, citado por el diario.
Las fuentes precisaron que era difícil determinar si el posible envenenamiento fue causado por un agente químico o biológico, o si se trató de una radiación electromagnética.
ONU intentará mediar
El secretario general de la ONU, António Guterres, anunció este lunes que la organización va a explorar "inmediatamente" con las partes del conflicto en Ucrania acuerdos y arreglos para un posible alto el fuego humanitario.
Guterres, en declaraciones a los periodistas, dijo que ha encargado esas gestiones al jefe de humanitario de Naciones Unidas, el británico Martin Griffiths.
El jefe de Naciones Unidas subrayó que un alto el fuego humanitario salvaría vidas, facilitaría el suministro de ayuda y permitiría progresar en negociaciones políticas serias para lograr un acuerdo de paz.
Aumentan los fallecidos
Al menos 1151 civiles han muerto en ataques armados en la guerra de Ucrania, entre ellos 103 niños, indicó el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
A lo largo de más de un mes de conflicto también han resultado heridos al menos 1824 civiles, incluyendo 133 menores.
La ONU reitera que tanto la cifra de civiles fallecidos como la de heridos podrían ser mucho mayores en la realidad, ya que no hay información completa sobre la situación de Mariúpol y otras ciudades asediadas por tropas rusas en el este de Ucrania, en las que se teme que haya numerosas víctimas.
Las autoridades ucranianas elevan a 143 los menores de edad fallecidos por ataques y a 216 los fallecidos.
La oficina de la ONU que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet indica que la mayoría de las víctimas civiles murieron o resultaron heridas por el uso de explosivos, incluidos proyectiles lanzados por artillería pesada, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, misiles y bombardeos aéreos.
El derecho internacional considera que los ataques perpetrados contra civiles e infraestructuras no militares en un conflicto pueden constituir crímenes de guerra.