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Sugieren al nuevo Gobierno costarricense mejorar políticas de integración de los nicas

Durante presentación de un estudio de CONFIDENCIAL, investigadores coinciden en que agilizar la regularización migratoria debe ser una prioridad

Katherine Estrada Téllez

22 de abril 2022

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El estudio “Los migrantes nicaragüenses en Costa Rica, vulnerabilidad e implicaciones de su integración”realizado por el investigador de Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, y auspiciado por CONFIDENCIAL, indica que uno de cada diez nicaragüenses en Costa Rica ha logrado integrarse de manera plena a la sociedad. 

El estudio fue presentado este jueves 21 de abril de manera presencial en San José y a través de Zoom y las redes sociales de CONFIDENCIAL a la audiencia nacional y extranjera. A la presentación fueron invitados a comentar los resultados del estudio Adilia Eva Solís, presidenta del Centro de Derechos Sociales de la Persona Migrante (Cenderos), y Alberto Cortés, politólogo y catedrático en Ciencias Políticas y Geografía de la Universidad de Costa Rica. Desde sus experiencias como investigadores y académicos, aportaron sus comentarios y recomendaciones sobre cómo mejorar la integración de la población nicaragüense en Costa Rica. 

El estudio demuestra que los inmigrantes nicaragüenses se han encontrado con retos desde su salida, por razones políticas y económicas y durante su incorporación, y que sus perspectivas de retorno no son fuertes. Aunque la vulnerabilidad de los inmigrantes es pareja, está más presente entre quienes llegaron después de la crisis de abril de 2018.

A pesar que los nicaragüenses conforman la población extranjera más grande en Costa Rica —más de medio millón en un país de cinco millones de habitantes—, la gran mayoría no se siente integrada por completo al país, por algunas causas determinantes que intervienen en el proceso de incorporación, como son el proceso de regularización migratoria, las condiciones de trabajo, la formación académica, la edad, el sentirse a gusto o bienvenido en Costa Rica, el género, entre otros. 


Los resultados del estudio demuestran que tener título universitario, ser mayor del promedio de edad, ser hombre, mantenerse en contacto con Nicaragua a través de visitas al país y sentirse bien tratado en Costa Rica, son positivamente correlacionados a la integración, pero haber salido por razones políticas, vivir en impermanencia, es decir, conservar la ilusión o el anhelo de volver a Nicaragua si el país mejora, son aspectos que no favorecen la adecuada inserción.

Políticas de refuerzos para la integrar a las mujeres migrantes

Solís destacó que el estudio evidencia cómo ser mujer se correlaciona negativamente con la adecuada integración del migrante a la sociedad. “Este dato corrobora cómo las mujeres en los flujos migratorios forzados viven múltiples violencias, entre ellas institucionales, y se incorporan en procesos y dinámicas de relaciones de poder cuando migran”, indicó. 

En el estudio se identifica que el 43.6% de las mujeres son amas de casa con salarios no remunerados. “Esas mujeres, por estudios previos que yo he hecho, son las que tienen menor regularización en el país, por no tener dinero”, explicó Solís. 

El 20% conformado por mujeres que trabajan en servicios domésticos remunerados suelen enfrentarse a dificultades de protección laboral, por lo que Orozco sugirió que el Estado costarricense cree “una especie de comisariato de la trabajadora doméstica en los Gobiernos locales”, es decir en cada municipalidad o cantón del país.

“La falta de independencia económica, de regularización, escolaridad y acceso a servicios básicos, evidencian la violencia estructural que vive la mujer migrante en el país, por lo que se requieren políticas de refuerzos que afirmen de manera positiva a las mujeres migrantes, en particular a la nicaragüense”, señaló Solís.

Costa Rica “no se reconoce a sí misma como una nación migrante”

“Para entender el tema de la integración de los migrantes, hay que analizar cómo la sociedad receptora construye puentes o muros, en términos de la forma en que construye su ciudadanía”, apuntó Cortés, quien planteó que, parte de las razones por las cuales a los nicas les cuesta integrarse plenamente tiene que ver con que Costa Rica, a pesar de ser un país de inmigración, no se termina de asumir como una sociedad que tiene un componente importante de migración. 

De cara al traspaso de poderes en Costa Rica, este próximo 8 de mayo en que asumirá la presidencia Rodrigo Chaves, señaló que uno de los retos que Costa Rica debe asumir es que el grueso de la política pública esté pensada, no en función de los nacionales, sino en función de sus habitantes en general.

 “El Gobierno tiene que apostar, no por revertir lo que se ha avanzado, sino por profundizar una política que permita la integración plena de la población migrante y refugiada. Ganan todas las partes”, recomendó el catedrático. 

A su vez, Solís afirmó que no basta con que se le abra la puerta al país a esta población refugiada y se les reciba la solicitud de refugio, si no va acompañado de políticas y programas que refuercen su integración laboral y que mejoren las condiciones de vida.

“Los niveles de pobreza, de situación de calle, son tremendos. El país tiene una situación compleja y tiene limitaciones objetivas, pero hay que acompañar los procesos de acogida y eso tiene que ver con la comunidad internacional, que respalde y apoye esas políticas de integración plena”, indicó como parte de las recomendaciones para el Gobierno entrante. 

Orozco sugirió que Costa Rica aborde de una forma táctica la inclusión económica de los migrantes recién llegados, por ejemplo, trabajando a nivel binacional con el sector privado nicaragüense y con las zonas francas en Costa Rica, y obtener un apoyo de inserción laboral de migrantes recién llegados en zonas francas con inversión de capital nicaragüense. 

De igual forma, el estudio concluye que se debe considerar que el cambio de la situación en Nicaragua “contribuiría a resolver las aspiraciones de quienes quieren volver y se resisten en prolongar su estadía en Costa Rica, independientemente de las condiciones en este país”.

En ese sentido, Orozco, recomendó al presidente electo Chaves darle continuidad a la política exterior costarricense hacia Nicaragua con su enfoque de respeto a los derechos humanos, creencia del principio de solución a las controversias, el rol de respeto a tratados internacionales. “En la medida que se promueve un cambio político hacia la democracia en Nicaragua (desde el Gobierno de Costa Rica), vas a cambiar las razones por las que migran los nicaragüenses”, dijo.


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Katherine Estrada Téllez

Katherine Estrada Téllez

Periodista nicaragüense exiliada en Costa Rica. Se ha especializado en la cobertura de temas de migración, género y salud sexual y reproductiva. También ha trabajado en Marketing y Ventas y ha sido Ejecutiva de Cuentas.

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