7 de enero 2023
Los migrantes nicaragüenses que salieron del país y todavía no llegaron a México, y los que están varados en México se enfrentan a dos escenarios para ingresar legalmente a Estados Unidos y no ser expulsados a territorio mexicano, tras la aplicación de las nuevas medidas migratorias que entraron en vigor este jueves 5 de enero de 2023.
El primer escenario lo ocupan los miles de nicaragüenses que se encuentran en México desde antes del anuncio oficial. Estos tendrán que solicitar una cita a través de la aplicación móvil CBP One para que su caso sea atendido en un puerto de control fronterizo. Si deciden cruzar la frontera de forma ilegal serán deportados a México inmediatamente.
La abogada supervisora de Nicaragua American Human Rights Alliance (NAHRA), Astrid Montealegre, explicó que, para estos migrantes en México, la CBP One servirá tanto para pedir asilo como para solicitar el “humanitarian parole” o libertad bajo palabra humanitaria.
“La misma aplicación se utilizará para ambos procesos”, reiteró Montenegro, quien se reunió con funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU.
El segundo escenario caben los nicaragüenses que van en camino a Estados Unidos y no hayan cruzado la frontera de México. Estos deberán permanecer en los países donde se encuentran —Honduras, El Salvador, Guatemala o Belice— y desde allí comenzarán el proceso para migrar de forma legal, en caso de ser aprobado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS).
Situación de ciudadanos perseguidos por el régimen
Un caso especial enfrentarán los ciudadanos que están en Nicaragua y prevén solicitar refugio o asilo político en Estados Unidos, pero por la represión impuesta por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no pueden salir de forma legal por vía aérea. Estos tendrán que refugiarse en otro país de la región, mientras EE. UU. estudia su caso y resuelve la aprobación al programa humanitario.
“Deberán tener paciencia, encontrar lugares más seguros para permanecer un rato y aplicar directamente de esos países, si entran a México irregularmente o cruzan nuestras fronteras irregularmente no van a poder participar en este proceso”, aclaró el subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU, Blas Núñez-Neto.
Las medidas anunciadas por el presidente Joe Biden establecen que cada mes Estados Unidos recibirá hasta 30 000 ciudadanos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, quienes podrán trabajar por dos años a través del Permiso de Permanencia Temporal, conocido en inglés como “humanitarian parole”. Mientras, los que lleguen ilegalmente serán devueltos a México.
Este programa de migración es gratuito y puede realizarlo de forma individual cualquier migrante que complete los formularios en línea. El único costo que aportará es su boleto de avión. Tampoco involucra a las embajadas ni al Departamento de Estado, pues toda la aplicación y aprobación la realiza el USCIS. Lo cual garantizará que el proceso sea ágil, aseguró el funcionario estadounidense.
“Lo único que necesita para participar en el proceso es acceso al internet y obviamente un patrocinador en los Estados Unidos, aunque hay grupos de la sociedad civil que también están cumpliendo una función muy importante y conectan a migrantes que tal vez no tienen patrocinadores o familia en los Estados Unidos con estatus legal”, añadió Núñez-Neto.
Los requisitos para aplicar al “humanitarian parole”
Los migrantes nicaragüenses que quieran aplicar a este programa deberán conseguir un patrocinador con “estatus legal en los Estados Unidos que demuestra que tiene la capacidad de dar apoyo financiero y cualquier otro apoyo que sea necesario para los beneficiados”.
Una vez que lo tengan, pasarán un proceso de verificación de antecedentes y un chequeo de las bases de datos de Seguridad Pública y Nacional de Estados Unidos. Los migrantes también deberán estar vacunados contra la covid-19.
El migrante debe demostrar también que el permiso de permanencia temporal se justifica por razones humanitarias urgentes o por un beneficio público significativo.
Los patrocinadores deberán:
- Ser ciudadanos de EE. UU. o residentes legales permanente, así como aquellos que tienen estatus de asilo, libertad condicional o son beneficiarios de una acción diferida o de una Salida Forzada Diferida.
- Pasar una investigación de seguridad y antecedentes, incluidos los aspectos de seguridad pública, seguridad nacional, trata de personas y explotación.
- Demostrar los recursos financieros suficientes para recibir, mantener y apoyar a las personas que se comprometen a cumplir para la duración de su período de libertad condicional.
- Recibir al beneficiario a su llegada a Estados Unidos y trasladarlo a su alojamiento inicial.
Los patrocinadores garantizarán que el migrante beneficiado disponga de alojamiento seguro y adecuado mientras dura su estancia; cubrir sus necesidades básicas iniciales; apoyarlo a acceder a educación para aprender inglés; conseguir un empleo; y matricular a sus hijos en la escuela.
Además, garantizará sus necesidades médicas y atención sanitaria, y lo ayudará a completar los trámites necesarios como tarjeta de Seguridad Social, autorización de empleo y otros.
El patrocinador deberá llenar el Formulario I-134A y podrá hacerlo para más de un migrante de una misma familia, pero debe hacer el proceso por separado.
Los beneficiados deberán:
- Ser nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua o Venezuela.
- Ser miembros de la familia inmediata del aspirante: un cónyuge o pareja con derecho consuetudinario, hijos menores de 21 años. Los menores de 18 años deberán viajar en compañía de sus padres o tutores.
- Tener pasaporte vigente.
- Tener fondos para patrocinar su pasaje a Estados Unidos.
No podrán ser elegidos los ciudadanos que tengan doble nacionalidad o sean residentes permanentes o tengan estatus de refugiado en otro país. Tampoco aquellos que han sido deportados de EE. UU. en los últimos cinco años o han cruzado de forma irregular la frontera de México, Panamá y Estados Unidos después del anuncio oficial.
Los migrantes nicaragüenses no pueden iniciar la aplicación de este programa directamente, debe hacerla su patrocinador. Este comenzará llenando el formulario I-134A, allí detallará el nombre del migrante, su información personal y datos de contacto, que incluye su dirección electrónica. Si el USCIS considera que la información está completa, contactará a los migrantes para el siguiente paso.
Antes de aprobarle el “humanitarian parole”, el migrante viajará a EE. UU. con sus propios medios para solicitar su aprobación al programa, allí completará su información adicional (huellas digitales, datos biométricos de verificación de antecedentes) y será inspeccionado por la CBP que decidirá si lo autoriza para el programa.
Seis pasos para aplicar al “humanitarian parole”:
- Conseguir apoyo financiero: El patrocinador presenta el formulario online para iniciar el proceso.
- USCIS investiga al solicitante para asegurarse que es capaz de mantener económicamente a la persona
- Si USCIS aprueba al patrocinador, el migrante beneficiado recibirá un correo con instrucciones sobre cómo crear una cuenta en línea de USCIS y completará su información biográfica. Completará las declaraciones de elegibilidad requeridas.
- El migrante beneficiado recibirá instrucciones para acceder a la aplicación CBP One donde ingresará su información biográfica y subirá una foto.
- El migrante recibirá un aviso en su cuenta donde se le otorgará una autorización para viajar a EE. UU. anticipadamente para solicitar su concesión de libertad condicional por un plazo de 90 días.
- Cuando el migrante llegue al puerto de entrada de EE. UU. el CBP lo inspeccionará y considerará el caso para aprobar o negar su admisión al “humanitarian parole”.