17 de agosto 2022
El flujo migratorio de nicaragüenses hacia Estados Unidos sigue fuerte y constante, con unas 400 detenciones diarias en promedio, según la cifra del mes de julio de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
12 191 detenciones de nicaragüenses registraron las autoridades estadounidenses en el pasado mes de julio. En total, en lo que va de 2022, son 96 193 aprehensiones de nacionalidad nica. Se cumple un año desde que el flujo de migrantes hacia Estados Unidos desde Nicaragua aumentó dramáticamente.
El incremento coincidió con la escalada represiva por parte del régimen Ortega Murillo que empezó a finales de mayo de 2021 con el arresto de siete precandidatos presidenciales de la oposición que buscaban participar en las votaciones presidenciales de noviembre como una salida a la crisis sociopolítica que persiste en el país desde 2018.
La cacería gubernamental también se dirigió contra empresarios, líderes cívicos, periodistas, defensores de derechos humanos, campesinos, exdiplomáticos y analistas. La mayoría de los detenidos por motivos políticos continúan presos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote, donde permanecen aislados y son víctimas de tratos crueles y degradantes. El régimen, por su parte, se autoproclamó ganador en unas votaciones sin competencia, sin garantías mínimas de transparencia, bajo una masiva abstención ciudadana y sin el reconocimiento de la mayoría de países del hemisferio.
Con el empeoramiento de la represión y sin salidas a la crisis a corto plazo, decenas de miles de nicaragüenses empezaron a salir del país rumbo al norte. En julio de 2021 se dio la primera cifra de cinco dígitos de detenciones de migrantes de Nicaragua, con 13 509 "encuentros" o aprehensiones, según los registros de la CBP. Desde entonces no ha menguado la cantidad de personas que buscan llegar a Estados Unidos.
Con ese dramático aumento, crecieron también las noticias sobre las vicisitudes y tragedias que viven los nicaragüenses en su viaje, que van desde extorsiones, robos, agresiones, secuestros hasta la muerte de decenas de ellos por asfixia, al viajar en furgones hacinados, sin agua ni comida; o fallecidos por ahogamiento, al intentar cruzar el Río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos.
Mayo de este año fue el mes con mayor número de fallecimientos de nicaragüenses en su intento por arribar a Estados Unidos. Según un monitoreo de CONFIDENCIAL, en ese mes murieron en accidentes de tránsito y en el río Bravo 19 ciudadanos nicas.
Política migratoria 'MPP' llega a su fin, pero sigue en pie 'Título 42'
Los nicaragüenses, al igual que centroamericanos, venezolanos, cubanos y migrantes de otras nacionalidades siguen intentando entrar a Estados Unidos, a pesar de las políticas estadounidenses que intentan disuadirlos.
El programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), también conocido como “Quédate en México”, ha sido una de esas políticas que obligaba a solicitantes de asilo a esperar en México hasta que las cortes estadounidenses fallaran a favor o en contra. Se implementó en dos momentos: en 2019, cuando el entonces presidente Donald Trump lo instauró, dejando a más de 70 000 migrantes varados en México lo que causó una crisis humanitaria; y a finales de 2021, cuando el actual presidente Joe Biden se vio obligado a retomarlo por órdenes del Poder Judicial. Desde diciembre de 2021 hasta junio de 2022, 5765 migrantes fueron retornados a México, la mayoría de los afectados fueron nicaragüenses (el 58%).
El pasado nueve de agosto, las autoridades estadounidenses anunciaron que el MPP llegaría a su fin, por lo que ya no habrá más migrantes bajo ese programa y quienes actualmente están en México bajo MPP podrán llevar sus procesos dentro de EE. UU.
Sin embargo, sigue en pie la política sanitaria Título 42, establecida en medio de la pandemia, la cual permite a los agentes migratorios expulsar de forma "exprés" a los migrantes que llegan a pedir asilo. Bajo esa política, más de 670 000 migrantes han sido rechazados en fronteras estadounidenses en 2022, de los cuales 2357 son nicaragüenses, según datos de la CBP.