2 de octubre 2021
El Movimiento Campesino nicaragüense realizó este viernes un plantón en las afueras de la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en San José, Costa Rica, para demandar al organismo regional más presión contra el proceso electoral del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, cuestionados por el encarcelamiento de precandidatos presidenciales y el desmantelamiento de partidos opositores.
Desde Upala hasta San José, se trasladaron en tres buses 150 campesinos para participar en el plantón “Las elecciones de noviembre de 2021 son ilegítimas”, para exigir a la OEA rechazar las elecciones del 7 de noviembre próximo y desconocer desde ya la reelección que buscan Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Venimos aquí para decirles que en Nicaragua no hay proceso electoral, y lo que habrá el 7 de noviembre será un circo, una vergüenza, y que el pueblo digno no participará”, reza el pronunciamiento del Consejo Nacional en Defensa de Nuestra Tierra, Lagos y Soberanía, conocido también como Movimiento Campesino, dirigido a la OEA.
En el pronunciamiento, se hace énfasis en el incumplimiento del régimen orteguista de los acuerdos suscritos en marzo de 2019 con la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), que contemplaban la liberación de todos los presos políticos, el restablecimiento de los derechos y garantías de los nicaragüenses. El documento resalta que por el contrario, “ha decidido robarse las elecciones desde antes, reprimir a todo el país, y echó presos a todos los posibles contrincantes”.
El campesinado también rechazó la creación de leyes represivas con las cuales el régimen ha encarcelado arbitrariamente a más de 35 opositores, la anulación de la personería jurídica a partidos políticos, y la persecución contra medios de comunicación independientes y organizaciones de la sociedad civil en Nicaragua.
Además, exigieron la libertad de todos los presos políticos e hicieron un llamado a la comunidad internacional a no permitir que en Nicaragua se violen los derechos ciudadanos. “Los campesinos nacimos libres como el viento, y nunca aceptaremos vivir en una dictadura sin derechos políticos, sin derecho a pensar, a reunirnos, a organizarnos, a protestar, y a sembrar nuestra tierra en paz”, agrega el pronunciamiento.
La organización invitó a los nicaragüenses a no salir a votar y mantenerse en sus casas el día de las elecciones, en rechazo al proceso electoral.
“Seguiremos denunciando que el proyecto canalero es una estafa”
La líder campesina nicaragüense Francisca Ramírez estuvo presente en el plantón realizado este viernes, y declaró a CONFIDENCIAL que continuarán demandando justicia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por los daños y perjuicios cometidos contra la comunidad campesina por parte del gobierno de Nicaragua y el empresario chino Wang Jing, socio del régimen de Ortega en el fallido proyecto del canal interoceánico.
En 2013, campesinos nicaragüenses se organizaron en el Movimiento Campesino Anticanal, en rechazo a la ley 840 o ‘ley canalera’, que permitía al magnate chino expropiar todas las tierras que se requerían para construir el canal interoceánico en suelo nicaragüense. “Eso era una estafa, pero los campesinos no nos dejamos estafar. Logramos que no se nos quitara ni una cuarta de tierra”, expresó la líder exiliada en Costa Rica.
Recientemente, el empresario Wang Jing y el Grupo Xinwei fueron expulsados de la Bolsa de Valores de Shanghai, y sancionados por tratos misteriosos y falta de transparencia.
Wang Jing, habría aprovechado las expectativas generadas alrededor del proyecto, “para atraer inversionistas y cotizaciones fantasma” que le permitieron recaudar millones de dólares, así lo demuestran notas de prensa.
Ante esta noticia, Ramírez señaló que finalmente, ocho años después, lograron demostrarle a Ortega que el canal interoceánico era una estafa, y que “tarde o temprano su dictadura también va a terminar”.
Sin embargo, Ramírez advierte que mientras la ley no sea derogada, los campesinos continúan corriendo peligro, y por ello, seguirán demandando elecciones libres y transparentes, para que en Nicaragua exista una “Asamblea Nacional que represente al pueblo y no a una pareja”.
En los últimos años, campesinos han sido secuestrados, encarcelados, torturados y asesinados por defender sus tierras. Ramírez destaca que la lucha campesina es autónoma y digna de admiración, que nace de un sector muy honrado y valioso para el pueblo nicaragüense.