23 de julio 2024
La nicaragüense Athiany Larios se exilió en Costa Rica en marzo de 2019. Obtuvo su primer carné de solicitud de refugio en junio de ese año y, al mes, le otorgaron el permiso laboral. Su entrevista de elegibilidad la tuvo en septiembre de 2021. A casi tres años de esta entrevista, aún no tiene la resolución de su caso.
Nelsón López, también nicaragüense, buscó refugio en Costa Rica en diciembre de 2022. No ha logrado obtener un permiso laboral, ya que no cuenta con un trabajo ni contrato formal –que eran, hasta hace poco, parte de los requisitos para optar por este permiso–, y tiene prevista su entrevista de elegibilidad para marzo de 2027.
Los casos de Larios y López ilustran la realidad de la mayoría de solicitantes de refugio en Costa Rica. De mayo de 2018 a mayo de 2024, 232 688 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica, según datos proporcionados por la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) a Nicas Migrantes, de CONFIDENCIAL. Solo el 6.13% ha recibido una respuesta a su solicitud.
El atraso y la acumulación de solicitudes no son nuevos, pero, recientemente, la Contraloría General de la República (CGR) de Costa Rica hizo un llamado de atención sobre la gestión de la DGME en esta área, en un informe de auditoría de mayo de 2024: “La mora en la que se encuentran las solicitudes de más de 200 000 personas significa esperar entre dos y seis años como mínimo para obtener una respuesta positiva o negativa a su condición migratoria, representando un estado de indefensión jurídica e inestabilidad por la falta de una respuesta oportuna, mayor vulnerabilización y limitaciones en el acceso a trabajo, salud y otros servicios esenciales”, señaló la entidad fiscalizadora.
El artículo 200 de la Ley General de Migración y Extranjería establece un plazo máximo de tres meses para resolver las solicitudes de residencia, advirtió la CGR en el informe.
¿Por qué tardan las respuestas de solicitudes de refugio en Costa Rica?
La lentitud con que se resuelven las solicitudes se debe a la falta de personal en la Unidad de Refugio de la DGME, han justificado las autoridades en ocasiones anteriores, un problema que persiste. Actualmente, 28 personas laboran en esta área: “Seis funcionarios de la Unidad de Refugio y 22 profesionales cedidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)”, indicó Cindy Molina Mora, jefa de la Unidad de Refugio de la DGME, al diario costarricense La Nación. Además, declaró que se esperaba que en junio se integrasen otros siete funcionarios.
La Contraloría costarricense calculó que, entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de octubre de 2023, solo el 14.58% de las 18 664 solicitudes resueltas durante ese período cumplieron con el plazo de tres meses indicado en la ley. En promedio, las peticiones tardaron casi dos años en resolverse; incluso, 16 casos se resolvieron después de seis años.
El 90% del total de solicitudes de refugio en Costa Rica corresponden a personas de Nicaragua. Del total de solicitudes de nicaragüenses registradas desde 2018 hasta mayo de 2024, solamente a 9395 se les ha otorgado la protección internacional, es decir, al 4.03%, y a 4895 se les ha negado el refugio (2.10%). Esto significa que las autoridades migratorias han resuelto solo el 6.13% de las solicitudes de nicaragüenses.
Restricción de acceso a citas incidió en disminución de peticiones
La Contraloría de Costa Rica señaló, además, que el Gobierno restringió el acceso a solicitar refugio sin contar con un fundamento técnico o jurídico.
Tras las reformas al reglamento de personas refugiadas, ordenadas mediante decreto ejecutivo por el presidente Rodrigo Chaves en noviembre de 2022, las personas debían agendar su cita dentro de los primeros 30 días después de ingresar a Costa Rica, ya que después de ese plazo las solicitudes no serían admitidas. Además, se limitaron los cupos de atención a 70 por día. Anteriormente, se recibía la totalidad de solicitudes que ingresaban a la institución.
Desde enero de 2023, se implementó una nueva modalidad de atención, habilitando 100 espacios diarios, y se redujo de cinco a tres los días de la semana para agendar las citas de refugio: lunes, martes y miércoles. El total de citas semanales otorgadas es de 360.
A partir de entonces, el número de solicitudes de refugio ha disminuido en comparación con años anteriores. En el primer semestre de 2022, 38 822 nicaragüenses solicitaron refugio. Un año después, durante el mismo periodo, la cifra disminuyó a 17 549, lo que representa una caída del 54.79%. En los primeros cinco meses de este año, solo 7206 personas lograron agendar una cita. De mantenerse este ritmo, se proyecta que solo unas 8600 lograrán hacerlo en el primer semestre de 2024, marcando una reducción del 50.72%, según cálculos de CONFIDENCIAL.
La Unidad de Refugio recibió 23 016 solicitudes de nicaragüenses entre mayo y diciembre de 2018. Las cifras aumentaron a 31 624 en todo 2019, disminuyeron a 9416 en 2020 debido a la pandemia de covid-19, y se elevaron a 51 922 en 2021 en total. En 2022, se alcanzó un pico de 80 028 solicitudes en todo el año, seguido por una reducción a 28 496 en 2023, en parte por la limitación de cupos para hacer la petición.
Menos solicitudes de refugio desde finales de 2022
Las solicitudes de refugio de nicaragüenses en Costa Rica ha disminuido desde finales de 2022. En parte, esta disminución se debe a las restricciones impuestas en noviembre de 2022 que limitaron la cantidad de citas semanales para solicitar refugio y los días de atención. Antes, la Unidad de Refugio agendaba las citas según la demanda y sin ningún tope de cupos. Las cifras del primer semestre de 2022 –cuando no había límite de cupos– en comparación con las del mismo período de los años siguientes muestran una drástica reducción. De un 54.79% en 2023 y de un 58.93% en 2024.
Mes | 2022 | 2023 | 2024 |
---|---|---|---|
Enero | 4743 | 4208 | 1217 |
Febrero | 7320 | 3429 | 1452 |
Marzo | 8194 | 2870 | 1073 |
Abril | 5338 | 1839 | 1748 |
Mayo | 6998 | 2540 | 1716 |
Junio | 6229 | 2663 | S/D |
TOTAL | 38 822 | 17 549 | 7206 |
Este 14 de junio de 2024 entró en vigor una nueva versión del reglamento de Refugio en Costa Rica que restablece varios derechos para los solicitantes de refugio, como el otorgamiento de un permiso laboral al momento de hacer su petición, y viajar fuera de Costa Rica. También se eliminó el plazo de 30 días para que la persona presente su solicitud ante las autoridades. Sin embargo, sigue en pie la dinámica de límite de cupos semanales para la atención de quienes solicitan refugio por primera vez.
“Limitar el acceso se traduce en que personas que requieren del servicio se queden fuera del proceso y, por ende, no puedan optar por el otorgamiento de la condición de refugiado”, añade el informe.
Molina Mora, jefa de la Unidad de Refugio, afirmó que se cambió la forma de atención para ordenar la cantidad de personas en la plataforma y que los solicitantes puedan esperar el menor tiempo posible. Agregó que, aunque se limitó la atención a tres días, se aumentaron en 10 las citas diarias respecto a las atendidas durante los cinco días de la semana.
A pesar de estos cambios, algunas personas experimentan dificultades para agendar su primera cita. José Pérez llegó a Costa Rica en febrero de 2024 y, desde entonces, no ha podido agendar una cita. “He llamado en los horarios que indica el sistema, pero nunca me responden. La única vez que logré que alguien levantara el teléfono, me dijeron que ya estaban llenos los cupos”, menciona. “Los cupos se acaban rápido”, agrega.
Molina explicó que, debido a la falta de personal, tuvieron que ajustar la cantidad de personas que se atienden y negó que se haya actuado de manera arbitraria. La Contraloría señaló en el informe que las variaciones en el proceso se efectuaron sin comunicación oficial y carecen de un sustento técnico o jurídico. “No sé si la Contraloría no nos entendió cuando les explicamos; teníamos menos recursos y, entre menos recursos tengamos, menor va a ser la capacidad de atención”, agregó Molina.
Contraloría de Costa Rica exige mejores prácticas en proceso de refugio
La Contraloría costarricense señaló que la Unidad de Refugio de la DGME “debe recibir y procesar todas las solicitudes, garantizar el acceso, el debido proceso y la no devolución, conforme al ordenamiento internacional”.
La Contraloría criticó que, aunque hay dos oficinas regionales donde se puede presentar la solicitud, los demás procesos como la entrevista, están centralizados en las oficinas de la DGME en La Uruca en San José, obligando a los solicitantes a trasladarse a la capital para continuar su trámite.
La jefa de Refugio indicó que ya cuentan con un ingeniero industrial para adecuar las citas y cumplir con el sustento técnico exigido por la Contraloría. Además, explicó que la estrategia de Migración busca atender los casos pendientes y evitar retrasos en las nuevas solicitudes, contratando más personal y elaborando perfiles para responder más rápido a los casos con alta probabilidad de recibir refugio.
La directora de Migración, Marta Vindas, dijo a La Nación que apuestan por una mayor automatización de los procesos para que los usuarios tengan un acceso más ágil al sistema. “Hemos fortalecido la capacidad de respuesta de oficinistas, técnicos y profesionales en derecho, con el apoyo de donaciones de organismos internacionales, para mejorar el servicio”, expresó Vindas.
Athiany Larios, a casi tres años de espera de su resolución desde que tuvo la entrevista de elegibilidad, expresa su desesperación: “Esperamos que las autoridades costarricenses aceleren el proceso y cumplan con los plazos establecidos. No es solo un papel, es nuestra vida y seguridad la que está en juego”.
Por su parte, Nelsón López, cuya cita de elegibilidad está programada para 2027, manifiesta: “Necesitamos que la espera para nuestra cita sea en menos tiempo, ya que muchos necesitamos estar en orden en Costa Rica para no vernos en limitaciones y tengamos posibilidad de construir un futuro estable”.