27 de septiembre 2020
El agua, un derecho universal que todavía no está al alcance de todos, es vital para la salud pública y para combatir pandemias y enfermedades. Esto lo saben muy bien los habitantes de la comunidad de Sonis-Somoto, quienes hoy tienen acceso a agua potable gracias a las acciones que la Unión Europea (UE) y sus Estados Miembros impulsan en el marco de la iniciativa mundial Equipo Europa.
El trabajo del Equipo Europa frente al COVID-19 en Sonis-Somoto y otras comunidades de la cuenca alta del Río Coco y de la Costa Caribe, forma parte de la estrategia de cooperación que la UE viene desarrollando en Nicaragua desde hace años, permitiendo que más de 385 000 nicaragüenses tengan acceso a agua potable y saneamiento.
“El acceso al agua potable y saneamiento es vital para el desarrollo y la salud pública, y constituye uno de los ejes claves de nuestra cooperación en el país. En tiempos de pandemia, nuestra contribución adquiere más relevancia por su impacto directo en la prevención del contagio del COVID-19 y otras enfermedades cuando más lo necesitan los nicaragüenses. Juntos por Nicaragua, logramos algo tan básico y necesario como lavarse las manos, especialmente donde la escasez de agua es más severa”, dijo Pelayo Castro Zuzuárregui, embajador de la UE en Nicaragua.
Aproximadamente, la cooperación europea en este sector asciende a más de 133.6 millones de euros y se desarrolla bajo un enfoque de equidad, eficiencia y calidad.
Las acciones, a través de diferentes proyectos, se ejecutan en ocho municipalidades de la cuenca alta del Río Coco, específicamente en Totogalpa, Somoto, San Lucas, Las Sabanas y San José de Cusmapa (Madriz); Macuelizo, Ocotal y Santa María (Nueva Segovia); Santo Tomás y Acoyapa (Chontales); y en la Costa Caribe (Bluefields, Bilwi, y las comunidades miskitas Sisin, Boom Sirpi, Kuakil y Yulu Tingni).
La mejora de los servicios de saneamiento, además de reforzar la salud pública y la prevención de enfermedades, contribuye a prevenir y limitar el impacto de inundaciones, un problema muy serio que afecta actualmente a las poblaciones de la Costa Caribe, un área fundamental para nuestra cooperación.
Red de conexión y distribución de agua en Altamira, Managua
La UE también iniciará la implementación de un proyecto que contribuirá con la mejora de la red de conexión y distribución del servicio de agua en la zona de Altamira-Managua, que beneficiará a pobladores vulnerables por su condición de pobreza o extrema pobreza.
“El agua en este contexto tan difícil es más necesaria que nunca para la salud, el bienestar y la higiene. España hizo ya en el año 2007, una apuesta sin precedentes por este sector de desarrollo con la creación del Fondo de Cooperación para agua y saneamiento (FCAS) para América Latina y el Caribe. España fue, además, el primer cooperante en alimentar el Programa integral sectorial de agua y Saneamiento Humano de Nicaragua (PISASH), impulsando la dedicación de fondos europeos a este objetivo. Nos llena de alegría y fortalece nuestro compromiso con las mujeres y hombres nicaragüenses comprobar que nuestra cooperación de manera sostenida para promover los derechos humanos al agua y al saneamiento comienza a dar sus frutos, y permitirá a muchas comunidades vulnerables del país enfrentar en mejores condiciones los efectos del COVID-19, principalmente a mediano y largo plazo”, manifestó María del Mar Fernández-Palacios, Embajadora de España en Nicaragua.
Para las acciones en el sector de agua y saneamiento, y las ya anunciadas por el Equipo Europa en seguridad alimentaria y nutricional, así como para la atención a niñez y juventud vulnerable frente a la pandemia; la UE y sus Estados Miembros contribuyen a través de dos fuentes de financiamiento: 1. Reorientación de los recursos que manejan los proyectos de cooperación en curso en el país; y 2. Nuevas iniciativas y fondos de cooperación.
En el caso de agua y saneamiento, los socios de nuestros proyectos principales son las agencias de cooperación de España (AECID) y Alemania (GIZ), quienes además de aportar su conocimiento y capacidad técnica, manejan los recursos y son las encargadas de implementar las acciones en las comunidades en coordinación con ENACAL e instituciones locales; y de garantizar que la contribución europea llegue de forma eficaz y eficiente a las poblaciones beneficiarias.
“Además de garantizar el acceso inmediato a agua potable para enfrentar la pandemia, estamos trabajando desde una visión a largo plazo para la buena gestión del agua y su uso para el cultivo; para conservar y proteger fuentes de agua valiosas como el Río Coco que recientemente fue nombrado como Geoparque por la UNESCO. La idea es fortalecer la capacidad de resiliencia de las comunidades ante los impactos negativos del cambio climático, por ejemplo, a través del establecimiento de áreas de bosques cerca de recursos hídricos importantes”, dijo el Dr. Christoph Bundscherer, Embajador de Alemania en Nicaragua.
La respuesta del Equipo Europa a nivel mundial aborda tres prioridades: (1) respuesta de emergencia; (2) apoyo a los sistemas de salud, agua, saneamiento y seguridad alimentaria y nutricional y (3) apoyo para mitigar los impactos económicos del COVID y contribuir a una recuperación socioeconómica sostenible, verde, justa y resiliente.
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