26 de noviembre 2021
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denominó Ómicron a la nueva variante del SARS-CoV-2, identificada en Sudáfrica, y la consideró de "preocupación" debido la cantidad de mutaciones que presenta.
"La evidencia preliminar sugiere un mayor riesgo de reinfección con esta variante, en comparación con otros VOC -variantes de preocupación-", indicó la OMS en una nota de prensa publicada este viernes.
El Grupo Técnico Asesor sobre la Evolución del Virus del SARS-CoV-2 celebró una reunión extraordinaria ante la identificación de la nueva variante, que fue notificada por primera vez a la OMS el 24 de noviembre desde Sudáfrica. Aunque la primera muestra se tomo el 9 de noviembre pasado.
"En las últimas semanas, las infecciones han aumentado de forma pronunciada, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529. El número de casos de esta variante parece estar aumentando en casi todas las provincias de Sudáfrica. Los diagnósticos actuales de PCR de SARS-CoV-2 continúan detectando esta variante", indica la OMS.
Agrega que Ómicron se ha detectado a tasas más rápidas que los aumentos repentinos de infección anteriores, "lo que sugiere que esta variante puede tener una ventaja de crecimiento".
Tras que se detectara la nueva variante, que se une a Alpha, Beta, Gamma y Delta, todas de "preocupación" para OMS, la Unión Europea y otros países cancelaron los vuelos desde el sur de África. Estados Unidos indicó que esa misma medida se empieza aplicar en su territorio a partir del lunes.
La OMS indica que hay varios estudios en curso y que continuará evaluando a Ómicron. La nueva variante muestra una amalgama de más de 30 mutaciones que, si bien algunas ya se habían observado en otras cepas, como la beta, esta es la primera vez que se ven juntas.
Esto es lo que ha provocado que esté bajo vigilancia y que se le otorgue el potencial de mayor transmisibilidad y una posible capacidad para escapar del coronavirus, explicó a la agencia de noticias Efe el investigador Iñaki Comas, del Instituto de Biomedicina de Valencia, en España, quien no obstante señala que aún es pronto para saber su verdadero impacto.
Por su parte, la OMS, llama a los países a mejorar los esfuerzos de vigilancia y secuenciación para comprender mejor las variantes circulantes del SARS-CoV-2, así como enviar secuencias genómicas completas y metadatos asociados a una base de datos disponible públicamente.
Las VOC son consideradas de riesgo porque pueden provocar aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de COVID-19, aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad y disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública, incluidas las vacunas.
Con información de EFE