25 de mayo 2020
El régimen orteguista ha utilizado las más de setenta páginas de su “libro blanco” sobre la covid-19, para dejar en claro dos cosas: que han hecho un "excelente" manejo sanitario y económico frente a la pandemia, y que los centenares de contagiados y decenas de muertos son noticias falsas de los grupos “golpistas”, tanto nacionales como extranjeros.
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Publicado este lunes 25 de mayo, el “libro blanco” destaca que “el país ha estado bien preparado para esta lucha contra la covid-19, debido a: el fortalecimiento del sistema de salud (2007- 2020); la preparación desde enero del 2020, dos meses antes de la aparición del primer caso; y el conjunto de acciones emprendidas”, como las tan criticadas visita casa a casa de brigadistas de salud.
El Gobierno sostiene que, hasta el pasado 19 de mayo, había 279 casos de covid-19, de los que 63 estaban activos, 199 pacientes se han recuperado y 17 han fallecido. Sin embargo, el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 registró, en su último informe, que en el país hay 2323 casos sospechosos y unas 404 muertes relacionadas con el nuevo coronavirus.
“En cuanto a la controversia sobre el número de víctimas y dada la similitud de síntomas de los fallecidos por enfermedades de las vías respiratorias, valga reiterar que las muertes anuales por neumonía e influenza estacional en el mundo son 3.5 millones y en Nicaragua 1251”, trata de zanjar el régimen.
Detalla que “el Ministerio de Salud solo acepta como covid-19 aquellos comprobados por medio de pruebas de laboratorio o por dictamen clínico. Dada la similitud de síntomas con neumonía e influenza estacional, que son mucho más frecuentes en el mundo y en Nicaragua, hay una tendencia de muchas personas de atribuir a covid-19 todo fallecimiento causado por enfermedades de las vías respiratorias”.
Ni una palabra sobre las pruebas de covid-19
En su "libro blanco", el Gobierno no dedica ni una frase completa para indicar cuántas pruebas de covid-19 han realizado, o indicar qué ha pasado con los 26 000 kit de pruebas rápidas, donadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), a inicios de abril pasado.
Una publicación de CONFIDENCIAL reveló que el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR), ha procesado —hasta inicios de este mes— unas 5900 pruebas, de estas 4300 dieron negativas y 1600 positivas, para una tasa de contagio del 27%.
El Gobierno tampoco explica el estado de los hospitales, algunos de ellos cerca del colapso por la cantidad de enfermos y los insuficientes insumos, o la cantidad de personal de salud contagiado con la covid-19. Asimismo, obvian indicar en qué estado está la pandemia en Nicaragua, que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ya se encuentra en “fase de transmisión comunitaria”.
Según el régimen, “a dos meses del primer caso (de covid-19), la situación de la pandemia está bajo control en el país. Una razón para esto es el fortalecimiento del sistema de salud desde el año 2007 hasta el presente”.
El “libro blanco” dedica varias páginas para ensalzar la labor del sandinismo frente al sistema de salud. “Nicaragua está en mejor posición hoy en día, comparada a los dieciséis años de período neoliberal, para enfrentar la pandemia, con más infraestructura de salud modernizada (18 nuevos hospitales), con más personal capacitado (36 649 trabajadores de la salud en 2020 comparados a 22 083 en 2006; 6045 médicos en 2020 comparados a 2715 en 2006)”.
"Libro blanco" sobre covid-19 culpa a Rebelión de Abril
El tono del libro sigue la misma línea de loas a su gestión. Nunca se han equivocado, aunque reconocen que hay críticas a su manejo de la pandemia, que provienen “de los partidarios de los cierres totales o “lockdowns”; y de la oposición golpista que quieren ver en la pandemia una oportunidad para debilitar al Gobierno y a la economía nacional”.
“Se está protegiendo a los trabajadores del campo, a trabajadores informales, a las pequeñas y medianas empresas y a la economía nacional. La posición de Nicaragua no escoge entre salud pública y economía: ambas son absolutamente necesarias para la salud de la sociedad. Se tiene que buscar el equilibrio entre todas las políticas”, subraya.
Reseña que la economía crecía en un 5% en promedio hasta 2018, “siendo la tercera economía más alta en crecimiento en América Latina y el Caribe, después tuvo un decrecimiento de un -4.0% debido al intento de golpe de estado en ese mismo año, y del -3.9% en 2019”.
“Tomar medidas drásticas de cierres tendría un efecto debilitador para la economía, aún más, podría ser catastrófico. Más bien, el Gobierno debe tener políticas para enfrentar la pandemia y sentar las bases para la recuperación económica al mismo tiempo”, afirma, aunque no indica cuáles serían esas políticas o medidas económicas.
La publicación de “libros blancos” ha sido una tónica del régimen orteguista. En agosto de 2016, lo hizo para justificar el proceso electoral en el que Daniel Ortega se reeligió inconstitucionalmente para un tercer período. En enero de 2018, el Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional, presentaron el documento “Libro blanco: la incidencia de elementos delincuenciales en Nicaragua”, durante el período 2007-2017, en el que defienden los asesinatos de campesinos, asegurando que eran miembros de “bandas delincuenciales”.
Víctimas de una campaña de medios de Nicaragua y Costa Rica
El Gobierno se declara víctima de una campaña mediática, orquestada desde dentro y fuera del país. “El terrorismo desinformativo, gestado desde los Estados Unidos y que los medios de comunicación de muchos países, incluidos los de Costa Rica, cumplen al pie de la letra es brutal, criminal y xenofóbico”, aseguran sin aporta una sola prueba de ello.
“Nicaragua es el ejemplo de ataques infundados con respecto a lo que sucede con la pandemia. Mentira tras mentira, de medios de comunicación como Teletica, Repretel y La Nación, cuyos dueños representan a la oligarquía costarricense, mienten descaradamente contra esta hermana nación nicaragüense”, denuncia el Gobierno, vale señalar que no menciona a ningún medio nacional.
El diario La Nación, uno de los más destacados de la región, publicó a mediados de mayo un editorial, donde acusan al régimen orteguista de ejecutar una “estrategia de criminalidad”, por su respuesta ante la pandemia.
“(Los opositores) han visto la pandemia como una gran oportunidad para atemorizar y desinformar a la población”, se queja el Gobierno quien resalta que recibe críticas por “no establecer cuarentena, no hacer cierre de fronteras, no prohibir el ingreso de extranjeros al territorio nacional, ni suspender el ciclo escolar en colegios y universidades del sector público, todo con el propósito de debilitar la economía”.