30 de abril 2020
Mantener el discurso y la política actual del Gobierno, enrumba al país en ruta directa para acumular 119 703 afectados y hasta 650 potenciales fallecidos por la pandemia de la covid-19 de aquí a mediados de junio, mientras que el comportamiento de la economía se desploma hasta -13.7%, según cálculos presentados por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
En Nicaragua, los efectos de la crisis sanitaria global causada por la pandemia se suma a los efectos de la crisis sociopolítica que comenzó en abril de 2018, cuando el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó disparar a los ciudadanos, causando más de 325 muertos.
Las proyecciones de Funides forman parte de su más reciente Informe de Coyuntura, que en esta ocasión se centró en analizar las consecuencias sanitarias y económicas de la epidemia en Nicaragua, basado en la observación de diversas variables, agrupadas en tres escenarios que, para el caso de la economía, incluye las afectaciones internas y externas.
La simulación de contagios y muertes se hizo con base en la experiencia del resto de América Latina y el Caribe, que muestra una velocidad de contagios, superior a la de otras regiones del mundo.
El informe aclara que “el resultado es solo indicativo, y trabaja con una tasa de letalidad de 2%”, admitiendo que “no hay consenso sobre la tasa de letalidad, que varía mucho entre países”. El ejercicio estadístico cubre un periodo de 90 días de duración, que termina a mediados de junio, y produce 119 703 afectados y 650 muertos, si no hay cambio alguno en la política del Gobierno.
Una segunda simulación, en la que se aplican políticas de mitigación y distanciamiento a partir de la primera semana de mayo, da como resultado, el contagio de 21 241 personas, y 147 muertes. Los economistas de Funides recalcaron que en el caso de adoptar medidas, hay casi 100 000 afectados menos, porque se logra frenar en 20% la velocidad de los contagios.
En la tercera simulación, a las políticas de mitigación y distanciamiento, se proyecta que con una mejor detección de casos, se verían afectadas solo 2102 personas, y se limita a 24 el número de muertos.
Aunque también se estudiaron las maneras en que las medidas destinadas a tratar de frenar la tasa de contagios perjudican la economía, el Informe se centra inicialmente en las afectaciones a la salud de las personas, porque “la vida es primero”.
120 000 desempleados más
La situación es desperanzadora en el ámbito económico, donde destaca el hundimiento del producto interno bruto (PIB), junto con un aumento del desempleo y la pobreza.
Funides explicó que calcularon nueve escenarios compuestos, en los que se considera la suma de los factores internos y externos que incidirán para deprimir la economía nicaragüense, obteniendo un abanico de nueve escenarios que van desde el optimista -6.5%, hasta el pesimista -13.7%.
“El promedio de los nueve escenarios calculados es de -10.6%, el más probable, aunque los datos cambian en el transcurso de una semana. Estos son números impresionantes, nunca antes vistos en una generación”, dijeron los economistas de la Fundación.
EL PIB per cápita muestra un retroceso de entre siete a diez años, que era de cinco, antes de la covid-19. “Nos acercamos a perder una generación de crecimiento económico”, dijeron los expertos del centro de pensamiento.
Los cálculos consideran que la situación mundial genera menor demanda sobre nuestras exportaciones, reduce las remesas, (por el desempleo en Estados Unidos); disminuye el turismo, y limita las inversiones.
En el frente interno, considera un descenso en la actividad de transporte, restaurantes, comercio, servicios e inmobiliaria, tal como ya ocurrió en 2018, lo que afectará al resto de la economía, en una suerte de efecto dominó.
También toma en cuenta las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que vaticina una caída del PIB estadounidense del -5.9%, así como de la consultora internacional McKinsey & Company, que ve oscilar la economía de ese país, entre -2.4% a -8.7%, con otras del ámbito local, como el IMAE, las encuestas de Funides con empresas privadas, y la decisión del público de aplicar una cuarentena voluntaria.
Los resultados del desplome del PIB se miden también en términos del impacto social que genera, comenzando por el desempleo, que pasa a ser de 6.6% en 2019 (213 300 personas sin trabajo) a oscilar entre 8.3% (272 600 desempleados) a 10.3% (afectando hasta 336 700 personas).
Finalmente, detallaron que la pobreza, que marcaba la vida del 20.3% de los ciudadanos en 2017, llegó a 28.2% en 2019, y oscilará entre 32.2% y 36.9% en 2020. Todo en dependencia de lo que haga o no haga el Gobierno para frenar los contagios.
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