11 de noviembre 2020
Tres miembros de una familia de Carazo se contagiaron de covid-19, a finales de octubre, y denuncia que el Ministerio de Salud (Minsa) ignoró su condición y los envío a casa sin tratamiento. Afirman que cuando el primero de ellos fue a reportarse al Centro de Salud más cercano fue enviado a “encerrarse” en su casa, sin ningún tratamiento ni seguimiento médico.
“Ahí vamos a llegar a hacerte la prueba un día de estos. No andés en la calle, porque si te vemos te vamos a llamar la atención”, le advirtieron.
Diez días después, cuando el contagio ya se había expandido a dos miembros más de la familia, finalmente llegaron para hacerle la prueba PCR al primero de ellos. Sin embargo, reclaman que ni preguntaron por su salud, ni revisaron a las otras personas que tenían los síntomas y que son aún más vulnerables, porque una es hipertensa y otra está en tratamiento médico por unos tumores.
“Este es el modo en el que están manejando la situación. Si hay alguien que se está reportando le dicen váyanse para su casa, no vayan a hospitales; si sobrevive bien y sino también”, denuncia uno de los familiares que pidió no ser identificado por temor a que les nieguen la atención médica si la salud de alguno de ellos empeora.
Familia contagiada tuvo que automedicarse
Ante la falta de seguimiento médico de parte del Minsa, la familia caraceña decidió seguir un protocolo de atención a pacientes con síntomas de la covid-19, que publicó en internet la doctora salvadoreña, María Eugenia Barrientos, basada en su experiencia. Gracias a esto, aseguran, ninguno de los contagiados, que tienen 32, 34 y 58 años, han empeorado.
“Nadie se ha dignado de decirnos tomá este tratamiento. Hemos tenido que automedicarnos. La tal prueba llegaron hacerla hasta hoy (martes, diez de noviembre), que él (el primer contagiado) ya tienen 12 días desde que presentó los síntomas, y a las otras contagiadas no quisieron hacérsela, explican.
Las tres personas infectadas de esta familia han presentado los síntomas más notorios de la covid-19, todos perdieron el olfato y el gusto, han tenido calenturas mayores de 39 grados, tienen tos, dolores musculares y de cabeza, decaimiento y en uno de los casos hubo cuadros diarreicos.
Sin embargo, su mayor preocupación es que el virus continúe expandiéndose entre los familiares, pues con ellos vive una persona que padece insuficiencia renal crónica y necesita hacer hemodiálisis para sobrevivir y también hay una persona que es de la tercera edad. Ante esta amenaza, detallan, se han aislado completamente.
Contagio pudo darse en actividades locales
Aunque no identifican un momento exacto que explique cómo pudieron haberse contagiado. La familia piensa que el primero en adquirir el virus pudo contagiarse en las actividades municipales que se realizaron en Carazo durante las últimas semanas, pues reconocen que habían disminuido las medidas de protección, ante el relajamiento frente a la pandemia que se observa en el país.
“En las últimas semanas se han hecho actividades constantes en los parques y en lugares públicos, han habido celebraciones de reinas, fiestas patronales, hicieron una marcha, hubo mucha aglomeración de gente y nosotros pensamos que en uno de esos viajes a la calle, (el primer contagiado) pudo contraer el virus y llevarlo a la casa”, señalan.
Según el último informe del Minsa sobre el comportamiento de la covid-19, publicado el diez de noviembre, el número total de casos asciende a 5661, de los que han fallecido 158 personas. En contraste con los datos registrados por el Observatorio Ciudadano COVID-19 que reportan 10 979 contagios y 2786 muertes atribuibles a la enfermedad. De acuerdo con información de ese monitoreo independiente, en Carazo habrían al menos 264 personas que se contagiaron de la enfermedad y 64 que fallecieron por esta causa.
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