24 de marzo 2020
El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) emplazó al Gobierno del presidente Daniel Ortega a asumir su responsabilidad ante la epidemia del Covid-19, que hasta este viernes registraba dos casos positivos en Nicaragua y un número no determinado de pacientes bajo vigilancia.
“Ante la indolencia del Gobierno, que se resiste a aplicar las medidas pertinentes de prevención frente al covid-19, hacemos el llamado a la ciudadanía a que actuemos todos con responsabilidad ante la pandemia, de acuerdo a las recomendaciones de la OMS/OPS y práctica internacional”, reza un mensaje del Cosep. Su propuesta de acción enfatiza en la “prevención, el abastecimiento y la transparencia”, explicó el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, en una entrevista con CONFIDENCIAL.
Hasta este viernes en Nicaragua se reconocían oficialmente dos casos positivos de coronavirus, no sabemos cuántos otros están bajo vigilancia, pero eso no ha cambiado en nada la actitud del Gobierno, no hay ninguna medida efectiva de prevención, se siguen promoviendo actividades masivas como el plan playa, ferias, turismo. ¿Cómo reaccionan las Cámaras del sector privado ante esta situación?
El mundo te está diciendo no salgás, salvo que sea necesario, quédate en tu casa; mientras que en Nicaragua el mensaje es: “vamos a la playa”. El sector privado, actuando de manera responsable, ha estado trabajando sobre dos líneas: prevención y abastecimiento. Es vital que la gente entienda que quedándose en su casa no va a dejar de haber el suministro, el hecho de que haya cuarentena, porque esa es una realidad que ya está pasando en la región centroamericana; o que haya toques de queda en Panamá, Honduras, República Dominicana, se ha trabajado para asegurar que ese abastecimiento no se detenga.
Más del 50%, en el caso de la economía formal, entre 40 y 60%, de las empresas han tomado la decisión de teletrabajar, del trabajo remoto, buscando cómo reducir la cantidad de personas que están trabajando.
El problema es que este es el único país del continente latinoamericano que no ha tomado ni una de las seis medidas que está tomando el resto del mundo.
La otra medida que el Cosep demanda en su pronunciamiento es la promoción de la transparencia. Pero el Gobierno mantiene la censura en televisión y bloquea el acceso de la información pública; la ministra de Salud brinda un informe, pero la prensa independiente está vedada de asistir a la conferencia de prensa. ¿Cómo puede haber transparencia si no hay acceso a la información pública?
No hay transparencia. El problema lo vimos el primer día, cuando el Gobierno finalmente decidió entrar a este mundo, y decir: “hay un caso en Nicaragua”. Al día siguiente la gente se desbordó para ir a los supermercados. ¿Por qué? Porque han estado bajo una narrativa que trata de vender que eso no va a pasar en Nicaragua. Cuando la gente ve que eso sucede, pues, no tiene más que salir y hacer compras de pánico, que fue lo que se dio ese día.
Nosotros hemos estado diciéndole a la gente que hay suficiente inventario para los productos alimentarios, hemos, inclusive, señalado cuáles son los productos que se quedaron sin inventario, que ya se pidieron, que vienen las importaciones en camino, y, además, en el en el caso del alcohol gel hemos dicho que la industria nacional también tomó la decisión de empezar a producir más alcohol gel.
El problema de la (falta de) transparencia te provoca en la gente esta situación de incertidumbre que hace mucho más complejo, y ve lo que sucedió ese día, al no haber esa transparencia lo que se dieron fue aglomeraciones en las puertas de los supermercados, provocando que la gente corra más riesgos de contagiarse.
La encuesta de la firma costarricense, CID Gallup revela que hay un vacío de liderazgo en el país. ¿Cómo se puede llenar ante la ausencia del Gobierno?
Nosotros, hemos (insistido) con el Gobierno que esta es su responsabilidad y que, por lo tanto, tiene que ser consecuente ante el enorme riesgo que existe si esto no se maneja de manera rápida y oportuna desde el principio.
Hemos instado a las empresas que tienen comercio no esenciales y que pueden de alguna manera sobrevivir algún tiempo, que se aíslen, que se tome esa difícil decisión; y en el caso de las empresas que es necesario que sigan trabajando, trabajar con medidas de prevención, pero también siendo consecuentes del distanciamiento social que tiene que haber en estos procesos. Y, por el otro lado, mientras la situación nos llega, porque hay gente que piensa que esto puede crecer cuando las lluvias empiecen, seguir trabajando en el tema del abastecimiento.
Vos decías que se está promoviendo el teletrabajo, pero la gente está concurriendo a los centros de trabajo. Es decir, eso significa que en el país realmente no existe una suerte de cuarentena como en otros lados.
No, en este momento no existe esa decisión, porque al final, nosotros lo que podemos hacer es instar, en esa realidad de dos economías. En la economía formal, empresas grandes, con la posibilidad de poder mandar, ya se tomó la decisión de que personas de 60 años, mujeres embarazadas, personas que están enfermas de antemano, están ya en su casa con goce de salario; eso no lo puede hacer una empresa informal o un comerciante informal.
¿Qué vas a hacer? Mientras el Gobierno no tome la decisión de asumir esto con la responsabilidad que lo están haciendo los otros países, que lo obligue a tomar decisiones, no solo de prevención, sino decisiones que ayuden económicamente a ese sector.
En El Salvador, por ejemplo, están promoviendo una moratoria en el pago de servicios públicos por tres meses.
En el pago de agua, de luz, y que luego eso va a ser pagado en cuotas a 12 meses de plazo. Esas son decisiones que tiene que tomar el Gobierno.
El tema de la suspensión de clases, ya los colegios privados prácticamente lo están haciendo, están en clase los colegios públicos. ¿Cuál es el problema? En los colegios públicos, los niños la principal comida del día la tienen en el colegio. Si el Gobierno no toma la decisión de darles esa comida del mediodía a los niños en su casa, pues esos niños van a seguir yendo al colegio, y los vas a seguir exponiendo.
¿El Gobierno está confrontado con una presión nacional, del sector privado, de la sociedad civil, los sectores políticos, las iglesias, que realmente lo confronten a que asuma su responsabilidad y tome acciones frente a esta crisis?
No solo a nivel nacional, yo te diría que a nivel internacional. Vos ves el caso de Honduras, que ha sido el más extremo la región centroamericana. Honduras cerró, se aisló, toque de queda, ni siquiera supermercados abiertos.
(Si) le funciona a Honduras, hipotéticamente hablando, esta situación, de repente te dice. “Ya no hay caso en Honduras”; y en Nicaragua dentro de dos meses empieza a darse un brote ¿cómo controlás que no se vuelva a pasar esto a Honduras? Sí Nicaragua no hace lo mismo, el riesgo va a volver estar allí presente en Honduras, a pesar de todas estas medidas duras que ha hecho y el costo económico que esto implica.
Cómo se explica que la Organización Mundial de la Salud diga no deben promoverse a aglomeraciones y el Gobierno de Nicaragua lo hace, arriesgando la salud de la gente. Y aquí está la OPS, expresión regional de la OMS, bendiciendo las acciones que está realizando el Gobierno. ¿Hay un contrasentido?
Totalmente. Ni siquiera la OPS se ha acercado al sector privado y decir, bueno, aquí estamos, ¿qué podemos hacer? En un país que saben que esta situación que estamos, que no hay relación entre el Gobierno y sector privado, pues ellos deberían de estar buscando de qué forma el sector privado puede coadyuvar a esa mejora de no propagación. No lo han hecho, tampoco.
Primero es la salud y después la economía; y tenemos que pensar que una vez que pasemos esta crisis, lo que después viene es una situación donde vamos a vivir una especie de segunda epidemia, producto del coronavirus.
El sector privado le está solicitando a un Gobierno que no es democrático, a un Gobierno autoritario, que se comporte con racionalidad, mientras el país está demandando que se le ponga presión para enderezar el rumbo, para que no nos lleve, finalmente, al despeñadero que sería ya una epidemia, una mortandad que se puede desatar en el país.
Así es, y es por eso que como sector privado hemos estado aglutinados alrededor, no solo del sector (empresarial), sino de las organizaciones de sociedad civil, empoderando a la sociedad civil, a la ciudadanía para que realmente se pueda dar esta presión; y de alguna manera trasladando también esta situación hacia el ámbito internacional, y especialmente al SICA.
Nosotros podemos hacer estas campañas de prevención, haciendo todos los esfuerzos de educación, tomando las medidas que protejan a nuestros colaboradores, asegurando que tengamos el abastecimiento para el momento que va a tener que tomarse medidas más drásticas. Hemos instado a las empresas, que no son trabajos esenciales, que se detengan.
¿Cuántas empresas han suspendido actividades?
Hemos visto una veintena de empresas, y en los últimos días se han ido subiendo, y las que no cierren, hemos instado a que tomen todas las medidas de prevención; y el uso de la tecnología, en el caso de los que tienen acceso a la tecnología, los bancos ya vimos cómo se tomó la decisión de no cobrar por las transferencias entre diferentes bancos, y eso es importantísimo para que no tengás que ir a hacer una fila al banco para poder hacer un pago sin que te cueste, pues, quince dólares, veinte dólares, que la gente prefería ir al banco para hacerlo, y no pagar los quince o los veinte dólares.
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