28 de mayo 2020
Gobiernos y gremios de Centroamérica rechazan la posición costarricense de impedir la entrada de los conductores de transporte de carga a su territorio, así como en contra de la más reciente propuesta tica de permitir que se queden solo tres días y salgan de inmediato, con la que buscan limitar el contagio por covid-19 en su país.
A principios de mayo, en nombre de la lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2, Costa Rica decidió limitar el ingreso de los transportistas extranjeros, ordenando que entregaran su carga a un conductor tico que la recibiría en las fronteras del país, lo que generó todo tipo de rechazos por parte de gobiernos, exportadores, importadores, y transportistas de la región.
El resultado, tres semanas después, es la aglomeración de más de 1600 camiones a ambos lados de las fronteras de Costa Rica con Nicaragua y con Panamá, pero también, un aumento en la coordinación entre gremios y gobiernos del istmo, que están comenzando a aplicar el principio de reciprocidad a cada decisión o propuesta costarricense.
En paralelo, las reuniones del Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco), han sido incapaces de encontrar una respuesta que satisfaga a las partes. De hecho, se canceló la reunión prevista para este miércoles, fecha en que Costa Rica anunció la implementación de su plan con Panamá, y pidió al resto de países de la región que se adhieran a ese mismo plan.
Básicamente, la decisión tico-panameña otorga 72 horas a los camioneros para entrar al territorio de ambos países, entregar la carga, descansar, cargar de nuevo, y salir del país. Los transportistas dicen que en 72 horas, es muy poco probable que logren encontrar carga para traer de regreso, lo que elevará sus costos, y por ende, el precio de sus servicios.
“Aunque están avanzando las comunicaciones y las negociaciones técnicas, hasta que todo esté negociado, nada estará negociado y todo seguirá igual. No se negociará en pedazos. Panamá y Costa Rica pueden llegar a acuerdos, pero los transportistas panameños ya dijeron que no lo aceptan”, aseguró Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).
El empresario se refiere a una decisión de los gremios organizados de transporte de carga de Panamá, en la que instan al gobierno de su país, a aplicar un trato recíproco a Costa Rica, si ese país no flexibiliza las medidas tomadas, a la vez que le piden que no acepten aplicar el ‘plan piloto’ tico, si eso implica excluir a Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.
Seis países, cuatro posturas
Una fuente que tuvo acceso a la cita virtual de Comieco, compartió con CONFIDENCIAL cuáles fueron las posiciones de los representantes de cada país, comenzando con Panamá y Costa Rica, que mantienen el acuerdo alcanzado, según el cual, Costa Rica no recoge mercancía en Panamá, y los panameños no la recogen en Costa Rica.
Guatemala y Honduras presentaron una propuesta intermedia, en la que se despeja la frontera, al permitir que se deje entrar a los camiones a territorio tico, solo para entregar la mercadería. Mientras tanto, se sigue trabajando en la creación de un protocolo que satisfaga las preocupaciones sanitarias, sin detener el tránsito de mercancías.
La respuesta de El Salvador fue que analizaría la propuesta, mientras Nicaragua insistió en que “la integración no permite esta medida, aunque no reconoce su parte de responsabilidad en la decisión de mantener cerrada la frontera”, dijo la fuente.
“Costa Rica dijo que solicita que permitan la aplicación de este proyecto piloto por diez días para ver cómo funciona y hacer ajustes, a la vez que pide a los países que no tomen medidas recíprocas”, detalló la fuente, explicando que esta última solicitud no tuvo eco, tal como lo muestra la gama de reacciones aplicadas por el resto de Centroamérica.
Las medidas más drásticas, fueron impuestas por Honduras y El Salvador.
En Tegucigalpa, Juan José Vides, director ejecutivo de la Administración Aduanera de ese país, informó que a partir de esta semana no se permitiría “el registro e inicio en Honduras, de las Declaraciones Únicas Centroamericanas de Tránsito (DUCA-T), iniciadas con códigos de transportistas de Costa Rica, y con destino a Costa Rica”.
En El Salvador, el director general de Aduanas, Gustavo Villatoro, anunció que “debido a los problemas que se tienen en frontera Peñas Blancas… estamos diseñando el procedimiento para que los transportistas puedan retornar a nuestro país, reimportar la carga de sus clientes, y anular las exportaciones en sistema”.
Sin hacer mayores declaraciones, casi un sexto de los camiones con placas de Guatemala (56 de 359) se regresaron a su país, mientras la gremial de los empresarios chapines, Cacif, expresaba su “preocupación por las medidas unilaterales de Costa Rica”; que “Nicaragua mantiene cerradas sus fronteras, y los pilotos advierten que no transportarán carga hacia Costa Rica, ni permitirán ingresar pilotos de dicho destino”.