5 de septiembre 2018
En algún momento de la última semana de agosto, un cliente fue a su banco e hizo un retiro en dólares. Aunque ni él ni nadie a su alrededor lo supo entonces, con ese retiro se superó la barrera sicológica de los mil millones de dólares que el público sacaba de los bancos, aumentando la tensión a la que está sometida la banca nicaragüense.
“Nosotros hemos desarrollado una red de protección al sistema financiero. Una red de protección, que a fin de cuentas protege a los depositantes, y ese es el mensaje que debemos interpretar. Nosotros estamos protegiendo al depositante; no al Banco en sí mismo, sino a los depósitos del público”, aseguró el presidente del Consejo Directivo del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes.
Al 31 de marzo, el sistema bancario en pleno reportaba depósitos por 170,552.5 millones de córdobas, equivalentes en ese momento a 5,495.5 millones de dólares, de los cuales, solo una cuarta parte estaba en córdobas.
Aunque Néstor Avendaño, presidente de Consultores Para el Desarrollo Empresarial (Copades), advierte que esas denominaciones “no deberían sumarse, porque son tres monedas: dólares, córdobas con mantenimiento de valor y córdobas sin mantenimiento de valor”, sí valida la sangría que ha sufrido el sistema.
Avendaño calcula que entre el 12 de abril y el 29 de agosto, salieron 1,054 millones de dólares de las bóvedas de los bancos, de los que la mayor parte (763 millones), fueron retirados en dólares, a lo que se le suman 8,430 millones de córdobas, que equivale a otros 291 millones de dólares.
“¿Por qué han caído los depósitos en dólares? Por la desconfianza de los depositantes, a partir del inicio de la crisis el 18 de abril, lo que ha generalizado la incertidumbre entre todos los agentes económicos del país, sean estos productores, inversionistas, depositantes, compradores, pagadores de impuestos, exportadores, importadores, empleados o empleadores”, enlistó el economista.
Además de la inquietud natural que genera ver salir el equivalente a más de mil millones de dólares del sistema, los banqueros, los empresarios, los funcionarios y los economistas están preocupados porque la mayor parte de los recursos extraídos del sistema, están cifrados en moneda extranjera.
Debido a la libre convertibilidad, al sacar sus ahorros los ciudadanos tienen la opción de llevárselos en dólares, que es lo que ha hecho la mayoría, incrementando la agonía de la banca nacional. “Si retiraran sus recursos en córdobas no habría problemas, porque el BCN tiene suficientes córdobas para resolver, pero dólares solo en las reservas internacionales, porque no es nuestra moneda”, puntualizó Avendaño.
Obviando el hecho que la disponibilidad de dólares es más limitada que la de córdobas, Reyes relató que “ya les dimos 11,250 millones de córdobas en crédito. Pero si los bancos llegasen a necesitar más dinero, nosotros estamos prestos con líneas de asistencia financiera”.
Asobanp: la banca está sólida
El presidente de la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua (Asobanp), Jaime Altamirano, aseguró a Confidencial vía correo electrónico que “el sistema financiero nacional se mantiene sólido a pesar de esta disminución de depósitos que se ha producido a raíz de la crisis que vive el país desde el mes de abril”.
“En la actualidad, el sistema mantiene niveles de liquidez históricamente altos, superiores al 37% de disponibilidades sobre depósitos, como resultado de las medidas preventivas que hemos adoptado”, detalló.
Explica que “cada banco del sistema ha venido implementando de forma individual planes de contingencia para asegurar su buen funcionamiento. Hemos visto cómo a lo largo de estos meses los bancos han funcionado de manera habitual, atendiendo la demanda de los clientes en todo momento”, en referencia a que a ningún cliente se le ha negado la posibilidad de retirar su dinero, o de transformar sus córdobas en dólares.
“Adicionalmente, como sector regulado estamos en constante comunicación con la Superintendencia de Bancos, y con el Banco Central, para efectos de monitorear el desempeño del sistema y asegurar que contamos con los planes y recursos necesarios para respaldar a los depositantes. Los ahorrantes pueden sentirse confiados de la solidez que presenta el sistema financiero en la actualidad”, invitó.
Aunque en esta ocasión, el presidente de Asobanp estuvo disponible para compartir el pensamiento del sector bancario, Avendaño hace notar que a veces, “la banca peca por no hablar”.
“Debieron aclarar a la población que sus depósitos financian la cartera de préstamos del banco, y que los préstamos son a corto, mediano y largo plazo, y que si tenían desconfianza (dada la crisis política), la banca garantiza que con o sin crisis, van a entregar los depósitos, pero que no podían responder si todos llegaban simultáneamente. Que los bancos estaban comprando dólares para responder a los ahorrantes”, pero que una corrida masiva provocaría una iliquidez que podría conducir al colapso”, ilustró.