11 de noviembre 2024
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo depositó buena parte de sus esperanzas (y del desempeño del Presupuesto General de la República de Nicaragua para 2025), en las empresas chinas con las que firmó nueve acuerdos de endeudamiento e inversión en 2024. Esos contratos, por 951.6 millones de dólares, están supuestos a financiar la construcción de diversas obras de inversión pública en Nicaragua, la mayoría en el pacífico y norte del país.
El Presupuesto 2025 está casado con la esperanza de que las empresas chinas cumplirán los acuerdos de inversión que firmaron los personeros de Ortega, que están vinculados a préstamos con altas tasas de interés (llegan al 9% y 10%, cuando se le suman las distintas comisiones que cobran los chinos), más bajos períodos de gracia. Estos proyectos incluyen un aeropuerto en Punta Huete, una fase de la carretera Costanera, tres plantas solares y tres esferas de almacenamiento de gas, entre otros proyectos multimillonarios.
Un problema adicional con esos préstamos es que tienen una cláusula que indica que Nicaragua tiene que poner el 20% del costo del proyecto (eso no es nada raro), pero, en este caso, Nicaragua tiene que entregar ese 20% a sus contrapartes chinas, independientemente de que estas hayan conseguido su aporte del 80%, e incluso si nunca llegan a conseguirlo.
El grado de dependencia del Presupuesto 2025 es tal que en su proyección incluye que dos de las principales empresas chinas aportarán casi 6400 millones de córdobas en concepto de financiamiento externo neto. Estas dos empresas son China CAMC Engineering CO., LTD. (CAMCE), del proyecto de aeropuerto en Punta Huete, y China Communications Construction Company Limited, de una planta fotovoltaica en Ciudad Darío.
“El presupuesto para la ejecución de obras públicas —que veremos si se ejecutan en 2025— muestra una altísima dependencia de China; alto endeudamiento, y más reducción en el gasto corriente, lo que implica reducción en la planilla estatal”, advierte el economista Juan Sebastián Chamorro, exviceministro de Hacienda y Crédito Público.
Inversión pública histórica, ¿pero a qué costo?
Al detallar los planes de inversión pública para 2025, el proyecto de Presupuesto asegura que “la asignación de recursos a este destino… alcanza niveles históricos equivalentes al 6.8% del PIB, en los que destaca la ejecución de proyectos de infraestructura con importantes efectos multiplicadores”.
La lista de proyectos de inversión pública para 2025 incluye:
- Reconstrucción, ampliación y modernización del Aeropuerto Internacional de Punta Huete en San Francisco Libre, que pretende ejecutar un presupuesto de 5585.1 millones de córdobas.
- La ejecución de la Fase 2 del proyecto de construcción de la carretera litoral del Pacifico, (entre Masachapa y Poneloya), a la que se le destinan 1141 millones.
- El proyecto de diseño, suministro y construcción de la planta de generación de energía fotovoltaica (solar) El Hato, en Ciudad Darío (1017.7 millones de córdobas).
- El mejoramiento del Sistema Nacional de Respuesta a Emergencias de Nicaragua (Sinarem), a ser ejecutado por el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), dotado con un fondo de 540.3 millones de córdobas.
- Tres esferas de gas que tienen un presupuesto de 487.7 millones de córdobas, a lo cuales se suman montos no especificados para construir una planta fotovoltaica en San Isidro, que tiene un costo total de 92 millones de dólares (3369 millones de córdobas), y otra en Masaya, valorada en 70 millones de dólares (2563 millones de córdobas).
El exviceministro Chamorro hace notar que hay un incremento de 36% en el gasto de capital, que se usa para financiar las inversiones públicas. Sin embargo, agrega, este incremento depende de la implementación de varios “proyectos de inversión que se van a ejecutar supuestamente en 2025, y digo supuestamente –resaltó–, porque dependen extremadamente del financiamiento chino”.
Esa dependencia también muestra cómo la dictadura sufre para conseguir financiamiento externo en condiciones favorables, y ya no se diga donaciones. Además de los proyectos de arrastre de años anteriores, en los planes de inversión pública del Presupuesto 2025 no se incluyen nuevas obras de peso para ejecutarse con recursos aportados por instituciones financieras internacionales.
Más del 22% del Presupuesto para pagar deuda pública
El vencimiento de varios préstamos solicitados, recibidos y ejecutados en el pasado, también requiere un monto cada vez mayor en concepto de intereses, comisiones y amortización. En el ejercicio presupuestario para 2025 esos servicios suman 34 298 millones de córdobas (cerca de 936.5 millones de dólares), de un presupuesto total de gastos por 154 mil millones.
El proyecto de Presupuesto 2025 detalla que un monto de 22 933.7 millones de córdobas es para el servicio de amortización de la deuda pública, y otros 11 364.1 millones son para el servicio de la deuda pública, o sea, para el pago de intereses y comisiones, que también aumenta en la medida que crece la deuda de Nicaragua con China, anota Chamorro.
Dos tercios de los recursos destinados a amortizaciones (o sea, 15 727 millones equivalente a 429.5 millones de dólares) se usarán para abonar a la deuda externa, principalmente organismos multilaterales. Los restantes 7206.4 millones (aproximadamente 196.8 millones de dólares) serán para disminuir la deuda interna, en especial para pagar los Bonos de la República de Nicaragua que están mayoritariamente en manos del sector privado.
Lo nuevo y lo viejo en el Presupuesto 2025
El proyecto de Presupuesto General de la República 2025 se presentó ante la Primera Secretaría de la Asamblea Nacional el 15 de octubre de 2024, tal como lo mandata la ley. Lo nuevo fue que, en vez de que lo presentara el nuevo ministro de Hacienda y Crédito Público, Bruno Gallardo, lo hizo el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, estrenándose así como una suerte de superministro.
Sobre este hecho, Chamorro también considera que es “inaudito” que el presidente del Banco Central haya presentado el Presupuesto 2025, siendo que ese es un documento que elabora el Ministerio de Hacienda (MHCP). “Es una humillación para el ministro de Hacienda y Crédito Público, Bruno Gallardo, haber sido baypaseado por el presidente del Banco Central”, valora.
Lo que ya se esperaba en el ejercicio presupuestario 2025 es que reflejara un mayor nivel de endeudamiento y que el servicio a la deuda seguirá creciendo en los próximos años, con el pago de los préstamos a China, valora Chamorro.
El economista también advierte que ese presupuesto resta fuelle a “elementos muy importantes como la educación”. Por ejemplo, dice, “mientras se dedican aproximadamente 28 000 millones de córdobas en la construcción de carreteras, solamente se destinan 1642 millones para rehabilitar centros escolares e institutos”. Así, reclama, “en términos de obra pública, la educación sigue siendo la gran Cenicienta”.