5 de junio 2016
Los socios brasileños de Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), encargada de construir la represa Tumarín, negocian desde Panamá para buscar nuevos inversionistas, mientras intentan que el gobierno de Nicaragua les dé más tiempo, quizás dos años más, para retomar el proyecto.
Aunque ampliar el plazo en otros dos años haría que los retrasos acumulados llegaran a una década, es posible que no haya muchas alternativas (a menos que el gobierno de Nicaragua encuentre nuevos inversionistas), en especial, después que el brasileño Tribunal de Cuentas de la Unión, congelara nuevos desembolsos de recursos para la empresa estatal Eletrobras, dueña del 45% de las acciones de CHN.
Una fuente que mantiene relaciones con los representantes de la empresa de propiedad brasileño – nicaragüense, detalló que la clave es lo que decida hacer el otro socio mayoritario (la constructora privada Queiroz Galvão), si las decisiones del Palacio de Planalto apartan a Eletrobras de la obra.
“El gobierno brasileño no puede impedirle a Queiroz Galvão continuar con las obras, por lo que esta empresa podría decidir buscar otro socio que sustituya a Eletrobras, pagándole su parte de la inversión, eso sí, después que el gobierno del comandante [Daniel] Ortega, le dé la prórroga que solicitan”, explicó.
La fuente asegura que “el cese de fondos a Eletrobras, no afecta a Queiroz Galvão, que puede seguir adelante, buscando un nuevo socio dentro o fuera de Nicaragua”. Aclaró que esa búsqueda no se origina en la decisión del Tribunal de Cuentas de Brasil, (de suspender la entrega de fondos a Eletrobras), sino desde antes, desde que comenzó la crisis de Brasil, acelerado por la destitución de la presidenta Dilma Rouseff.
Pero una segunda fuente del sector energético cree que el tiempo que está pidiendo Queiroz Galvão es para buscarle comprador a su proyecto. “No creo que busquen otro socio. Lo que harán es buscar a quién venderle el proyecto”, tratando de recuperar los entre US$20 millones y US$60 millones que se han invertido, aseguró.
Más allá de lo que puedan recuperar, las dos brasileñas tienen mucho que ofrecer a un comprador potencial: el diseño de las obras, los estudios, la concesión del gobierno de Nicaragua, las tierras que compraron, y lo más valioso de todo, que ofrece seguridad al concesionario: el contrato de compraventa de energía, o PPA, por sus siglas en inglés.
CHN mantiene abierta su oficina en Managua, aunque el personal que permanece ahí opera con menores funciones. La gerencia general, ahora en manos de Kléber Correa, se efectúa desde Panamá, donde Eletrobras tiene su sucursal para Centroamérica
La última vez que el gerente Correa vino a Nicaragua, fue en diciembre de 2014, cuando llegó con el Director Ejecutivo Internacional de Queiroz Galvão, Adir de Freitas, en calidad de representante de los inversionistas.