1 de octubre 2024
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El 99.5% de los nicaragüenses “tiene una mala percepción sobre el futuro”, según los resultados del octavo sondeo de Percepción de la Realidad Política, Social y Económica de Nicaragua, convocada por Hagamos Democracia, presentado el 30 de septiembre de 2024, en San José, Costa Rica.
Desde diciembre de 2022 hasta la fecha, el organismo cívico ha encargado la realización de ocho sondeos en los cuales consulta a la ciudadanía nicaragüense que aún vive dentro del país, sobre el costo de alimentos indispensables y cotidianos, y su capacidad para adquirir la canasta básica. También se les pidió su percepción sobre la reforma penal, la recepción de remesas, la oposición política, y la seguridad ciudadana, entre otros temas.
Pese a lo devastador que resulta que el 99.5% de los consultados vea el futuro con pesimismo, más lo es confirmar que el dato no es nuevo, siendo que el 99% de las personas que respondieron el sondeo anterior dio esa misma respuesta.
“Estos datos manifiestan la gravedad de la situación política y social que no refleja un futuro mejor para los y las nicaragüenses mientras no se solucionen los principales problemas del país, que son, principalmente, políticos y que tienen relación con el flujo migratorio, sea regular o irregular”, asevera el informe, añadiendo que “todo el presente año ha sido de muchísima incertidumbre en el plano político y social para los y las encuestadas a tal punto que, prácticamente, 10 de cada 10 nicaragüenses, tras el primer semestre, no perciben que el futuro y rumbo del país sea el mejor”.
En realidad, la gente no solo está sufriendo por lo que los políticos hagan o dejen de hacer. Las decisiones de los agentes económicos también afectan a la mayoría. Según el informe, “la percepción negativa sobre el futuro mantiene un altísimo nivel, a causa, principalmente, de la perduración de la crisis política (43.5%), que tiene casi el mismo porcentaje atribuible a la grave situación económica (41.5%)”.
La consulta se realizó del 5 al 12 de septiembre de 2024, entre 200 personas de los municipios de El Carmen, Condega, Telica, San Fernando, Corinto, Ciudad Sandino, Diriomo, Masaya, San Rafael del Sur, Belén, Ocotal, Catarina, Granada, Nandaime, Estelí, Nagarote, Chinandega, Juigalpa, Bluefields y Niquinohomo.
Dado el ambiente de represión que impera en el país, esta “encuesta” no puede cumplir con el rigor estadístico necesario para este tipo de ejercicios, incluyendo el de la aleatoriedad, pero “los datos recopilados luego de ocho encuestas, permite crear tendencias”, dijo Jesús Téfel, presidente de Hagamos Democracia.
Ansias de nicaragüenses por emigrar siguen intactas
Los otros números del sondeo ponen en perspectiva esa desesperanza, comenzando por las cifras del empleo, en el que 17.5% respondió que no tiene trabajo (pese a que los datos oficiales dicen que solo el 3.9% de los habitantes sufre ese flagelo); 35.5% tiene un empleo formal, y el restante 47% trabaja por cuenta propia.
¡Casi la mitad!
Eso explica que apenas el 10.5% respondiera que tiene capacidad económica para adquirir la canasta básica -cuyo costo fue de 20 559 córdobas en agosto de 2024, según el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE)- mientras que un abrumador 89.5% no tiene suficientes recursos para adquirirla.
En este caso, los salarios terminan de relatar el resto de la historia, siendo que poco más de la mitad (54.5%) gana entre 3500 y 7000 córdobas; cinco de cada seis (83%), no gana ni la mitad del costo de la canasta de productos básicos, y solo 16.2% expuso que sus ingresos suman 11 000 córdobas o más.
Ligado a la desesperanza que les causa un presente de carencias y un futuro que no parece que vaya a mejor, el 73% respondió que se iría del país si pudiera, lo que presenta un crecimiento de 11.6 puntos porcentuales con respecto al 61.4% que respondió eso mismo en el sondeo anterior.
De hecho, seis de cada diez personas dijeron que un miembro de su familia se fue del país en los últimos tres meses, lo que demuestra que la gente sigue marchándose al extranjero. 60.5% de los que ha migrado, tiene entre 20 y 35 años de edad.
El economista Eliseo Núñez recuerda que el resultado de expulsar del país a la población joven, es que el tener una población envejecida “aumentará el número de personas que pidan una pensión, así como el de quienes requieran atención en salud”, sin que haya suficientes trabajadores con el nivel salarial adecuado para pagar las cotizaciones necesarias para cubrir esos costos.
En el apartado de las remesas, 57.5% de los consultados dijo que recibe estas transferencias familiares desde el extranjero, y casi siete de cada diez (el 68%), dijo que las remesas son fundamentales para garantizar el sustento familiar, “de tal suerte que sin esta no podría llegar al fin de mes”, dice el Informe, lo que pone de relieve que la economía nicaragüense sigue teniendo una alta dependencia de las remesas.
La misión de los políticos
El bloque de preguntas con respecto al contexto político arrojó que el 80% de las personas se muestra a favor de que se sigan imponiendo sanciones internacionales a los integrantes del régimen, a sus cómplices y a los violadores de derechos humanos; pero también a los negocios familiares y a algunos sectores clave de la economía.
“La gente ve que las sanciones individualizadas, son mecanismos alternativos de rendición de cuentas para que los perpetradores y los cómplices vean que no hay impunidad”, con la expectativa de que eso ayude a debilitar al régimen, dijo Jesús Téfel, presidente de Hagamos Democracia. Las sanciones se perciben como un elemento esperanzador, al ver que dentro del país hay poco qué hacer, ante el cierre de los espacios democráticos, añadió.
Las respuestas también muestran que el escaso apoyo con el que puede contar el régimen, y la percepción sobre su fuerza (46.5% considera que el Gobierno mantiene una mediana fortaleza que lo sostiene en el poder; 34%, lo percibe “débil”, y solo 19.5% cree que está fuerte), no implican que la oposición tenga un cheque en blanco.
El primer reclamo que se les hace es el de la unidad sin sesgos: solo 4% dijo que la oposición debe clasificarse según sus diferencias ideológicas, mientras que 96%, o sea la “mayoría absoluta, considera que la misión principal de la oposición debe ser visibilizar un bloque heterogéneo y plural que pueda manifestarse como alternativa de poder, y no hacer referencia constante a las diferencias ideológicas que para la mayoría de las personas consultadas, son irrelevantes”, dice el Informe.
Téfel refirió que la oposición tiene que dar seguridad a los nicaragüenses de que hay opciones y futuro más allá de Ortega, en especial a la generación que solo lo conoce a él en el poder; y que hay ciudadanos que pueden sacar al país del hoyo en que se encuentra, generando crecimiento, desarrollo y prosperidad.
Para eso se necesita también ser capaces de mantener a Nicaragua (un país pequeño de poco más de seis millones de habitantes), en la agenda internacional, reconociendo que eso es cada vez más difícil ante los conflictos de Ucrania, Israel y América Latina.
