17 de julio 2019
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), mejoró sus previsiones de crecimiento económico para 2019, que pasaron de oscilar entre -7.3% y -10.9% en su cálculo de febrero pasado, a variar entre -5.4% y -6.8%.
Con todo, es muy pronto para celebrar el dato presentado en el Informe de Coyuntura denominado “Nicaragua en Crisis Política y Socioeconómica”, fechado en julio 2019, en especial, después que los resultados de las proyecciones indican a los expertos que “vamos rumbo a una depresión: ¡eso no cambia!”.
Antes del inicio de la Rebelión de Abril, los vaticinios de la Fundación indicaban un crecimiento sostenido de 4.9% para el trienio 2017 – 2019. Luego, el 31 de octubre de 2018, informaron que esperaban que el crecimiento del PIB variara entre -5.2% y -8.7%, aunque al final quedó en -3.8%, según datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Los números publicados este martes representan una mejora importante con respecto a las previsiones de febrero, pero sigue representando una gran pérdida de oportunidades para el país, a la vez que incrementa el número de despidos y de personas que caen en la pobreza, además que profundiza la baja recaudatoria, el déficit fiscal y el del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Cualquiera de los dos escenarios que se materialice, representa más sufrimiento para más personas: el porcentaje de ciudadanos que ya está en situación de desempleo abierto pasaría del 5.5% (unas 178 000 personas en 2018), a representar entre 7.0% y 7.4% en 2019.
Esto último implicaría que el número de desempleados crecería entre 49 000 y 61 000 personas, para situarse entre 227 000 y 239 000 ciudadanos.
El PIB per cápita, que era de 2165 dólares por persona, y se redujo en -6.2% en 2018 para quedar en 2031 dólares por persona, se reducirá aún más en 2019, para quedar entre 1892 y 1866 dólares, en dependencia de cuál de los dos escenarios se cumpla.
Consecuente con esos datos, volvió a crecer el número de personas en situación de pobreza: si hasta 2017 ese flagelo se cebaba en las vidas del 20.1% de los habitantes del país, y la crisis desatada por la represión estatal en contra de los ciudadanos elevaba ese número para situarlo en 23.8% en 2018, los cálculos de Funides indican que podría subir hasta 29.8% al cerrar 2019.
BCN perdió 33.6% de nuestras reservas
Los economistas de Funides mostraron los cinco elementos básicos del cálculo efectuado para determinar sus proyecciones de crecimiento para 2019, a saber, el consumo de los ciudadanos, el gasto público, la inversión nacional y extranjera, las exportaciones, y las importaciones.
Los cuatro primeros indicadores caen de forma consistente en los dos escenarios calculados (-5.2 puntos porcentuales el consumo; -2.6 el gasto; entre -3.6 y -4.6 la inversión, y entre -3.1 y -3.6 las exportaciones), pero uno solo de los indicadores -las importaciones- cuyo aporte es positivo (9.1 puntos porcentuales), bastó para que el desplome de hasta -10.9% vaticinado inicialmente, se moderara para fluctuar entre el -5.4% y -6.8% actual.
“El cálculo del PIB proviene de una ecuación en la que se suman y restan factores. En ese contexto, la caída de las importaciones ‘mejora’ el resultado, pero dependiendo de cómo evolucionen las sanciones, (las que afecten a la economía en su conjunto, más que a personas, y depende de a qué personas, y en qué momento del año) y en la calle, variará ese número”, indicó Funides.
Por otra parte, los depósitos en la banca nacional se redujeron 34%, lo que representa una pérdida de 1859 millones de dólares, al pasar de 5496 millones en marzo 2018, a 3637 millones en junio 2019. Si bien la merma se ha ralentizado en el presente año, no se puede obviar que los depósitos cayeron 255 millones en este primer semestre.
Como reacción a la menor disponibilidad de recursos, (las utilidades del sistema en pleno fueron de cinco millones de dólares en junio 2019, para una caída de -49.5% con respecto a junio 2018), la banca disminuyó su cartera de crédito en 1324 millones (-26%), desde los 5092 millones que exhibía en marzo 2018.
Ese desempeño sirve para entender que las reservas internacionales netas del BCN se hayan reducido en 984 millones de dólares (-33.6%) entre abril 2018 y mayo 2019. Poco más del 10% de ese monto (unos 90 millones de dólares), se evaporaron entre enero y mayo del presente año.
El análisis también muestra que si la reforma tributaria propuesta inicialmente pretendía recaudar 300 millones de dólares, el estrés financiero al que están siendo sometidas las empresas solo servirá para que el gobierno recaude –en el mejor de los casos- unos 3039 millones de córdobas, o sea, poco menos de 92 millones de dólares.
Finalmente, los cálculos muestran que, si bien las reformas a la seguridad social reducen sustancialmente el déficit del INSS –calculado inicialmente entre 7633 y 8165 millones- nada puede impedir que las finanzas del Instituto pierdan entre 1129 millones y 2566 millones al cerrar diciembre.
Dos escenarios… casi USD200 millones de diferencia
El PIB de 2018 cerró en 13 117.9 millones, y su descenso de entre -5.4% y -6.8%, implica una caída de 708.4 millones de dólares si se cumple el menos malo de los escenarios, y de 892.0 en el peor.
Las condicionantes que determinan que se cumpla un escenario u otro, son fundamentalmente del ámbito político, y dependerán de que la sociedad pueda recuperar su libertad de opinar y manifestarse sin verse expuestos al acoso, el asedio y la represión que puede implicar agresión física, cárcel, tortura, y hasta muerte en casos puntuales.
En un ambiente de negociaciones suspendidas, en el que más de cien ciudadanos permanecen privados de libertad por razones políticas, Funides destaca que el desempeño del segundo semestre dependerá también de la velocidad con que se apliquen las sanciones.
“Al comenzar el año, creíamos que las sanciones serían casi inmediatas, pero se frenaron para dar chance al diálogo. Al haberse estancado ese proceso, es de creerse que veremos una reactivación de las sanciones”, explicó la entidad.
En su Informe de Coyuntura, Funides reitera que “el deterioro socioeconómico no puede revertirse con medidas económicas, porque su origen radica en la crisis política y de derechos humanos”.
“La confianza de consumidores, empresas e inversionistas, así como la seguridad ciudadana y la cohesión social, solo podrá restablecerse con acuerdos políticos que aseguren el restablecimiento de las libertades y el impulso de reformas para el establecimiento de la democracia, que marquen un cambio en el rumbo de Nicaragua”, añadió.