7 de enero 2021
Las proyecciones del Banco Mundial sobre las economías del mundo en el 2021, muestran otro año de caída económica para Nicaragua, estimada en -0.9%. De cumplirse el pronóstico, el país registraría su cuarto año consecutivo en recesión, desde la crisis sociopolítica de 2018.
Los cálculos del Banco Mundial están por debajo de las cifras más optimistas de otras instituciones, como la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) que proyecta un crecimiento económico de 1.0%; o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que estima un crecimiento de 1.3%, mostrando una leve recuperación económica del país, tras una caída de -4% en 2020, según las proyecciones de diciembre.
Sin embargo, el crecimiento proyectado por Funides está sujeto a un escenario en el que supone que no habrá un deterioro adicional en el ambiente sociopolítico del país, pese al contexto electoral, la ausencia de rebrotes significativos de covid-19 y que no se implementen políticas públicas adicionales, como sucedió en 2019, con la aprobación de una reforma fiscal.
El Banco Mundial, por otro lado, considera que el país experimentará una leve recuperación económica hasta 2022, estimada en 1.2%.
Según el informe publicado por el BM, este martes, Nicaragua junto con Suriname, son las dos economías de América Latina y el Caribe que se quedarán estancadas en este año, frente a los demás países, que avanzan a paso lento y bajo la incertidumbre generada por el comportamiento de la pandemia.
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Recuperación económica bajo riesgo
Aunque el 2020 cerró con lo impensable: tener una vacuna contra la covid-19, fabricada en tiempo récord, los daños dejados por la llegada del SARS-CoV-2 a América Latina siguen frescos. El empleo formal, las horas trabajadas y mano de obra se redujeron drásticamente, indica el BM.
La caída económica de América Latina fue estimada en 6.9% en 2020, “la más profunda entre las seis regiones de mercados emergentes y economías en desarrollo”, indica el informe del multilateral. Las proyecciones rondan una recuperación “modesta” de 3.7% para 2021, pero esto dependerá de varios factores de riesgo.
Dicha estimación se podría cumplir si se relajan las restricciones, se acelera el lanzamiento de vacunas, los precios del petróleo y los metales aumentan, y las condiciones externas mejoran. Sin embargo, “los riesgos para las perspectivas siguen inclinados a la baja”.
Con ello, el Banco se refiere a que el despliegue de vacunas contra la covid-19 sea demorado, la confianza de los consumidores y las empresas permanezcan deprimidas, y las condiciones financieras aprieten marcadamente, la región que podría crecer apenas un 1.9% en 2021 y un 2.3% en 2022.
El BM también estima como riesgos claves "la imposibilidad de frenar la propagación de la pandemia, dificultades para distribuir una vacuna, estrés financiero externo en medio de una deuda elevada, un resurgimiento del malestar social y las perturbaciones relacionadas con el cambio climático y desastres", se lee en el informe.
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Nicaragua en la cola de la región
En 2020, Centroamérica cayó 6.1%, según el Banco Mundial, y para 2021 estima una recuperación de 3.6%. Nicaragua es el único país del istmo que el BM proyecta que no crecerá en este año.
Pese a que países como Panamá, Honduras y El Salvador tuvieron caídas económicas mayores a las de Nicaragua (8.1%, 9.7% y 7.2% respectivamente), Nicaragua acumula tres años de caída económica, lo que según diferentes especialistas ha encaminado al país a un estado de depresión económica, que técnicamente ocurre al acumular tres años consecutivos de recesión o decrecimiento.
El Banco Mundial narró que "para 2017, Nicaragua mantenía un buen ritmo de crecimiento de 4.6. Pero debido a los disturbios sociales y políticos que el país ha experimentado desde abril de 2018, la economía se contrajo a un -4.0 y -3.9 por ciento en 2018 y 2019, respectivamente. Según los últimos pronósticos, para 2020 se espera que el crecimiento caiga a -5.9 por ciento, y se recuperaría lentamente a 1.1 por ciento para 2021".
A juicio del organismos multilateral, "la pandemia de la covid-19 (Coronavirus) sumada a la violencia de los últimos años, la pérdida de empleos y una caída en la confianza de los consumidores y de las empresas, más un declive en sectores como construcción, comercio y turismo han tenido un alto costo social y económico, amenazando los esfuerzos logrados en la reducción de la pobreza desde 2005", se lee en una nota de prensa publicada en su sitio web.
El Banco Central de Nicaragua, por su parte, justifica que en 2020 el país presentó un "entorno de una mayor recuperación de la actividad económica nacional y mundial después del choque originado por la covid-19 durante la primera parte del año".
"Lo anterior --agrega-- se ha reflejado en un mayor dinamismo en la demanda de exportaciones de mercancías, incidiendo positivamente en actividades claves como el comercio y la industria, y en una mayor estabilidad en el mercado laboral". Sin embargo, las señales de recuperación son bajas.