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Nicaragua compra energía a Costa Rica y Guatemala para suplir el déficit de generación

Industria eléctrica nacional presenta severo deterioro, por lo que el país se ve obligado a importar energía en los mercados centroamericanos

Foto: Archivo | Confidencial

Iván Olivares

26 de abril 2024

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El régimen de Daniel Ortega no ha sido capaz de mejorar el parque de generación de electricidad en Nicaragua, al punto que, aunque el país tiene una capacidad instalada que se eleva hasta los 1634.8 MW, habitualmente solo están disponibles alrededor de 760 MW, según el Informe de Operación del Sistema Interconectado Nacional, elaborado por el Centro Nacional de Despacho de Carga (CNDC).

La inversión del sector privado, como de la privatización de la cooperación estatal venezolana permitió ampliar la capacidad de producción de electricidad del país, hasta llevarla a superar los 1600 MW, suficientes para cubrir más del doble de la demanda máxima, que era de poco más de 700 MW.

Sin embargo, eso cambió cuando las sanciones estadounidenses sacaron del juego a las ineficientes y altamente contaminantes plantas generadoras de electricidad propiedad de ALBA de Nicaragua S.A. (Albanisa), a lo que se le sumó la obsolescencia de algunas centrales generadoras que entraron en servicio hace varias décadas.

La ejecutiva de una empresa del sector que habló con CONFIDENCIAL a condición de permanecer en el anonimato, invitó a hacer la diferencia entre “capacidad instalada” y “capacidad efectiva de generación”, explicando que la diferencia entre ambos números se ha ido haciendo cada vez mayor por las sanciones que sacaron del juego a las plantas manejadas por Albanisa, tanto las ‘Che Guevara’, que no están funcionando, como las ‘Hugo Chávez’ que de todos modos “ya casi no generaban porque son muy ineficientes”.


CONFIDENCIAL también habló con un ejecutivo que trabaja en una de las empresas del sector energético, el que explicó que “muchas de esas centrales son de diésel, de modo que encenderlas cuesta el triple, por lo que no conviene hacerlo. Y esas máquinas tienen tanto tiempo de estar fuera de servicio, que quién sabe si se encienden”.

La solución, en vigor desde hace varios años, es comprar energía en el Mercado Eléctrico Regional, (especialmente Costa Rica y Guatemala), donde el megavatio se puede comprar más barato que en el mercado nacional, sin que la dictadura traslade esa rebaja a los consumidores.

Las dos fuentes que hablaron con CONFIDENCIAL explicaron que “desde hace como seis años, cuando Estados Unidos sancionó al sector, se está importando bastante energía. En ocasiones, hasta el 30% de los requerimientos energéticos del país. Básicamente, para no caer en la misma ineficiencia que tanto criticaron a las Administraciones anteriores: los apagones.

Más de 800 MW de demanda

El problema para los administradores de la red eléctrica nicaragüense se agudiza aproximadamente a partir de las nueve de la mañana, cuando la demanda supera a la capacidad del país. El déficit es aún mayor (tanto en término de megavatios como de tiempo), si se considera que no todas las centrales que sí funcionan, pueden hacerlo las 24 horas del día.

El ejecutivo explica que la capacidad efectiva del país oscila entre 500 y 600 megavatios, pero para calcular ese acumulado hay que considerar el hecho de que muchas de esas centrales no producen todo el tiempo. A modo de ejemplo, ilustró que, aunque en el país tenga instalados unos 180 megavatios de energía eólica, se producen en promedio unos 70 megavatios (varía mucho según la época del año), “y no hay nada que se pueda hacer para que sople más el viento”.

Al ampliar ese ejemplo para incluir la producción de energía hidroeléctrica, que también depende del clima para que se llenen los embalses, detalló que estas “normalmente no operan a plena capacidad, sino solo a lo que permite el recurso disponible [el agua] en un momento determinado”. En el caso del recurso geotérmico, aunque hay 60 megas instalados en Momotombo, solo funciona una turbina, así que solo hay 30 megas, mientras que los ingenios solo producen entre noviembre y mayo.

Su conclusión es que “no se puede contar con toda esa capacidad instalada, porque solo tiene una aplicación parcial estacional”, con el resultado de que “hoy día y desde hace muchos años, la capacidad instalada en Nicaragua es insuficiente para satisfacer la demanda”, que supera los 800 MW en determinadas horas del día.

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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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