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Nicaragua aplazada en ranking global de lucha contra el lavado de activos

El país “mejora” su marco legal con más leyes represivas, pero hay mucha corrupción, altos riesgos políticos y legales, y poca transparencia

Normativa UAF incrementa riesgo de que el dinero entre al país por vías informales. Para retirar 70 dólares

Iván Olivares

7 de octubre 2022

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Nicaragua obtuvo las calificaciones más pobres de los últimos tres años en el ranking global de lucha contra el lavado de dinero, según el undécimo Índice de Basilea Contra el Lavado de Dinero (AML por sus siglas en inglés), que elabora el Centro Internacional para la Recuperación de Activos en el Instituto de Basilea sobre Gobernanza, pese a que el régimen de Daniel Ortega argumenta cumplir con sus requisitos.

El Informe ubica a Nicaragua como el segundo peor de América, (6.70 en una escala del uno al diez, donde diez es el riesgo máximo, solo superado por Haití, que cerró en 8.16 puntos). Cuba y toda Centroamérica obtuvieron mejores resultados que Nicaragua. El país es además el decimonoveno peor del mundo, escoltado por Nigeria, Tonga, Zimbabue y China. La República Democrática del Congo, con 8.30 puntos, ocupa el último lugar del planeta.

El Noveno Índice AML de Basilea 2020, colocó al país en la antepenúltima posición de América Latina y el Caribe, (31 de 33 países, solo superando a las Islas Caimán y a Haití), mientras que la escala global nos ubicaba en la posición 125, (o sea que quedó a 16 posiciones del final de la lista de 141 naciones), siendo catalogado como un país de alto riesgo para el lavado de activos.

En los últimos años, el régimen ha aprobado una serie de leyes represivas, supuestamente destinadas a mejorar el marco legal para prevenir el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo, así como a las armas de destrucción masiva. En la práctica, lo que ha hecho es fortalecer las capacidades de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), a la que emplea en contra de aquellos a los que considera ‘enemigos’, o plausibles de chantaje económico.


Si bien el Informe 2022 no se centra en Nicaragua, sí hace referencia a que “cuando se trata de abordar el dinero sucio, la mayoría de los países está dando un paso adelante y cuatro pasos atrás, y permaneciendo demasiados pasos detrás de los delincuentes que buscan lavar fondos ilícitos… el progreso en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo (AML / CFT) sigue paralizado”.

A escala global, el riesgo promedio de lavado de dinero “está estancado en 5.25 sobre 10”, detallando que una pequeña disminución en los riesgos relacionados con la calidad de los marcos contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, ha sido compensada por el aumento de los riesgos en las otras cuatro áreas: corrupción, transparencia financiera, transparencia pública y riesgos políticos/legales.

Es el caso de Nicaragua, donde las autoridades pueden presumir de avances en el marco legal, pero no de una mejora en ninguno de las cuatro áreas restantes.

El peor de Centroamérica

“La buena noticia es que los Gobiernos, así como las instituciones financieras y otras entidades informantes, generalmente están mejorando en la evaluación de sus riesgos de lavado de dinero y la aplicación de un enfoque basado en el riesgo para abordarlos, pero en áreas donde los delincuentes se están moviendo rápido e innovando, las autoridades están arrastrando los pies”, señala el Informe.

En términos generales, explica que la criptoesfera es una de esas áreas, especificando que “los niveles promedio de cumplimiento de los estándares internacionales sobre los riesgos de los activos virtuales, están disminuyendo drásticamente a medida que se evalúan más países”.

Después de Nicaragua, Panamá ocupa la siguiente baja calificación, con 5.81, lo que lo ubica como el quinto peor de América Latina. Honduras, con 5.54, ocupa la séptima posición. Guatemala, con 5.29, califica en undécimo lugar, mientras Costa Rica, con sus 4.58 puntos, cierra el podio de los tres mejores entre los latinoamericanos, solo superado por Uruguay y Chile.

No hay datos para Venezuela, El Salvador, Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina, o Islas Caimán entre otros, porque solo se incluyeron las jurisdicciones con datos suficientes para calcular un puntaje de riesgo confiable, con base en datos de fuentes disponibles públicamente como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), Transparencia Internacional, el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial.

“El progreso es importante porque las debilidades de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo proporcionan una manera fácil para que los delincuentes y las redes corruptas laven dinero robado a los ciudadanos, desde esquemas de fraude masivo hasta acuerdos de adquisición corruptos que obstaculizan el desarrollo sostenible de un país. El bajo rendimiento en esos campos puede afectar seriamente las oportunidades comerciales y de inversión”, especifica el documento.

Combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo “es importante, porque… es más que solo combatir el crimen financiero. Se trata de proteger a las personas y el medio ambiente”, detalla, explicando que esa es la razón por la que el Índice de este año incluye un indicador de delitos ambientales.

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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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