13 de marzo 2018
El empresario panameño Stanley Motta, accionista mayoritario del Banco de Finanzas (BDF) a través de ASSA Internacional, decidió poner a la venta su participación en esta entidad financiera, en la que controla casi el 60% de las acciones. El principal accionista minoritario es el Instituto de Previsión Social Militar (IPSM, entidad del Ejército de Nicaragua), que controla más de un 25%, mientras el presidente del banco, Juan Bautista Sacasa, y otros accionistas menores, son dueños del resto de las acciones.
Fuentes vinculadas al sector financiero revelaron que en enero de este año, a través de un banco de inversión internacional, Motta invitó a cuatro grupos empresariales a participar en una licitación privada, para que presentaran ofertas de compra por el 100% de las acciones del banco.
Los participantes en la licitación son el Grupo Pellas de Nicaragua, actualmente dueño de ProCredit, y tres grupos hondureños: Atlántida, que ya tiene una licencia para operar un banco en Nicaragua y está asociado con Invercasa, el grupo Terra presidido por Freddy Nasser, que el año pasado fue descartado por la Superintendencia al presentar una oferta de compra de ProCredit, y el grupo Ficohsa.
La selección del futuro comprador del BDF, planteará un nuevo escenario en el sistema financiero nacional.
¿Por qué se va Motta de Nicaragua?
La inminente salida del negocio bancario local del poderoso empresario panameño, en momentos en que otros grandes capitales de Centroamérica y Colombia más bien compiten por ampliar su presencia en el país, ha generado distintas interrogantes entre los círculos financieros. Unos la atribuyen al interés del empresario en enfocarse en otra clase de negocios, que le permita obtener mayores niveles de rentabilidad que en el negocio bancario, pero otros ven detrás de la decisión una señal de cautela y previsión para proteger sus intereses extra regionales, tomando en cuenta los nuevos factores de incertidumbre que rodean el entorno internacional de Nicaragua.
El presidente del Grupo Motta Internacional, no solo ocupa un lugar prominente en la lista Forbes de los milmillonarios de Centroamérica, con activos totales por 6,100 millones de dólares, sino que es uno de los empresarios más globalizados, liderando compañías públicas como la línea aérea Copa, regulada por la Comisión del Mercado de Valores en Estados Unidos.
Además de Copa, Motta tiene una fuerte presencia en el área comercial, tiendas libres de impuestos, el puerto Manzanillo International, la empresa de logística Express Distributors, ASSA Internacional de Seguros, el Banco General, la empresa de licores Global Brands, e inversiones en el sector inmobiliario. Motta también tiene una alianza empresarial con Carlos Pellas, en la que destaca su participación en la empresa TicoFrut, fuerte productora de naranjas y piñas.