3 de marzo 2016
Nicaragua tiene apenas 57 empresas certificadas con los estándares de calidad internacional ISO, aseguró Francisco Tapia, director de MultiConsultores, y representante en Nicaragua de esa organización, al ser entrevistado en el segmento ‘Cuentas Claras’ del programa de televisión ‘Esta Noche’, que se transmite por Canal 12.
“Son números bajísimos, si los comparamos con otros países de la región, como Guatemala o Costa Rica, que tienen entre 200 a 300 empresas certificadas”, detalló.
“Las normas ISO son estándares, son buenas prácticas que cualquier organización puede seguir para mejorar un área específica: calidad, medio ambiente, seguridad y salud, seguridad alimentaria… depende de su giro de negocio. Estas mejores prácticas han sido repetidas en muchos países, y son ampliamente reconocidas internacionalmente, por lo que son muy útiles para las empresas que planean exportar”, aseguró por su parte Jesús Araque, Representante de la Red Internacional de ISO-Expertos.
Aunque las empresas pagan a los auditores nacionales y a los certificadores internacionales que llevan todo el proceso, “existe todo un sistema para asegurarse que la certificación se haga correctamente, de modo que haya confianza que quien posee un certificado ISO, es porque de verdad se esforzó para alcanzarlo”, añadió.
El proceso de obtener la selección puede resultar uno de los principales obstáculos para obtener una certificación: de US$4,000 a US$8,000 en dependencia del tamaño de la empresa, número de trabajadores, sector de la empresa, va a requerir de determinados días de auditoría. Depende también en qué estado esté la empresa, o sea, si requiere más o menos supervisión.
A la par, se requiere no solo que la empresa invierta en locales, utensilios, herramientas, sistemas, etc., sino también en que el personal cambie su cultura y se acostumbre a trabajar con nuevos y más elevados estándares de calidad, lo que a veces puede requerir hasta un año para la fijación de nuevos hábitos de trabajo e higiene.
Entre los beneficios que se reportan, está la diferenciación del mercado, de modo que una empresa que cuenta con una certificación ISO presenta una mejor imagen que aquella que no la tiene. En algunos casos, es requisito para poder hacer negocios con determinadas empresas, que prefieren tratar con otras que operen con los mismos estándares de calidad.
“Además, homogeniza los procesos, de modo que sus productos y servicios son estándares, y cumplen con las debidas normas de calidad. Hay también una mejoría en la productividad, el enfoque de procesos, el enfoque al cliente, porque todas las personas de la organización estén alineadas en lo que es el servicio al cliente”, dijo Tapia.