7 de junio 2023
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El restablecimiento de relaciones diplomáticas con China en 2007 y la posterior firma de un Tratado de Libre Comercio, llevó a Costa Rica a hacer cambios en su modelo comercial, exportador e importador, un proceso apuntalado por las inversiones del país centroamericano en educación, infraestructura —portuaria principalmente— y desarrollo tecnológico, según Allan Gerli, director de la Cámara de Comercio costarricense.
En una entrevista con CONFIDENCIAL el empresario compartió cómo el sector comercial costarricense superó sus temores e inquietudes ante la “invasión china”, para establecer un modelo que ha llevado a que China se convierta en el segundo socio comercial del país centroamericano, luego de Estados Unidos.
Gerli reconoció que pese a estos cambios, aun enfrentan grandes retos, siendo el principal el déficit comercial de Costa Rica con China, con importaciones que rozan los 3350 millones de dólares, en contraste con las exportaciones, que alcanzan 430 millones de dólares.
En Centroamérica, además de Costa Rica, El Salvador y Nicaragua han establecido relaciones diplomáticas con la República Popular de China, lo que se ha traducido en la ruptura con Taiwán y su reconocimiento como una “isla rebelde”. Honduras está en proceso de formalizar sus vínculos con China Continental. Solo Guatemala permanece fiel a Taipéi.
Centroamérica está lidiando con el déficit comercial con China, con importaciones que superan considerablemente las exportaciones. ¿Cómo enfrenta Costa Rica esta situación?
China es el segundo socio comercial más importante de Costa Rica después de Estados Unidos. Las importaciones de China han crecido a una tasa promedio de 9% en los últimos años, llegando a un monto de 3350 millones de dólares, mientras que las exportaciones han crecido a un ritmo más acelerado, con un crecimiento anual de un 25% en los últimos cinco años, que nos han llevado a superar los 400 millones de dólares. El déficit comercial que existe con China es importante, pero desde el lado comercial te puedo decir que China se ha distinguido por ser una fábrica importante de bienes que se ha venido transformando.
El portafolio de productos que ofrece China para el consumo de los costarricenses y de la región es muy importante. En la parte de las exportaciones hay mucho que trabajar, porque la China que se inició con el Tratado de Libre Comercio, allá en 2011, es muy diferente a la China de 2023. El cambio radica, principalmente, en que el consumidor chino ha ganado poder adquisitivo. Es una economía que ha crecido muchísimo, no solo en estos diez años, sino en los últimos 30 a 40 años. Ya es la segunda economía más grande del mundo y, entonces, eso hace que podamos, de alguna forma, retomar la posibilidad de ver qué lugar pueden ocupar los productos costarricenses en el mercado chino y dinamizar aún más las exportaciones hacia ellos.
¿Cuáles son los productos chinos con mayor demanda en el mercado costarricense?, ¿Qué productos costarricenses tiene una mayor receptividad en el mercado chino?
En el pasado, los productos que traíamos de China eran los relacionados a los de bajo costo de mano de obra; por ejemplo, el calzado era la segunda partida más importante que se importaba hace diez o más años, por un elemento de costo. Pero la transformación que ha hecho China, en este periodo, ha incidido en que ahora importamos más artículos de tecnología. Los productos laminados de hierro y acero no dejan de ser los primeros, pero ya después tenemos computadoras portátiles, teléfonos celulares, pantallas de televisión y vehículos.
Lo que principalmente le estamos exportando a ellos sigue siendo materias primas, plomo en bruto. Tenemos la parte de zonas francas, que en Costa Rica ha crecido con un dinamismo excelente, y por ahí colocamos artículos y aparatos médicos y prótesis. También tenemos jeringas, agujas, catéteres.
¿El mercado de manufactura costarricense ha resentido una invasión de productos chinos o logrado absorber este impacto y mantener a la vez la oferta de productos comerciales costarricenses?
Costa Rica ha evolucionado de una forma similar a China, obviamente guardando las dimensiones y las proporciones. Costa Rica se ha transformado, de ser un país de maquilas, para hacer un gran esfuerzo en educación y en atracción de empresas de alta tecnología. Eso permite de alguna forma que se coloquen en el mercado extranjero productos de mayor valor y más afines, de alguna forma, al ecosistema nacional.
La industria nacional ha resentido la masiva oferta desde China, pero estamos hablando de una industria que antes era un poco más textil y más intensiva en el bajo costo de la mano de obra, pero ahora vamos en un proceso de sustitución, hacia una industria que tiene mayor valor y que pueden aportar más al desarrollo del país.
¿Cómo ha sido ese proceso de transformación en Costa Rica, principalmente en el campo tecnológico?
Ahora vivimos en un mundo que está encadenado. Es muy difícil que se fabriquen artículos completos en una sola ubicación, y muchos países lo que aportan son componentes. En sentido, es importante el trabajo que han hecho las zonas francas al crear un ecosistema ideal para el desarrollo; un proceso que arrancó con la fabricación de microprocesadores para la planta Intel Corporation (el mayor fabricante de circuitos integrados en el mundo) y que fue migrando hacia dispositivos médicos, principalmente.
El reto para Nicaragua es la educación
En Nicaragua hay incertidumbre en el sector comercio ante estos nuevos acuerdos que se están firmando con China. ¿El sector comercio de Costa Rica enfrentó estas mismas inquietudes o se desarrolló alguna estrategia desde el Gobierno o el sector privado para lidiar con un gigante comercial como China?
El sector comercio, de alguna forma, se nutre de la fuente de productos —sea local o extranjera— que más beneficia al consumidor. El comercio que no se deba a sus clientes está confinado a desaparecer. Como comerciantes buscamos las mejores opciones en todo el abanico de alternativas que existe. En vez de ponerle cercos al comercio, lo principal es buscar ser más eficientes. El reto para Nicaragua primero tiene que ser en la educación. Hoy en día se habla mucho de algo que se llama STEM, que son las carreras relacionadas a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, como carreras de inversión de mayor valor.
China también está dejando de participar en el mercado de valor bajo y, más bien, eso se está trasladando a otros países de Asia, como Vietnam, Camboya e, inclusive, ahorita se habla de India. La importancia estratégica de los productos chinos está principalmente en elementos de alta tecnología. Los precios de la mano de obra en China han venido subiendo progresivamente, en la última década, y eso ha hecho que se hayan transformado. Evidentemente existe un temor en el país, pero tiene que existir una estrategia de país que fortalezca la educación, por un lado, y la infraestructura, por otro. Tenemos que tener puertos y costos de electricidad de buen nivel. Obviamente la mano de obra que estamos hablando son elementos importantes para que la industria de cada país pueda desarrollarse y competir en un mercado global que cada vez tiene menos barreras.
¿Cuáles han sido las políticas de Gobierno en Costa Rica que han ayudado a optimizar estos acuerdos comerciales con China en 16 años de relación diplomática?
Los Gobiernos marcan las bases. Se dieron algunas algunas intenciones particulares, con proyectos de infraestructura y otras cosas, que acercaron la inversión china a Costa Rica. No todas han salido como se esperaba. Hay que marcar un nuevo principio, a la luz de esta revolución tecnológica que se está dando. De alguna forma tenemos que replantear el Tratado de Libre Comercio, cuando se firmó (en 2011) Costa Rica y China eran muy diferentes en aquel momento, y tal vez hay que definir nuevos objetivos para capitalizar mejor las oportunidades en ambos mercados.
¿Cuál es su balance general sobre los resultados de los acuerdos comerciales firmados con China, y su impacto en la economía costarricense?
El resultado ha sido más en función del consumidor costarricense, aunque la transformación que se ha dado en el país también es importante. Obviamente hay tareas que hacer. Costa Rica tiene dos grandes segmentos. Uno es el régimen de Zonas Francas que es muy exitoso, pero también el régimen definitivo, que son las demás empresas, son menos pujantes y ahí es donde también Costa Rica tiene una tarea grandísima. En China, la electricidad es 15 veces más barata que aquí. Entonces, es una tarea inmensa que tenemos, pero no para competir con China, sino para competir con el mundo. Es ver cómo hacemos los cambios para ser más eficientes y poder colocar nuestros productos en el resto del mundo.
