4 de julio 2016
El economista Enrique Alaniz, coordinadora de las investigaciones de Fideg, reconoce que hay varios factores que tienen más impacto en la reducción de la pobreza: los mejores precios de los productos agrícolas, las remesas familiares y los programas de asistencia social, de tal forma que sin ellos, habría más pobres en el país.
¿Se puede separar individualmente el impacto que tienen estos factores?
De los tres factores, atribuimos un mayor porcentaje al de los ingresos laborales que se producen por un entorno favorable de términos de intercambio, en el caso de los productores agropecuarios.
El segundo orden de importancia se lo atribuimos a las remesas, y el tercero a los programas sociales y productivos del gobierno, con una salvedad: la estimación del impacto de los programas sociales hay que interpretarla con cautela, porque está basada en los beneficios que la población le imputa a 18 programas directos, y no estamos contando, por ejemplo, el subsidio al transporte colectivo, o a la energía eléctrica, y no porque no queramos, sino por limitaciones de información.
¿Cómo se mide el impacto de las remesas?
Les preguntamos si en los doce meses previos algún miembro del hogar ha recibido remesas. Preguntamos la frecuencia con que lo reciben, y el monto de la remesa recibida. Eso lo restamos del agregado de consumo que habíamos construido antes, y nos resulta el consumo neto de remesas. Lo comparamos después con las líneas de pobreza, y vemos quién está por encima o por debajo de la línea.
El impacto es alrededor de seis puntos en el caso de la pobreza general, y unos cuatro puntos en la pobreza extrema.
¿Para qué se usan las remesas?
Para consumo. En el caso de los pobres, el 54% de las remesas están destinadas a la compra de alimentos y bebidas; alrededor de 15% a gastos de salud y medicinas, y alrededor de 10% a gastos de la vivienda, que pueden ser servicios básicos, o mejoras. Es poco frecuente que se usen remesas para negocios, o para la finca.
¿El impacto de los programas sociales es menor que el de las remesas?
Si, con la salvedad que no estamos tomando en cuenta los subsidios. El impacto de los programas sociales es alrededor de dos puntos en la pobreza general, y dos puntos en la pobreza extrema.
¿Cómo ha evolucionado la calidad del empleo; el empleo formal vs empleo informal?
Con respecto a 2013, hubo una disminución de las tasas de actividad: hay menos gente trabajando, pero los que lo hacen, está en condiciones ligeramente mejores. Lo decimos porque la proporción de sub empleados cayó: pasó del 44% al 39%; la proporción de trabajadores informales también se redujo unos 3 a 4 puntos porcentuales; incrementó la proporción de trabajadores asalariados; disminuyó la proporción de trabajadores familiares no remunerados, etc.
La metodología panel de nuestra muestra nos permite dar seguimiento a las mismas personas a lo largo de todo el periodo, así que hicimos un ejercicio para ver, del total de gente que tenía un empleo formal al inicio de la encuesta, cuántos seguían teniéndolo después de cinco o seis años. Encontramos que la proporción de gente que dejó de pertenecer al sector formal es bien alta: al final solo quedó alrededor del 50% de trabajadores formales.
La evidencia que tenemos muestra que es un reto mantener ese estatus laboral de formalidad a mediano plazo.
El estudio dice que la pobreza es dinámica…
Así es: hay familias que mejoran, hay familias que empeoran. El efecto, al menos en el periodo estudiado, es positivo. Son más los que mejoraron, en comparación con los que empeoraron.
También hicimos un ejercicio para ver cuáles son los determinantes de una transición positiva, y encontramos que son el nivel educativo del jefe del hogar, el tipo de empleo del jefe del hogar, el acceso a remesas, acceso a programas sociales, y la relación de dependencia.
Cuando dijimos que lo que ha pasado entre 2009 y 2015 se debe a ingresos, remesas y programas sociales, es porque en todo el período analizado, el nicaragüense promedio tenía seis años de educación, y para transitar fuera de la pobreza, para no caer de nuevo en la pobreza, se necesita al menos la secundaria incompleta.
[destacado titulo="Objetivos del Milenio no se cumplieron"]
*Analfafetismo 15.6%, matrícula primaria 88.6%, y deserción escolar cerca del 50%
¿Qué pasó con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en especial en cuanto a educación, analfabetismo y matrícula escolar primaria neta?
En analfabetismo, el compromiso era tener 10% o menos de analfabetas a nivel nacional, pero cerró en 15.6%. En el caso de la matrícula de primaria, se esperaba lograr la universalidad, o sea el 100%, y encontramos que para 2015 fue de 88.6%.
Hay que aclarar que para la población total, el analfabetismo se ha reducido muy poco, pero al desagregar los datos por grupos de edad, sí ha habido reducciones importantes para los grupos más jóvenes, y estancamiento en los grupos de mayores de edad, de modo que estos últimos frenan el comportamiento del indicador global.
En las zonas rurales, el analfabetismo es de 23%...
Efectivamente.
¿Cuál es la relación entre la matrícula de primaria y secundaria? ¿Se pueden medir los índices de deserción escolar?
Encontramos tasas de matrícula primaria del 88.6%, pero las de secundaria caen alrededor del 40% a 45%, y eso pone en evidencia el problema de deserción escolar, que a su vez está asociado con el incremento de las tasas de participación laboral de los jóvenes. En el caso sobre todo de los varones, su incorporación al mercado laboral es bien temprana: alrededor de los 15 años ya están trabajando.
¿Por qué no hay debate público con el gobierno?
La Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg), presentó los resultados de su encuesta ante un público integrado por representantes de entidades privadas y empresariales, organismos no gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, universidades, instituciones internacionales y representaciones diplomáticas, pero no el gobierno.
Enrique Alaniz, coordinador técnico del proyecto, confirmó que “el gobierno conoce estos datos. El gobierno es uno de nuestros grupos meta. Debería ser el principal, porque esta es una herramienta importantísima para la toma de decisiones de políticas públicas”, reflexionó.
El experto asegura que ellos presentaron los resultados a funcionarios “al más alto nivel”, y que fueron escuchados “de manera muy atenta”.
De todos modos, Alaniz dijo que durante la presentación pública de los resultados, en la sala “sí había técnicos del Banco Central y Ministerio de Hacienda, y sabemos que toman este estudio en cuenta”.[/destacado]